Ludopatía - el juego. ¿Qué consecuencias tiene para la vida?

Ludopatía - el juego. ¿Qué consecuencias tiene para la vida?
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La ludopatía es un trastorno psiquiátrico desde 1994. Según la Clasificación Internacional de Enfermedades, se trata de un trastorno de la personalidad, concretamente un trastorno adictivo e impulsivo. Algunos expertos también se refieren a ella como una "adicción sin sustancias" porque comparte muchas características con otras adicciones.

Como tal, el juego es una actividad de ocio perfectamente legal.
El juego también es un juego legal, pero requiere más o menos recursos económicos del jugador.

Sin embargo, la ludopatía ya se define, según la Clasificación Internacional de Enfermedades, como episodios frecuentes o recurrentes de juego que dominan la vida de un individuo y que, además, conducen a la alteración de los valores familiares, sociales, laborales y material-económicos.

Surge como resultado de la interacción de factores psicológicos, conductuales, cognitivos y biológicos.

La diferencia entre el juego de azar y el juego ordinario es que en el juego de azar lo que está en juego suele ser dinero (póquer, black jack, dados, ruleta, maria, tragaperras, bingo, lotería, keno, eurojackpot), pero también la vida y la integridad física (ruleta rusa).

Interesante:
En algunos países el juego está prohibido.

Grupos de riesgo de personas con alta probabilidad de ludopatía

  • Personas con antecedentes familiares positivos de ludopatía
  • Según las estadísticas, los grupos de personas con mayor riesgo son los adolescentes (la edad media de inicio en el juego es de 12 años) y los jóvenes
  • Las personas con antecedentes de trauma psicológico durante la infancia (muerte en la familia, divorcio, alcoholismo, crianza) también están en situación de riesgo
  • los hombres son los más afectados, pero la ludopatía también está aumentando entre las mujeres
  • las personas que sucumben rápidamente al juego son sobre todo los desempleados y las personas con bajos ingresos. La razón es la "visión" de un beneficio grande y rápido.
  • Vulnerables son también quienes entran en contacto frecuente con el juego (crupieres, trabajadores de discotecas...).

La ludopatía aún no ha recibido mucha atención. Afecta al paciente, a su familia y a la sociedad en su conjunto.

En el momento del desarrollo de la ludopatía, el propio paciente puede no ser plenamente consciente del problema en el que se ha metido. El primer eslabón en la identificación del diagnóstico suele ser la familia.

El juego antes y ahora

Los juegos siempre han formado parte de la vida humana. Eran una forma de relajación y entretenimiento, por lo que su principio no era ganar mucho dinero.

En el pasado, la gente prefería los juegos sencillos, como lanzar piedras o ramitas. Más tarde, fueron los juegos de pelota, de cartas, de dados o de ajedrez.

A finales del siglo XVI, se desarrollaron juegos cada vez más complejos. Fueron los primeros precursores de las actuales máquinas tragaperras. Se trataba de aparatos de juego más pequeños, como cajas de música.

En 1905, se inventó en Alemania una máquina llamada cigüeña, que arrojaba chocolate cuando se tiraban monedas.

La primera máquina tragaperras se fabricó en 1981 en Nueva York. Contenía 5 rodillos y 50 cartas. Rápidamente se hizo popular y pronto se extendió. El premio aún no era dinero, sino lo que ofrecía un determinado negocio (por ejemplo, un vaso de whisky).

Los juegos de azar de hoy

Hoy en día, hay una serie de juegos de azar que son muy populares. El número uno, sin embargo, siguen siendo las máquinas tragaperras.

Se trata de grupos de juegos que ya no sirven para entretenerse, sino como medio para perder más dinero y desarrollar una adicción.

En la ludopatía existe una comorbilidad con otras adicciones (cigarrillos, alcohol, drogas), pero también con otras enfermedades mentales.

  • El póquer es un juego de cartas de azar cuyo principio consiste en combinar las cartas propias con las de los demás jugadores para conseguir la mejor mano con el valor más alto.
  • El black jack es un juego de azar en el que el principio es conseguir más puntos que tu oponente.
  • Mariah es un juego de cartas que se juega con siete cartas, siendo el rey y la reina las de mayor valor.
  • Dados es un juego de dados en el que gana el jugador con el total más alto.
  • La ruleta es un juego que se juega en una máquina con forma de rueda. Consta de dos pisos. En el superior están los números y en el inferior las bolas, y se hacen apuestas sobre los números y palos antes de realizar la tirada.
  • Las máquinas tragaperras son el juego más popular. Después de echar las monedas, se pueden hacer girar los rodillos de la máquina, que contienen diferentes cartas y personajes, y 2 ó 3 del mismo personaje significan una ganancia según una apuesta previamente determinada.

¿Quién es un jugador patológico?

