Las mujeres y las pérdidas de orina? Afecta incluso más joven + causas y tratamiento, lo que ayuda?

Las mujeres y las pérdidas de orina? Afecta incluso más joven + causas y tratamiento, lo que ayuda?
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La incontinencia afecta sobre todo al sexo débil. Tampoco evita a las mujeres jóvenes. No espere y solucione este problema lo antes posible.

Las pérdidas espontáneas de orina en las mujeres no son una afección infrecuente.
¿Por qué se producen?
¿Cómo se puede influir en ellas y tratarlas?
¿Cómo pueden ayudarse no sólo las mujeres experimentadas sino también las jóvenes?

Las pérdidas deorina son un problema social e higiénico. Afectan en gran medida a las mujeres en particular. No evitan a las mujeres más jóvenes ni a las que practican deportes. Pueden provocar pérdida de confianza en sí mismas, vergüenza e incluso depresión.

Las pérdidas involuntarias de orina se denominan técnicamente incontinencia y se dan no sólo en ancianos, sino también en jóvenes o incluso en personas activas en el deporte.

Este problema no se resuelve por sí solo. Sin embargo, no hay que desesperarse ni deprimirse. Cuanto antes se acuda al médico, más eficaz será el tratamiento.

Incidencia de la incontinencia en mujeres en la tabla

Mujeres jóvenes 5-16 %
Mujeres de mediana edad 14-41 %
Mujeres mayores 4,5-44%

Según algunas estimaciones, se cree que hasta el 50% de las mujeres han sufrido pérdidas de orina ocasionales. Hasta el 20% de ellas requirieron tratamiento.

La incontinencia afecta a más del 15% de la población del país y puede aparecer a cualquier edad.

Entre las causas o factores que influyen en el desarrollo de la incontinencia se incluyen:

  • cirugía pélvica
  • ciertas lesiones
  • tumor
  • la edad
  • parto
  • obesidad
  • infecciones urinarias
  • incontinencia fecal

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Tipos de incontinencia

Las pérdidas de orina se dividen en varios tipos, que difieren entre sí por su manifestación y causa. Algunos son típicos de una determinada edad o sexo.

Clasificación de la incontinencia según la Sociedad Internacional de Incontinencia (tabla)

Incontinencia de esfuerzo escape de orina cuando aumenta la presión intraabdominal (tos, estornudos)
incontinencia de urgencia escape incontrolable de orina, asociado a una fuerte y repentina necesidad de orinar
reflejo causada por una actividad refleja anormal de la médula espinal
incontinencia por rebosamiento pérdidas de orina frecuentes o constantes
incontinencia extrauretral escape de orina por una vía distinta de la uretra

La incontinencia transitoria también puede estar causada por medicamentos como ciertos hipnóticos, diuréticos, espasmolíticos o antiparkinsonianos.

La incontinencia se clasifica en tres grados según su gravedad (clasificación de Ingelmann-Sundberg)

  1. Grado - fuga con aumento de la presión intraabdominal
  2. grado - fuga con aumento mínimo de la presión intraabdominal
  3. grado - fuga constante, sin relación con la actividad física

Descubre qué más puede provocar la incapacidad para retener la orina.

Incontinencia urinaria de urgencia

Afecta a hombres y mujeres en el periodo posmenopáusico. También suele asociarse al término vejiga hiperactiva.

Las pérdidas de orina van acompañadas de una sensación repentina y urgente de ganas de orinar. También se producen micciones frecuentes durante el día y la noche. Las causas que desencadenan la incontinencia de urgencia pueden ser infecciones del tracto urinario, un tumor o un agrandamiento de la próstata.

Incontinencia de esfuerzo

Es la salida espontánea y pasiva de orina cuando aumenta la presión intraabdominal. Afecta sobre todo a las mujeres. Se produce cuando la presión en la vejiga supera la fuerza del esfínter vesical. Ocurre con mayor frecuencia entre los 45 y los 55 años.

Suele producirse por pérdidas de orina al levantar objetos pesados, toser o estornudar. Está asociada a la hipermovilidad de la uretra o al debilitamiento del esfínter uretral. Entre las causas más comunes se encuentra el debilitamiento del suelo pélvico, por ejemplo por partos frecuentes.

Otras causas pueden ser una disminución de las hormonas sexuales en la menopausia, el debilitamiento del esfínter o una afección tras un traumatismo.

Incontinencia mixta

Es una combinación de incontinencia de esfuerzo y de urgencia. Suele darse en personas mayores.

Incontinencia refleja

Está causada por enfermedades nerviosas. Irrita el reflejo responsable de la excreción. Se manifiesta con una micción descoordinada e intermitente.

