¿Qué causa el picor en la piel durante el embarazo y qué ayuda?

¿Qué causa el picor en la piel durante el embarazo y qué ayuda?
Fuente de la foto: Getty images

El embarazo es para muchas mujeres uno de los periodos más bellos de la vida. Y aunque va acompañado de muchos inconvenientes, uno de ellos es el picor de la piel. La causa pueden ser cambios inofensivos en el organismo, pero también un trastorno grave.

Preguntas frecuentes: ¿Qué causa el picor y el ardor en la piel durante el embarazo? ¿Pueden el picor y las erupciones cutáneas ser signo de un problema grave? ¿Cuáles son las causas no graves que suele tener? ¿Qué ayuda a tratar esta afección?

Muchas mujeres se quejan de picor en la piel durante el embarazo. El picor (técnicamente prurito) se produce con mayor frecuencia en la zona del vientre en crecimiento, pero también en otras partes del cuerpo. Debe estar especialmente alerta si el picor es insoportable, ya que puede ser un síntoma grave.

Causas comunes del picor en la piel durante el embarazo

La desagradable sensación de picor puede deberse a varias causas. El embarazo va acompañado de muchos cambios. El aumento de la sudoración, la hinchazón o la piel tirante son habituales en las embarazadas. Estas causas de picor en la piel las encuentran casi todas las embarazadas.

Crecimiento de la barriga

A medida que el bebé crece, también lo hace la barriga de la futura mamá. El tejido conjuntivo y las fibras conectivas de la piel se estiran microscópicamente, provocando una sensación de sequedad y picor.

Las mujeres que han engordado durante el embarazo se quejan más a menudo de picores, debido al estiramiento excesivo de la piel, que provoca una irritante sensación de tirantez y picor.

Sudoración

Durante el embarazo, la propia sudoración es un asunto desagradable. El sudor irrita la piel y es la causa de los desagradables picores.

El picor que provoca el sudor causa problemas sobre todo en los pliegues de la piel. Estos lugares son más propensos al ardor y, por tanto, a la irritación. También es un lugar ideal para que se reproduzcan diversas bacterias.

La solución es mantener la higiene y llevar ropa de material natural que sea ligera, transpirable y permita que el sudor se evapore.

Alergias

Una reacción alérgica también es una de las posibilidades que pueden provocar picores. Suele ir acompañada de manifestaciones cutáneas, especialmente enrojecimiento o pequeñas erupciones.

Nunca subestimes una alergia. No sólo en el embarazo, consulta a tu médico si observas signos de alergia. En casos más graves, pide ayuda médica urgente.

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¿Cómo aliviar el picor común en la piel durante el embarazo?

Aunque el picor es un síntoma desagradable, hay que evitar rascarse demasiado. La piel rascada e irritada se convierte fácilmente en un punto de entrada de infecciones, lo que puede suponer un riesgo tanto para la madre como para el feto.

Crema antiprurito, masaje y ejercicio

Los suaves masajes superficiales y la aplicación de cremas en la piel pueden aliviar los molestos picores. De este modo, se alivia el picor de la piel tirante, se reduce el riesgo de desgarros cutáneos y se previenen las estrías.

También existen cremas especiales para embarazadas que son fáciles de untar y alivian los picores. Es aconsejable untar la crema en la zona del vientre, en el sentido de las agujas del reloj. Esto también mejorará la digestión y favorecerá el funcionamiento del sistema linfático.

El ejercicio físico también tiene un efecto muy positivo, ya que mejora el riego sanguíneo de la piel, preservando así su elasticidad y aliviando considerablemente la sensación de picor.

Si el picor se debe a una alergia al polen, es aconsejable ducharse después de cada paseo para eliminar los restos de polen, así como lavar la ropa y el calzado.

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¿Comer en el embarazo por dos?

Con una nutrición adecuada y una dieta equilibrada, evitarás no sólo complicaciones de salud, sino también un aumento excesivo de peso. La piel se vuelve menos tirante y no produce una sensación de picor tan fuerte.

Se suele decir que una embarazada debe comer por dos. Evita este consejo. Incluye en tu dieta una alimentación equilibrada, variada y sana. La comida debe ser el doble de sana, no el doble de grande.

¿Cuándo es un problema grave el picor en el embarazo?

Si el picor se hace insoportable, hay que estar alerta. El motivo puede ser la llamada colestasis intrahepática. Aunque no hay peligro para la madre, puede ser un presagio de ciertos riesgos y peligros para el bebé.

La colestasis intrahepática en el embarazo es una enfermedad cuyo origen aún no se ha dilucidado del todo. Probablemente esté relacionada con la acción de las hormonas estrógeno y progesterona sobre las células hepáticas. El hígado y la vesícula biliar funcionan mal y se segregan ácidos biliares en la sangre. Se caracteriza por fuertes picores y altos niveles de ácidos biliares en la sangre.

Si experimenta algún problema inusual, póngase en contacto con su médico. Esto se debe a que también puede haber otras enfermedades en el embarazo, como hepatitis infecciosa, infecciones víricas, daño hepático tóxico, preeclampsia o síndrome HELLP.

