Sordera: ¿cuáles son sus causas? (Súbita, de larga duración o de corta duración)

La sordera puede ser parcial o completa. También se conoce profesionalmente como surditas. La sordera parcial también se conoce como hipoacusia y, en la mayoría de los casos, es un problema de las personas mayores y de edad avanzada.

En este caso, pueden utilizarse diversos dispositivos de amplificación para ayudar a la persona afectada a compensar la percepción más débil del sonido. Sin embargo, en caso de sordera completa, este método no puede aplicarse y a menudo provoca deformidades y afecciones irreversibles.

La sordera total es una pérdida auditiva grave en la que la persona no puede percibir la información sonora del entorno. Puede afectar a un oído o a los dos.

La forma en que se daña la audición también depende de qué parte del aparato auditivo o de los nervios que van del oído al centro nervioso en el cerebro esté dañada.

Pérdida de audición permanente

El daño auditivo irreversible y la sordera permanente se producen cuando se daña el nervio auditivo o la vía auditiva. El daño también puede producirse directamente en el centro cerebral que procesa la percepción.

Puede ser congénita o adquirida

La sordera puede ser congénita por predisposición genética o puede producirse a lo largo de la vida. En este caso, se denomina adquirida. La otosclerosis es una enfermedad hereditaria. Entre las enfermedades congénitas que cursan con hipoacusia se incluyen:

• Síndrome de Pendred
• Síndrome de Usher
• Síndrome de Stickler
• Síndrome de Waardenburg
• Sordera por conexina 26 o sordera derivada de GJB2

Hay casos de daños durante el desarrollo del sistema auditivo. También puede producirse durante un parto grave como consecuencia de un daño en la cabeza.

Los trastornos auditivos no son sólo congénitos y genéticos, sino que pueden estar causados por diversas enfermedades o problemas de salud de los niños durante el embarazo o poco después del nacimiento.

Deterioro de la percepción del tono

En cuanto a los distintos tipos de hipoacusia grave, en el contexto de la sordera parcial, una persona puede percibir, por ejemplo, sólo tonos graves y agudos. Los tonos del espectro entre los valores umbrales no se perciben.

También son frecuentes los trastornos opuestos, en los que el paciente oye mal los susurros o los tonos altos, pero no tiene problemas de sordera con los sonidos de la parte media del espectro sonoro.

La música alta es perjudicial

Los daños en el tímpano se producen cuando el sistema auditivo se somete a un esfuerzo prolongado. Por ejemplo, al escuchar música alta o trabajar en un entorno ruidoso durante mucho tiempo.

El peor caso es la música alta en un espacio reducido, como escuchar música en un coche. Si el entorno de trabajo no es adecuado, debe utilizarse equipo de protección.

Enfermedades infecciosas

Con la meningitis, el centro auditivo del cerebro también se ve comprometido, lo que puede provocar una pérdida de audición permanente. Posiblemente como consecuencia de otras enfermedades infecciosas o cánceres del oído y el sistema auditivo.

Por ejemplo, las paperas (inflamación de la glándula parótida) pueden provocar daños auditivos, al igual que la toxoplasmosis, una enfermedad parasitaria infecciosa.

Incluso una otitis media no tratada en niños puede provocar, por ejemplo, pérdida de audición, a veces incluso completa, sobre todo si la inflamación se extiende al oído interno.

Un ejemplo de discapacidad auditiva es una enfermedad infecciosa causada por el virus del sarampión (paramixovirus). En este caso, una de las complicaciones es la otitis media.

Incluso las personas con VIH o SIDA pueden tener problemas de audición como consecuencia de la enfermedad. Y en los recién nacidos, por ejemplo, la clamidia y la sífilis causan sordera.

¿Es posible utilizar el dispositivo?

En los trastornos del oído medio, es posible utilizar dispositivos electrónicos para mejorar la calidad de la audición. En los trastornos del oído interno, esto no es posible. En este caso, la persona afectada oye los sonidos pero no los entiende y la percepción del sonido en sí está alterada.

Sordera por lesión

Una persona también puede quedarse sorda como consecuencia de diversas lesiones. Un buen ejemplo son los daños por explosiones. La onda expansiva rompe el tímpano y, en determinadas circunstancias, la audición queda dañada de forma irreversible.