Una piel bronceada y nuestra salud: ¿cómo conseguir un bronceado saludable?

Se puede conseguir un bonito bronceado de forma saludable. Sin embargo, hay que tener en cuenta ciertos principios. Nuestro cuerpo también necesita la luz del sol, y la necesita para producir vitamina D. Cuidado con las quemaduras solares.

Broncearse o tomar el sol antes y ahora

No sólo en el pasado, sino incluso hoy en día en algunos países el color de la piel se corresponde con la clase social. En los años 20 en Europa y América el bronceado era indeseable, porque se identificaba con las personas de clase baja que trabajaban al aire libre.

Hoy en día, las mujeres de Asia Oriental, por ejemplo, prefieren la piel clara. Significa que es más fácil casarse, conseguir un mejor trabajo o una mejor posición. Incluso hay asientos reservados en algunos trenes para personas de piel blanca.

Por eso, mientras aquí el mercado está abarrotado de bronceadores o cremas para potenciar el bronceado, en el Sudeste Asiático es difícil encontrar una crema sin efectos blanqueadores.

¿Qué nos pasa cuando nos bronceamos?

Podemos comprobar por nosotros mismos que el sol nos calienta y nos da energía positiva. Aumenta la producción de vitamina D. También puede mejorar la resistencia de la piel, la cicatrización de heridas y la curación de fracturas en muchos casos.

Pero, por otro lado, puede provocar enrojecimiento de la piel, engrosamiento de la piel, sequedad, profundización y formación de arrugas, manchas pigmentarias y, por último, es importante pensar en las quemaduras solares y el sobrecalentamiento del cuerpo.

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El efecto de la vitamina D en el cuerpo humano

La vitamina D, además de ingerir ciertos alimentos, se obtiene a través de los rayos ultravioleta. Éstos, una vez que llegan a la piel, desencadenan su síntesis.

Los efectos positivos de la vitamina D

• contribuye a la calidad ósea y dental
• refuerza el sistema inmunitario
• ayuda en el tratamiento de ciertas enfermedades de la piel como la psoriasis
• puede prevenir parcialmente la formación de células cancerosas
• reduce el riesgo de diabetes
• durante el embarazo contribuye al correcto desarrollo del esqueleto fetal
• previene el bajo peso al nacer
• favorece la producción de leche durante la lactancia
• ayuda a la absorción de la vitamina A
• ayuda en el tratamiento de la conjuntivitis
• la carencia de vitamina D es responsable de un estado de ánimo depresivo y de una mayor fatiga

Reacción de los mecanismos de defensa del organismo

Cuando nos exponemos a la luz solar, nuestro cuerpo empieza a producir una hormona que promueve la formación de pigmento o melanina en las células. La superficie de la piel se oscurece con la formación de melanina, lo que da lugar a una piel bronceada.

La melanina absorbe los rayos UV, lo que protege los núcleos de las células de daños en el ADN y, por tanto, del posible desarrollo de cáncer.

Por supuesto, la capacidad de la piel para adaptarse y defenderse de los efectos nocivos de la exposición al sol depende de muchos factores. Desde el enrojecimiento hasta las quemaduras, pasando por las insolaciones, un exceso de sol puede provocar otras molestias.

Cuando la producción de melanocitos es excesiva, se forman diversas manchas pigmentadas. Cuando la división de melanocitos es incontrolada, se produce un melanoma.

La tabla muestra la distribución de la radiación UV

Factores que afectan a la resistencia a los rayos UV

• Fototipo de la piel
• grado, intensidad de exposición al sol
• uso de protectores solares
• ropa
• estado general de salud
• uso de medicamentos
• hidratación
• dieta

Los fototipos de piel se enumeran en la siguiente tabla

Qué tener en cuenta al tomar el sol

Si vas a tomar el sol, hay algunas recomendaciones que debes tener en cuenta. La dieta, la protección solar o un régimen de bebidas pueden ayudarte.

Dieta

Incluye alimentos ricos en betacaroteno en tu dieta antes de tomar el sol, preferiblemente durante unos días o semanas. Las zanahorias son las que contienen más betacaroteno, pero también se encuentra en las espinacas, los pimientos amarillos y rojos y las bayas.

No olvides beber, no sólo mientras te bronceas, sino también antes (tu piel necesita estar preparada e hidratada). De lo contrario, contribuirás a la sequedad de la piel, las arrugas y el envejecimiento.

Si vas a ir a la playa, deberías prescindir de la cama solar como preparación para tu piel, ya que es una carga innecesaria para el cuerpo. También encontrarás información en el artículo de la revista sobre camas solares.

Protección solar y filtros solares

Asegúrate de elegir el protector solar adecuado. El fototipo de tu piel, el tiempo que esperas estar al sol, tu edad y el clima son decisivos.

Hay muchos productos en el mercado con distintos factores de protección solar, conocidos como FPS (factor de protección solar), que es la capacidad del producto para interceptar los rayos UV nocivos.

Si tienes un fototipo de piel 1-2, opta sin duda por un FPS 50, 50+ o evita el sol por completo si es posible. Para un efecto de piel bronceada, utiliza en su lugar cremas autobronceadoras.

Si vas a estar en el agua, prefiere productos con una fórmula resistente al agua.

Si va a estar mucho tiempo al sol, por ejemplo en conciertos, festivales, eventos al aire libre, procure protegerse eligiendo la ropa adecuada. La ropa debe ser ligera, aireada. Protéjase los hombros. No olvide la protección para la cabeza (sombrero, pañuelo...), las gafas con filtro UV, el bálsamo labial.

No subestime las exposiciones breves al sol, por ejemplo de camino al trabajo. Tenga cuidado cuando tome determinados medicamentos, anticonceptivos, antibióticos. Consulte siempre a su médico o farmacéutico sobre los efectos del sol en combinación con los medicamentos que esté tomando en ese momento.

Advertencias importantes
Evita el sol entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde.
Recuerda que puede broncearte o quemarte incluso a la sombra.

¿Qué ocurre con el bronceado durante el embarazo?

Durante el embarazo, tomar el sol no está totalmente descartado. Sin embargo, es importante recordar que hay más sangre circulando por el cuerpo y la temperatura corporal aumenta.

Por lo tanto, el cuerpo es más susceptible al sobrecalentamiento y a las quemaduras. También existe el riesgo de que se produzca una depleción de ácido fólico, que puede dar lugar a la aparición de ciertos defectos en el desarrollo.

Riesgos de tomar el sol en los niños

A los niños les encanta el verano y el sol, por lo que a veces es imposible mantener a nuestros inquietos pequeños a salvo a la sombra. Por eso es aún más importante cuidar la prevención, utilizar un protector solar de buena calidad con un FPS de al menos 50, y vestir y beber bien. En cualquier caso, procuremos no exponer a los niños menores de 3 años a la luz solar directa.

Muchos fabricantes indican en sus productos que son resistentes al agua o que tienen un efecto de varias horas. Muchos factores influyen en estas propiedades y pueden modificar su efecto y calidad.

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