Un jugador patológico es una persona que cumple los criterios básicos de la ludopatía. No se puede decir automáticamente que una persona que juega a las tragaperras o a otros juegos de forma esporádica juegue sólo porque parezca que lo hace con demasiada frecuencia.

Interesante:
Un EEG (electroencefalograma) realizado a un ludópata muestra algunas anomalías en los lóbulos frontal y temporal del cerebro. Se cree que las anomalías eléctricas en estas partes del cerebro provocan un aumento de la impulsividad y un deterioro de la atención en el ludópata.
Otros estudios, a su vez, han confirmado alteraciones en el metabolismo de la serotonina, la norepinefrina y la dopamina.

Criterios del jugador patológico

Existen determinados criterios que permiten concluir que un individuo es ludópata, ¿cuáles son?

Los criterios básicos de un jugador patológico:

  • el individuo tiene al menos dos episodios de ludopatía en un periodo de un año
  • estos episodios no son rentables, ni siquiera provechosos para el individuo, y le causan angustia y problemas en la vida cotidiana
  • el ludópata es incapaz de resistirse al juego y no tiene fuerza de voluntad para dejarlo
  • el paciente tiene pensamientos e ideas compulsivas sobre el juego (y experiencias de juego pasadas), está obsesionado con ellos, preocupado por ellos

Otros signos de jugador patológico más allá de los criterios básicos:

  • Planea volver a jugar, racionaliza (racionaliza falsamente por qué juega, por ejemplo, se refugia tras una discusión, busca la paz)
  • Miente a la familia y a los demás sobre la regularidad del juego No admite u oculta la regularidad del juego
  • Aumenta la cantidad de dinero y las apuestas realizadas (sensación de tensión, excitación)
  • Piensa de dónde sacar fondos para jugar (endeudamiento, préstamos, malversación, fraude, robo)
  • Cuando no juega, tiene pensamientos compulsivos acompañados de agitación interior Irritable, impulsivo
  • Pierde su trabajo, familia, amigos a causa del juego - su vida personal se desmorona
  • Cuando se da cuenta de su adicción, intenta repetidamente dejarlo. La ausencia de juego provoca inquietud y malos sentimientos

Tabla de tipos de jugadores:

Jugadores patológicos sociales Juegan para obtener beneficios económicos, suelen ser desempleados y personas socialmente vulnerables
Jugadores patológicos con baja autoestima Juegan para relajarse, desahogarse, aliviarse de tensiones acumuladas (familiares, laborales)
Jugadores patológicos muy adictos juegan para evadirse de la realidad, son impulsivos, tienen dificultades para controlar la ira, no tienen remordimientos por el juego ni por su comportamiento
Jugadores patológicos con trastorno de la personalidad juegan porque sienten un impulso muy intenso de jugar que no pueden resistir (similar al de los drogadictos)

¿A quién se confunde con un jugador patológico?

Es muy importante distinguir a los jugadores patológicos de los jugadores y apostadores normales. También son diferentes de las personas con otros diagnósticos psiquiátricos que también experimentan juego frecuente pero no es su problema principal.

  • Jugadores y personas a las que les gusta apostar - Se trata de individuos que no padecen un trastorno impulsivo del juego. El juego frecuente les produce una emoción momentánea, pero en la mayoría de los casos no se trata de una emoción, sino de un intento de ganar algo de dinero. Pueden mantener su juego bajo control y conocen un nivel saludable de lo que están haciendo. Nunca apuestan más dinero del que tienen. Pueden compensar la pérdida de pequeñas cantidades de dinero o no lo echan de menos.
  • Individuos con enfermedades psiquiátricas sin diagnóstico de ludopatía - A menudo vemos ludopatía en algunos trastornos psiquiátricos. Lo vemos en individuos maníacos y también en personalidades sociópatas. Es trabajo del psiquiatra distinguir qué trastorno está realmente presente basándose en los rasgos y características de personalidad predominantes y tratarlo en consecuencia.

El jugador patológico pasa por varias etapas

Como cualquier enfermedad o adicción, la adicción al juego tiene un principio, un curso y un final. Desde el principio de la adicción hasta su final, ya sea bueno o malo, el ludópata pasa por ciertas fases.

  1. Fase de pequeñas ganancias
  2. Fase de pérdidas repetidas
  3. Fase de pérdida total del control

La fase de pequeñas ganancias - la suerte del principiante

La fase de ganancias al principio del juego también se denomina la fase de la suerte del principiante. En esta fase es más fácil dejar de jugar porque el individuo aún no ha perdido el control del juego. Suele apostar cantidades pequeñas que consigue recuperar repetidamente, lo que aumenta su autoconfianza y la falsa creencia de ganancias mayores.

