Quistes en los ovarios: ¿es peligrosa la rotura? ¿Y durante el embarazo?

Quistes en los ovarios: ¿es peligrosa la rotura? ¿Y durante el embarazo?
Fuente de la foto: Getty images

Los quistes ováricos pueden ser asintomáticos. Una mujer puede no ser consciente de ellos, pueden descubrirse accidentalmente durante el embarazo o durante un examen relacionado con él. Pero si provocan dolor y otras complicaciones, es importante estar alerta.

¿Son peligrosos los quistes ováricos?
¿Pueden romperse?
¿Cuáles son sus riesgos, incluso durante el embarazo?
¿Cómo deshacerse de un quiste ovárico?

Las respuestas a estas preguntas y mucha información interesante se encuentran en el artículo.

¿Qué debo saber sobre los quistes ováricos?

Los quistes ováricos, profesionalmente quistes ováricos, se dividen en quistes funcionales, quistes dermoides, cistadenoma, quistes endometriales. Un grupo especial es el síndrome de ovario poliquístico.

Los quistes ováricos funcionales se dividen a su vez en:

  • Un quiste folicular es un folículo que no se ha roto y persiste en la formación de un líquido amarillento con un alto contenido en estrógenos. Su tamaño puede alcanzar hasta 5 cm. Es el tipo de quiste más frecuente.
  • El quiste del cuerpo lúteo surge a partir de un cuerpo lúteo amarillo. Cuando la abertura se cierra tras la ovulación, comienza a acumularse líquido en el quiste, que suele ser permeable a la sangre. La pared de este quiste suele ser más gruesa (3 mm) y el revestimiento está formado por células que contienen luteína y producen progesterona, lo que provoca trastornos del ciclo.

Durante el embarazo pueden aparecer pseudotumores, a saber, el luteoma gestacional y la hiperreactio luteinalis.

El primero es un pseudotumor ovárico sólido que surge a partir de células luteinizadas de gran tamaño. No es un tumor propiamente dicho, sino el resultado de una reacción aumentada del ovario y desaparece tras el parto.

El segundo es de consistencia quística y surge de las mismas células; también desaparece tras el nacimiento.

Un quiste dermoide es en realidad un tumor benigno que surge de las células germinales y cuyo tamaño suele superar los 10 cm.

En el interior del quiste puede haber células cutáneas, tejido adiposo, pelo y, en raras ocasiones, incluso dientes.

La endometriosis es básicamente un aspecto patológico del endometrio(el endometrio es el revestimiento interno del útero), que se encuentra con mayor frecuencia en la zona pélvica.

Se forman quistes llenos de líquido marrón oscuro, por lo que se les ha dado el nombre de "quistes de chocolate".

El cistoadenoma es un tumor maligno del ovario. Este tipo de tumor afecta principalmente a las mujeres después de la menopausia. Las mujeres que nunca han dado a luz, las mujeres mayores que han dado a luz o las mujeres que han entrado tarde en la menopausia son las que corren mayor riesgo.

Es agresivo y crece en la zona circundante, por lo que la tasa de mortalidad es elevada.

Se dice que el síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una de las principales causas de infertilidad femenina.

En los ovarios se forman múltiples quistes pequeños.

El resultado es un desequilibrio hormonal y la producción de un exceso de testosterona masculina. Es una afección precancerosa elevada y causa otros problemas graves (anovulación, trastornos menstruales, obesidad, hipertensión, diabetes, problemas de tiroides, aumento del vello corporal, depresión).

En las formas más leves, la mujer puede incluso no notar esta enfermedad.

Es posible que haya oído hablar de la rotura de un quiste ovárico.¿Es peligrosa?

La rotura de un quiste (ruptura) es una complicación que la mujer no sólo sentirá. Además de dolor, puede ir acompañada de hemorragia, que es peligrosa.

En este caso, debe solicitarse un examen ginecológico.

Puede provocar una hemorragia interna en la cavidad abdominal, que a su vez causa peritonitis (inflamación del peritoneo, una complicación grave que pone en peligro la salud y la vida). Pueden producirse náuseas y vómitos. No hay por qué preocuparse. La rotura suele ser asintomática y se produce en un tres por ciento.

Los quistes funcionales son la forma más común y suelen ser asintomáticos.
Suelen desaparecer tras dos o tres ciclos menstruales.

También existe otra complicación de los quistes, que es la torsión del pedículo ovárico, es decir, una torsión del ovario que provoca el estrangulamiento de los vasos que lo irrigan y la consiguiente necrosis del ovario.

Los quistes también pueden provocar infertilidad, que suele deberse al tipo, tamaño o localización del quiste, ya que impide que el óvulo pase al ovario y sea fecundado por el espermatozoide.

¿Cuál es el tratamiento de los quistes ováricos?

El tratamiento se aborda en función del tipo de quiste, su tamaño o las complicaciones que provoque. Puede ser hormonal, como en el caso del SOP, en el que la extirpación quirúrgica parcial es una opción. Los quistes dermoides se operan.

Los quistes funcionales no suelen requerir tratamiento, pero cuando surgen dificultades, es necesario. Primero, tratamiento hormonal con ayuda de anticonceptivos. Si fracasa el tratamiento conservador, se recurre al tratamiento quirúrgico por laparoscopia.

¿Le diagnosticaron un quiste accidentalmente durante el embarazo?

¿Te has quedado embarazada y en una ecografía te han detectado un quiste en el ovario? No debes preocuparte de inmediato. Lo importante es averiguar el tipo, el tamaño y la localización del quiste. Lo importante es si aumenta de tamaño durante el embarazo. El quiste puede absorberse, romperse... y entonces puede haber manchado.

En cuanto a los quistes más grandes y problemáticos, depende de la dificultad.

Los quistes no están relacionados con el embarazo, no lo afectan ni al desarrollo del embrión ni del feto.
Cualquier complicación debe consultarse con un ginecólogo y no hay que subestimar nada.
Es necesario observar un régimen de reposo. Esto significa evitar esfuerzos que puedan provocar un aumento innecesario de la presión en la cavidad abdominal.

Los ginecólogos intentan evitar la cirugía durante el embarazo. Todo depende de las complicaciones. En el caso de los quistes dermoides, su comportamiento puede ser errático. El quiste puede extirparse por laparoscopia incluso durante el embarazo.

Se pueden realizar varias intervenciones quirúrgicas durante el embarazo. Hoy en día, los riesgos son menores.

La anestesia puede ser general, raquídea o epidural. Al fin y al cabo, muchos partos por cesárea se realizan con anestesia general.

Cuando se plantea la cuestión del efecto sobre el embrión o el feto, es mejor esperar a que se complete el primer trimestre. El periodo de las 12 primeras semanas es el más delicado. Los anestésicos modernos ya no tienen el mismo efecto que en el pasado.

Lo más importante es mantener una presión sanguínea materna correcta, que garantice un flujo sanguíneo adecuado a través de la placenta y no reduzca el suministro de oxígeno al feto.

En el postoperatorio, se hace hincapié en la observación materna y fetal. El feto se controla mediante ecografía y cardiotocografía (CTG).

Lo más importante es el bienestar

Durante todo el embarazo, el equilibrio mental y el bienestar son importantes. El estrés no beneficia ni a la madre ni al bebé. En caso de problemas, es importante una revisión con el ginecólogo.

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