Alrededor del 10% de las pacientes desarrollan una leve coloración amarillenta de la piel. El picor en las palmas de las manos y las plantas de los pies es un síntoma típico, pero puede aparecer en otras partes del cuerpo. La irritación empeora sobre todo por la noche.

Al principio, la piel no se enrojece y no se aprecian otras alteraciones cutáneas. Sólo como consecuencia de un rascado intenso se producen enrojecimiento, irritación u otras lesiones.

El desagradable picor y la irritación de la piel suelen provocar trastornos del sueño, fatiga y agotamiento mental.

Tras el parto, se produce una resolución espontánea de las dificultades y una corrección de los resultados de laboratorio.

Sin embargo, existen riesgos para el feto. Los ácidos biliares atraviesan la placenta y son tóxicos para el feto. Cuanto más altos sean los niveles de ácidos biliares, mayor será el riesgo para el feto.

En las mujeres embarazadas, los niveles de ácidos biliares son naturalmente elevados. Los niveles de ácidos biliares de hasta 11 micromol/l se consideran normales. Las concentraciones de ácidos biliares superiores a 40 micromol/l se consideran de alto riesgo.

Posibles causas de picor en el embarazo:

Causas comunes de picor en la piel
  • crecimiento del abdomen
  • piel tirante
  • aumento de la sudoración
el picor puede aliviarse con cremas, ejercicio, etc.
causas graves de picor en la piel
  • alergias
  • colestasis intrahepática
el picor se vuelve insoportable, se requiere ayuda profesional

Cuál es el riesgo para el bebé en la colestasis intrahepática

Una de las posibles amenazas para el bebé es que inhale meconio. Meconio (también smolka) es el nombre que recibe la primera deposición del bebé. Es de color verde y contiene líquido amniótico, mucosidad, células muertas de la piel, etc. Es decir, todo lo que el bebé haya podido tragar mientras vivía en el útero. Normalmente, el meconio se expulsa en algún momento de los primeros días de vida del bebé.

El aumento de la concentración de ácidos biliares durante el embarazo provoca un aumento de las deposiciones en el feto. Su contenido puede pasar al líquido amniótico, que se enturbia. Hablamos del llamado líquido amniótico turbio o verde.

Normalmente, el bebé respirará por primera vez fuera del líquido amniótico, después de que nazca la cabeza. Sin embargo, hay situaciones en las que el bebé se ve obligado a respirar antes. El meconio en el líquido amniótico supone un riesgo de que el bebé lo inhale. Esto puede ocurrir antes o durante el parto.

La presencia de meconio en el líquido amniótico no significa inmediatamente que el bebé vaya a inhalarlo, pero es un riesgo grave.

El meconio también puede provocar una contracción aguda de la vena umbilical, con la consiguiente falta de oxígeno para el feto.

Otra amenaza es el efecto de los ácidos biliares en el corazón del bebé, que pueden provocar alteraciones del ritmo cardiaco y, por tanto, la muerte fetal intrauterina.

Como consecuencia de todas estas y otras complicaciones, existe riesgo de parto prematuro o síndrome de insuficiencia respiratoria.

Lea también sobre otras complicaciones graves en el embarazo, como la preeclampsia.

Tratamiento de la colestasis intrahepática en el embarazo

Los procedimientos de tratamiento dependen de la edad del feto y del nivel de ácidos biliares. Es importante conseguir una reducción de los niveles de ácidos biliares para poder acercarse a la fecha del parto y reducir el riesgo para el feto.

El ácido ursodesoxicólico se utiliza principalmente para tratar la colestasis intrahepática. Su administración es segura para la madre y el feto. También pueden añadirse al tratamiento otros agentes terapéuticos como la S-adenosil-L-metionina.

La administración de fármacos protectores del hígado o medidas dietéticas no suele ser necesaria. La insuficiencia hepática no supone un riesgo para la futura madre y la afección se corrige por completo tras el parto.

Forma leve de colestasis intrahepática

La forma leve se define como un nivel total de ácidos biliares entre 20 y 40 micromol/l. El tratamiento se inicia con ácido ursodesoxicólico. Se recomienda reposo físico y un régimen ahorrador. El seguimiento de las pacientes embarazadas se realiza de forma ambulatoria, normalmente a intervalos semanales.

El feto también se vigila y controla regularmente. En esta forma leve, no suele haber complicaciones, por lo que el embarazo no suele interrumpirse antes de la semana 38 de gestación. En función del estado de la paciente y de los valores de laboratorio, el parto se induce a más tardar en la fecha prevista.

Forma grave de colestasis intrahepática

La forma grave se produce cuando los valores de ácido biliar total son superiores a 40 micromol/l. Se administran dosis más altas de ácido ursodesoxicólico, a las que se añaden otros fármacos necesarios.

Los pacientes son hospitalizados y vigilados. Los niveles de ácido biliar suelen controlarse dos veces por semana. El feto también se controla regularmente mediante ecografía.

En la forma grave, el riesgo de complicaciones aumenta con la duración del embarazo, por lo que se recomienda interrumpirlo después de las 37 semanas. En algunos casos, puede considerarse la posibilidad de interrumpirlo antes.

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