Sexo durante el embarazo: ¿qué hay que tener en cuenta y qué cambios conlleva?

El sexo durante el embarazo es para algunos una parte natural de este periodo. Para otros, los pensamientos sobre sexo más bien desaparecen.

¿Cuándo es seguro practicar sexo durante el embarazo y cuándo debe evitarse?

Sexo en el primer trimestre del embarazo

El embarazo es un periodo durante el cual la mujer se enfrenta a diversos cambios y sentimientos. El cuerpo de la futura madre está cambiando. Las emociones son a menudo como un sube y baja y el deseo de hacer el amor puede desvanecerse rápidamente.

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El comienzo del viaje llamado embarazo es todo un reto. El nacimiento de una nueva vida y los enormes cambios hormonales suelen traer consigo fatiga, vómitos, dolor y mal humor.

Las llamadas náuseas matutinas pueden convertirse fácilmente en náuseas durante todo el día y ni siquiera pensarás en los momentos íntimos con tu pareja.

Aproximadamente entre el 60 y el 80% de las embarazadas experimentan debilidad física, náuseas y vómitos en el primer trimestre. Aunque no todas las mujeres lo experimentan, es normal y bastante frecuente.

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No debes preocuparte si no te sobra energía en el primer trimestre. Esta afección se estabiliza en algún momento entre la semana 12 y la 14.

Hasta entonces, ten paciencia contigo misma y con tu pareja. Descansa todo lo que puedas.

Haz saber a tu pareja que te importa. Intenta explicarle cómo te sientes y habla de tus sentimientos y preocupaciones.

¿La actividad sexual al principio del embarazo puede provocar un aborto?

Las relaciones sexuales son seguras incluso en las primeras semanas de embarazo. Si hay complicaciones en el embarazo o un aborto espontáneo, suele haber otras razones.

Tampoco debes preocuparte si acabas de enterarte de que estás embarazada y sigues tomando píldoras anticonceptivas, ya que no perjudicarán a tu bebé. Los estudios han demostrado que tomar la píldora durante el embarazo no tiene ninguna relación con la aparición de malformaciones congénitas u otros trastornos.

Las relaciones sexuales durante el embarazo son totalmente seguras en cuanto a futuros embarazos. Por lo tanto, no es necesario utilizar ningún método anticonceptivo. Sin embargo, si mantienes relaciones sexuales con una pareja ocasional, es higiénicamente necesario utilizar preservativo.

La afluencia de energía en el segundo trimestre del embarazo

Las náuseas y el cansancio suelen remitir gradualmente con la llegada del segundo trimestre. Algunas mujeres apenas notan este cambio, otras pueden sentir de repente una oleada de energía y vitalidad.

Incluso la libido, o deseo sexual, puede aumentar considerablemente durante este periodo. Una vez más, las hormonas son las culpables.

Los pechos están más llenos y sensibles. Saber que llevas una nueva vida bajo el corazón te da una mayor sensación de feminidad y orgullo.

El aumento del flujo sanguíneo provoca una mayor sensibilidad en la zona genital femenina, incluida la vagina y el clítoris. Aquí es donde se encuentran las terminaciones nerviosas más sensibles, lo que puede provocar orgasmos más frecuentes e intensos.

Si no tienes complicaciones y tu médico ha dado luz verde a tu vida sexual, no tienes nada de qué preocuparte. Disfruta de este periodo al máximo y sin remordimientos.

Aparte del embarazo, hay muchos otros factores que afectan al deseo sexual, como el estrés. Lee también el artículo.

Sin embargo, algunas mujeres siguen sintiéndose incómodas, poco atractivas o preocupadas por su bebé.

Es posible que el mencionado aumento del riego sanguíneo en las partes íntimas del cuerpo no sólo traiga consigo un placer placentero. Para muchas mujeres, por el contrario, se asocia a molestias o dolor.

¿Cómo perciben los hombres el sexo durante el embarazo?

Algunas mujeres disfrutan haciendo el amor durante el embarazo y otras no. Lo mismo ocurre con los hombres.

Los futuros padres suelen tener miedo de lastimar a su pareja o a su bebé al hacer el amor. Sin embargo, el sexo durante un embarazo fisiológico es seguro y no supone ningún riesgo para el bebé.

El bebé está a salvo, protegido por un saco de membranas y fuertes músculos uterinos. El cuello del útero está sellado con un espeso tapón mucoso que protege al bebé de infecciones. Además, es anatómicamente imposible que el pene masculino penetre hasta el bebé.