Incontinencia por rebosamiento

Está causada por un deterioro de la contractilidad (tensión) de la vejiga. Debido al llenado excesivo de la vejiga, se produce una salida de orina frecuente o incluso continua.

Signos de alerta de incontinencia incipiente

No te tomes a la ligera la incontinencia ocasional y los síntomas que la acompañan. No desaparecerán por sí solos, al contrario, es probable que empeoren. Así que no dudes en ponerte en manos de un urólogo que, si se detecta a tiempo, puede solucionar o al menos aliviar tu incipiente problema.

Fenómenos que pueden desembocar en incontinencia

  • micciones diurnas y nocturnas frecuentes
  • infecciones urinarias frecuentes
  • estreñimiento frecuente
  • urgencia urinaria intensa y urgente
  • ganas de orinar incluso con la vejiga poco llena
  • pérdidas de orina en posición horizontal
  • incapacidad para interrumpir el flujo de orina
  • pérdidas ocasionales de orina al toser o estornudar

Pérdidas de orina y menopausia

Sofocos, infecciones urinarias, problemas de sueño y pérdidas de orina no deseadas son sólo algunos de los inconvenientes que experimentan casi todas las mujeres durante la menopausia.

Climaterio es el nombre que recibe el periodo en el que se produce una disminución gradual de la función ovárica. Asociada a ella está la menopausia, que es el término con el que se conoce la pérdida del sangrado menstrual regular.

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Los cambios hormonales, como la disminución de los niveles de estrógenos, también afectan a los músculos abdominales y pélvicos, que se debilitan con estos cambios.

Dado que los músculos del suelo pélvico intervienen en el control de la vejiga, su debilitamiento también se refleja en la micción y en todo el sistema excretor. Pueden aparecer ganas frecuentes de orinar o dificultad para retener la orina. La posición y la elasticidad de la vejiga también cambian, lo que también afecta al control de la excreción.

Otros factores que contribuyen a la incontinencia durante la menopausia son las frecuentes infecciones urinarias causadas por el aumento de la sequedad de la mucosa.

El aumento de peso también suele estar presente durante la menopausia, otro factor que afecta a los ya debilitados músculos intraabdominales y del suelo pélvico.

Pérdidas de orina relacionadas con el embarazo

Los cambios que se producen en el cuerpo de la mujer durante el embarazo también afectan a la capacidad de retener la orina. Por supuesto, el peso del feto también es importante.

Incluso el parto afecta a la fortaleza de la vejiga y el suelo pélvico. El grado de deterioro depende del método y la duración del parto en sí. En particular, los partos repetidos en corta sucesión debilitan el suelo pélvico y el aparato de soporte de la uretra, lo que puede dar lugar a pérdidas de orina no deseadas.

La incontinencia también afecta a las mujeres jóvenes

Las pérdidas de orina también afectan a las mujeres jóvenes. A menudo, puede molestar incluso a las que están en forma.

¿Cómo es posible?

El esfuerzo físico excesivo ejerce una gran presión sobre los músculos del suelo pélvico, que se estiran en exceso y se debilitan. Esto ocurre especialmente en los deportes de fuerza, como el crossfit o el fitness.

Por lo tanto, un esfuerzo físico intenso y regular también puede ser la causa de un problema de pérdidas.

Diagnóstico de la incontinencia en la mujer

En la era actual de los métodos de exploración, la incontinencia puede evaluarse objetivamente y proceder así al tratamiento adecuado.

Para el diagnóstico es importante la historia clínica, es decir, la entrevista con la paciente. Se examinan los problemas anteriores, así como la situación social y la carga de trabajo. También son importantes las enfermedades anteriores.

El médico puede pedirle que rellene el llamado diario miccional, en el que se anota información como la ingesta de líquidos o el número de episodios de incontinencia, lo que proporcionará información más clara sobre la intensidad y la naturaleza de la enfermedad.

La información sobre la incontinencia en sí puede incluir datos sobre la naturaleza y el tipo de actividad durante la cual se producen las pérdidas de orina, así como la frecuencia y la cantidad de pérdidas involuntarias de orina.

También es importante un examen ginecológico. En él se evalúa la forma de la uretra externa o los signos de inflamación. También se busca una posible debilidad muscular en la zona genital y el suelo pélvico.

En las mujeres, la elasticidad de la uretra es un factor importante.

El médico puede pedirle que haga cosas como toser o empujar el suelo pélvico. Muchos procedimientos de exploración pueden resultar incómodos para el paciente y provocar un sentimiento de vergüenza.

