¿Sopa de calabaza tradicional en versión saludable? Ésta es la receta

Dificultad	Baja
Preparación	20 minutos + 15 minutos de cocción
Raciones	4 personas

La sopa de calabaza según nuestra receta es sencilla y apta incluso para principiantes. También es adecuada para alérgicos y personas que siguen una dieta sin gluten.

La calabaza contiene muchas vitaminas y minerales.

Gracias a las vitaminas A, B1, B2, B5, B6, B9, C, E y K, refuerza la inmunidad y tiene un efecto positivo en nuestra salud. Entre los minerales que contiene la calabaza se encuentran el potasio, el calcio, el magnesio, el sodio, el hierro, el zinc, el manganeso, el fósforo y el cobre.

Su composición ayuda a favorecer la digestión, a mantener la juventud y es una especie de rompe-grasas. Además, es fácilmente digerible y, por tanto, no supone una carga para el organismo.

También es beneficiosa para la salud del esperma y en el embarazo.

Gracias a la combinación de potasio, vitamina C y fibra, ayuda al buen funcionamiento del corazón. Por su mayor contenido en potasio, contribuye a reducir la tensión arterial y también el riesgo de infarto.

Su ventaja es que es bajo en calorías, lo que nos agrada a muchos. Es incluso mejor para perder peso que otras fuentes de hidratos de carbono, como el arroz o las patatas, porque tiene menos calorías y regula la gestión del agua del organismo.

Además, contiene vitamina A y carotenoides, que contribuyen a una buena vista. Incluso se dice que una taza de calabaza cocida contiene más del doble de la cantidad diaria recomendada de vitamina A.

Se necesita

calabaza más pequeña
2 cebollas pequeñas
2 dientes de ajo
sal
pimienta negra molida
pimienta roja molida
pimienta de Jamaica
comino
cúrcuma
perejil
aceite de oliva

Receta de sopa de calabaza saludable

1. Limpie y lave bien la calabaza. Córtela preferiblemente en cuatro partes y quítele las semillas.

No es necesario tirar las semillas, están deliciosas saladas y cocidas en el horno.

2. Rallar los trozos de calabaza lavados en rodajas más grandes y sazonar con sal.

3. Freír las cebollas limpias y picadas finamente en aceite de oliva hasta que se doren.

4. Colocar las rodajas de calabaza ralladas sobre las cebollas fritas, dorarlas un poco y cubrirlas con agua. Añadir el agua justa para cubrir la calabaza unos 2 cm por encima del borde.