Por lo tanto, si tienes un embarazo sin complicaciones y tu médico no te ha ordenado abstinencia sexual, no hay razón para evitar el sexo. El embarazo es un estado natural y el sexo también pertenece a este periodo.

Embarazo y posturas sexuales

Aunque el sexo está permitido y es seguro en el embarazo, puede haber situaciones en las que no te sientas del todo cómoda. Es algo muy individual. Cada mujer se siente de un modo distinto y puede convenirle algo diferente en cada etapa del embarazo.

Lo mismo ocurre con las posturas amorosas. Es una época de cambios y de descubrir nuevas posibilidades. Junto con tu pareja, dad prioridad a lo que más os convenga a los dos. Aprovechad los momentos de intimidad juntos para conoceros mejor.

Todas las posturas sexuales clásicas son seguras durante el embarazo, ya que el bebé está bien colocado en tu vientre. Sin embargo, si no te sientes cómoda en una postura concreta, díselo a tu pareja.

En cuanto al sexo anal, es importante evitar la transferencia de bacterias del recto a la vagina, por lo que es importante respetar las medidas de higiene y ducharse siempre después del sexo anal.

Dolor durante las relaciones sexuales en el embarazo

No hay por qué alarmarse si se siente un dolor leve o calambres al hacer el amor o alcanzar el clímax. En la mayoría de los casos, se trata de una combinación de cambios corporales, aumento del flujo sanguíneo a través del suelo pélvico y estiramiento muscular.

Las mujeres también pueden experimentar contracciones uterinas leves después del coito, pero son inofensivas y no provocarán el parto a menos que sea el momento adecuado.

El estrés por miedo a lastimar al bebé también puede causar tensión en el cuerpo. Intenta relajarte o pide un masaje a tu pareja. Si tu médico no te ha prohibido hacer el amor, no tienes nada de qué preocuparte.

No obstante, si tienes dudas, no temas consultar a tu médico.

Razones por las que tu médico puede prohibirte la actividad sexual:

• Tu embarazo es de riesgo
• Has tenido un parto prematuro en el pasado.
• Sufres un acortamiento prematuro del cuello uterino.
• Placenta previa - o desprendimiento prematuro de placenta, en el que la placenta se encuentra en la entrada del canal del parto
• Las relaciones sexuales le resultan demasiado dolorosas o sangra durante el coito.
• Presencia de una infección

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¿Qué hace y para qué sirve la placenta?

En este periodo se producen cambios que pueden provocar de nuevo una disminución de la libido. La futura mamá se prepara poco a poco para la llegada del bebé.

La barriga aumenta de tamaño, lo que llega a ser realmente agotador. Muchas mamás describen dolores de espalda, la vuelta de las náuseas o una hinchazón más pronunciada de las piernas.

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Algunas posturas resultan poco realistas a la hora de hacer el amor. Sin embargo, seguro que tú y tu pareja encontráis una que os convenga a los dos.

Sexo durante el embarazo y la lactancia

Ya durante el embarazo, empieza a formarse leche en los pechos de la futura madre. En algunos casos, el sexo puede ser un estímulo para su subida. No hay que preocuparse por ello, pues aún queda suficiente de este precioso líquido para tu bebé.

La primera leche que se forma contiene muchas sustancias importantes que el bebé necesitará después de nacer.

Embarazo y hemorragia después de mantener relaciones sexuales

Durante el embarazo, los órganos pélvicos y todo el suelo pélvico están más vascularizados, al igual que el cuello del útero, que no sólo está más sanguinolento, sino también más blando.

Por lo tanto, después de mantener relaciones sexuales puede producirse un pequeño manchado o sangrado. Este sangrado no supone ningún peligro, pero en caso de duda, consulta a tu médico.

¿El sexo durante el embarazo puede provocar el parto?

Según algunas investigaciones, el esperma masculino contiene las llamadas prostaglandinas. Estas sustancias favorecen el ablandamiento y el acortamiento del cuello uterino.

Durante el orgasmo, el cuerpo femenino segrega oxitocina, que provoca contracciones de los músculos lisos del útero. La producción de oxitocina también puede aumentar estimulando los pechos.

En teoría, estas sustancias podrían ayudar a inducir el parto, pero sólo si el cuello del útero y el propio útero están realmente preparados para ello.

No hay por qué preocuparse de que las relaciones sexuales por sí solas en una fase alta del embarazo induzcan el parto. Si el cuerpo aún no está preparado para el parto, las relaciones sexuales no lo inducirán.