Sin embargo, estos métodos son necesarios para que el médico evalúe las pérdidas de orina y la fuerza de la tensión del suelo pélvico, en función de lo cual se realizan los ejercicios de rehabilitación.

Los análisis de orina pueden indicar una infección urinaria, es decir, una inflamación de las vías urinarias. Estas inflamaciones son frecuentes en las mujeres y son uno de los factores que influyen o incluso desencadenan el desarrollo de la incontinencia.

Existen varios métodos y procedimientos de examen que pueden utilizarse para determinar el estado anatómico del uréter o el flujo de orina. El objetivo del examen es confirmar la presencia de incontinencia, determinar el tipo, la causa y el tratamiento posterior.

Tratamiento de la incontinencia en la mujer

En primer lugar, no dude en ponerse en contacto con su médico al primer síntoma de incontinencia. Cuanto antes busque ayuda profesional, mayores serán las probabilidades de éxito del tratamiento.

Al tratarse de un problema íntimo, muchas mujeres lo dejan para más tarde, y éste es el error más común que cometen.

Se recomiendan ciertas medidas para las mujeres que sufren pérdidas de orina, como modificar el estilo de vida, limitar la cafeína, el tabaco o controlar el peso en caso de obesidad.

La obesidad aumenta la presión intraabdominal e intravesical, es decir, la presión en la vejiga. Los depósitos de grasa estiran y debilitan el suelo pélvico.

Una vez evaluada la afección por un médico, se abordan determinadas medidas y tratamientos. La solución puede ser quirúrgica o no quirúrgica, es decir, conservadora.

Con el tratamiento conservador, el problema más común es la escasa cooperación de los pacientes, que a menudo se desaniman por el tiempo que requiere.

Para la incontinencia que se produce en la menopausia, se utiliza cada vez más el tratamiento con estrógenos. En este periodo, la falta de estrógenos en la mujer provoca un debilitamiento de la vejiga, la uretra y la vagina, y la mucosa es más propensa a sufrir daños e inflamaciones.

Otros fármacos que puede recetar el médico son los llamados anticolinérgicos, los beta 3-miméticos o la duloxetina.

¿Qué ayuda con las pérdidas de orina además de la medicación?

Ejercicios para fortalecer el suelo pélvico

El suelo pélvico y parte de la uretra están formados por músculos estriados. Cuando se ejercitan con regularidad, se fortalecen, al igual que otros músculos. Los resultados suelen observarse al cabo de unos 2 meses de ejercicio regular.

Los ejercicios de esta naturaleza pueden ser una especie de refuerzo y prevención. Sin embargo, no sustituyen a la visita al urólogo cuando el problema es auténtico y los ejercicios de este tipo requieren la colaboración de un fisioterapeuta especializado.

Los problemas de incontinencia están en manos de un médico. Si se presentan, no dude en solicitar ayuda profesional. Los ejercicios que presentamos no sustituyen la visita al médico.

Ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico:

Ejercicio 1

Durante la micción, intenta contraer los músculos para dejar de orinar. Si lo has conseguido, has dominado el primer ejercicio. Puedes practicar esta contracción muscular a lo largo del día, pero fuera de la micción para no interferir en su progreso.

Ejercicio 2

Intente contraer el recto. Puede comprobar que este ejercicio es correcto colocando el dedo en el perineo, la zona situada entre el recto y el órgano genital. Observe si se mueve.

Ejercicio 3

Retire la vagina. De nuevo, compruebe el efecto con un dedo que introduzca suavemente en la vagina. Más adelante, ya no será necesario comprobar la eficacia de los ejercicios de este modo. Después del primer ejercicio, comprenderá el sistema y el mecanismo de estos ejercicios.

Ejercicio 4

Arrodíllate y siéntate sobre los talones. Levanta los brazos por encima de la cabeza y elévate lentamente. Más tarde podrás mover la pelvis hacia los lados, así como hacia delante y hacia atrás.

Ejercicio 5

Siéntate y coloca una pelota entre los pies y apriétala.

Ejercicio 6

Siéntate en una silla, coloca una pelota más pequeña entre las rodillas y apriétala con las rodillas.

Ayudas para la incontinencia

Por último, pero no por ello menos importante, existen en el mercado una serie de ayudas especiales para la incontinencia que facilitan la vida con este problema de salud. Muchas ayudas para la higiene ofrecen comodidad, sensación de sequedad y eliminan los olores no deseados.

Superar el sentimiento de vergüenza y vivir una vida plena es posible gracias a las ayudas higiénicas modernas. Por supuesto, puede pedir consejo e información a su médico o farmacéutico.

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