El problema es precisamente la suerte ocasional en el juego, las repetidas pequeñas ganancias en metálico y la percepción de una gran victoria que se lo impide. El jugador siente optimismo y euforia. Cree erróneamente que ganará una mayor cantidad de dinero. El riesgo lo corren principalmente aquellos que sufren de falta de dinero.

Su confianza le infunde valor, por lo que sube las apuestas, juega más a menudo y poco a poco cae en un círculo vicioso del que es difícil escapar. Tarde o temprano, el juego le engulle por completo.

La fase de pérdidas repetidas

Las apuestas más altas y el juego más frecuente no significan que no se gane. Al contrario, el jugador pierde dinero y, en un intento por recuperarlo, sigue aumentando la frecuencia del juego en lugar de abandonarlo. Aquí ya podemos hablar de ludopatía.

La pérdida de dinero se refleja también en su conducta y comportamiento. Tiene problemas no sólo en su vida personal, sino también en el trabajo o en la escuela. Empieza a mentir a su familia y a la gente de su entorno sobre la frecuencia con la que juega. Miente especialmente sobre la cantidad de dinero que ha perdido. Pensando que recuperará su dinero, empieza a pedir dinero prestado a su familia y más tarde se endeuda (pequeños préstamos).

Piensa constantemente sólo en el juego (pensamientos compulsivos), también en cómo dejarlo, pero suele fracasar. El comienzo de las mentiras, el comportamiento imprudente, los préstamos o incluso los pequeños robos marcan el inicio de la última fase del juego, es decir, la fase de pérdida de control. Se vuelve retraído, se aísla de los demás, se vuelve irritable e inquieto.

La fase de pérdida total de control

En la fase de pérdida de control, o la llamada fase de desesperación, el ludópata ya no es capaz de abandonar el juego sin ayuda de los demás. A pesar de todos los problemas anteriores que le ha acarreado, aumenta las apuestas. Dedica todo su tiempo y todos sus bienes al juego. Y no sólo los suyos. Recurre regularmente a actividades delictivas (robo, malversación) para conseguir fondos.

En esta fase, el individuo ya está completamente aislado de su entorno. Las relaciones interpersonales están en punto muerto, pierde a su familia, su trabajo, sus amigos. Se queda completamente solo con su adicción. Poco a poco, las restituciones anteriores le pasan factura, como los recordatorios por impago de préstamos, las ejecuciones hipotecarias, más de una vez extorsiones de dinero por parte de otras personas o demandas por robo.

Se encuentra en una situación de la que no hay vuelta atrás. Es consciente de ello, está arrepentido, pero nunca saldrá de ella sin ayuda (que a menudo rechaza). Por supuesto, culpa a todo el mundo menos a sí mismo de sus fracasos.

Hacia el final, se entrega a otras adicciones (alcohol, drogas), se deprime y se desespera. Los intentos de suicidio son frecuentes y no son raros los suicidios consumados, en los que el paciente considera que acabar con su vida es la única forma de redimirse de una situación difícil.

Tratar a un ludópata no es fácil

El tratamiento de la adicción es muy difícil. Aunque la ludopatía no es una adicción en el verdadero sentido de la palabra, tiene mucho en común con la adicción.
El individuo tiene la compulsión de jugar todo el tiempo. Cuando no tiene la oportunidad, se vuelve inquieto, irritable e incluso puede mostrar síntomas parecidos al síndrome de abstinencia.

La característica común no es sólo la sintomatología, sino también las similitudes en el tratamiento de la ludopatía.
Esto tiene, por supuesto, su lado oscuro. Se trata, en primer lugar, del consentimiento del propio paciente, que por un lado no quiere admitir la enfermedad y, por otro, firmar significa una ausencia de juego a largo plazo.

Psicoterapia y tratamiento hospitalario a largo plazo

El paciente-jugador debe estar totalmente controlado por otra persona. La razón es sencilla: una vez que deja de estar controlado, vuelve al juego. Precisamente debido a este control total, es necesaria la hospitalización a largo plazo en instituciones psiquiátricas especializadas bajo la supervisión de un psiquiatra.

Sólo en un centro hospitalario puede evitarse el contacto con el juego.

Durante la hospitalización, el paciente se somete a diversos tipos de psicoterapia y rehabilitación. Estos tratamientos se realizan con individuos, pero también en grupo. La familia suele ser un vínculo importante.

Medicación y atención ambulatoria

En los casos más graves, se suele administrar al paciente medicación, como antidepresivos, que amortiguan su explosividad, alivian el malestar, la ansiedad, la depresión y las ideas suicidas.

Tras el alta, se recomienda un seguimiento ambulatorio regular por parte de un psiquiatra, lo cual es muy importante, ya que los jugadores patológicos recaen con bastante frecuencia.

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Recursos interesantes

  • soslc. sk - Juegos de azar
  • solen. sk - Juego patológico, prácticas recomendadas
  • nehraj. sk - Mitos sobre los jugadores patológicos
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