Hepatitis vírica A: ¿es la falta de higiene la culpable de la transmisión?

Hepatitis vírica A: patología y riesgos

La hepatitis vírica A es una enfermedad inflamatoria aguda del hígado causada por el virus ARN de la hepatitis A. Se trata de un virus muy resistente, que resiste no sólo un pH muy ácido, sino también temperaturas de -70 ºC a 60 ºC.

No existe una forma crónica y es muy raro que la enfermedad se prolongue más de medio año. Suele presentarse de forma aguda y el periodo de incubación hasta que aparecen los primeros síntomas es de aproximadamente 28 días. Con menor frecuencia, puede llegar a ser de dos meses.

La enfermedad no suele ser muy grave, con una mejoría espontánea del cuadro. Rara vez es necesario el tratamiento con glucocorticoides en un centro médico. En pacientes inmunodeficientes, ancianos y enfermos, el curso puede ser más complicado.

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¿Es posible vacunarse?

Además de un buen pronóstico, la disponibilidad a largo plazo de la vacuna es algo positivo. Está probada en el tiempo, es segura y también muy eficaz.

Como medida de seguridad, deben vacunarse los trabajadores sanitarios y sociales o los turistas que tengan previsto viajar a un país de alto riesgo con mayor incidencia de la enfermedad. También deben vacunarse los miembros de los servicios de bomberos y policía.

¿Cómo se manifiesta la hepatitis A?

El curso de la hepatitis A varía en función de la edad del paciente y de las enfermedades asociadas. Puede ser asintomática, leve, inespecífica o típica de la hepatitis. Los síntomas más típicos son la coloración amarilla de la piel, de ahí el nombre de hepatitis, y el dolor bajo el arco costal derecho.

Evolución asintomática de la enfermedad

La enfermedad es asintomática en hasta un 90% de los casos, sobre todo en pacientes pediátricos, y se detecta de forma puramente incidental por los resultados de laboratorio, cuando se detectan anticuerpos y bilirrubina (un colorante amarillo) en la sangre.

Síntomas acompañantes inespecíficos

En niños mayores y adultos, se presenta como una forma aguda con manifestaciones típicas. La enfermedad comienza con un aumento inespecífico de la temperatura, debilidad, malestar, fatiga, dolor de cabeza y dolores musculares, náuseas, vómitos. Se asocian síntomas parecidos a una infección de las vías respiratorias, como tos y aumento de las secreciones nasales.

Evolución aguda típica de la enfermedad

Los síntomas básicos incluyen ictericia. Se trata de una coloración amarillenta de la piel y las escleróticas (similar a la cirrosis hepática o la insuficiencia hepática). La orina también es de color oscuro. Las heces son colicas, es decir, de color pálido. Los pacientes presentan dolor abdominal en la zona del hígado, por debajo del arco costal derecho. El hígado está agrandado, a veces también lo está el bazo.

Forma fulminante con insuficiencia hepática aguda

Ocurre esporádicamente. Afecta aproximadamente a un paciente de cada mil. La vida del paciente se ve amenazada por la insuficiencia hepática. Presenta los mismos síntomas que la hepatitis A aguda, junto con síntomas neurológicos.

Retirada de la enfermedad

Al cabo de entre dos semanas y un mes, la enfermedad comienza a remitir espontáneamente. Los síntomas se hacen más leves y la coloración amarillenta de la piel también remite.

¿Cómo se puede contraer la infección?

La hepatitis A se da sobre todo en personas con un bajo nivel de higiene, es decir, principalmente en la población socialmente desfavorecida. Un caso aislado no representa un gran problema social, pero la propagación de la enfermedad y la aparición de epidemias constituyen un grave problema tanto social como económico.

Posibles vías de transmisión

1. La fuente de infección es la persona enferma. Se transmite durante el periodo en que la enfermedad aún no se ha manifestado externamente, pero el virus se desprende por las heces. La infección se produce por vía fecal-oral, a través del contacto directo -manos sucias-.
2. La transmisión también se produce por vía alimentaria, a través de agua y alimentos contaminados.
3. La transmisión sexual también es posible pero poco frecuente, principalmente entre parejas homosexuales.
4. La infección también puede producirse a través de agujas contaminadas en drogadictos o trabajadores sanitarios.

Consejo: Lea también: ¿Qué significa intoxicación alimentaria y enfermedad de las manos sucias?

¿Cómo protegerse de la hepatitis A?

La vacunación es importante para las personas de riesgo, como técnicos de laboratorio, trabajadores sanitarios, policías, bomberos, trabajadores sociales, trabajadores de centros de crisis o trabajadores y voluntarios de comunidades gitanas. La posibilidad de infección en estas personas es alta si no se siguen las precauciones de seguridad.

Dato interesante: la vacunación contra la hepatitis A con inmunoglobulina humana fue utilizada por los soldados estadounidenses en 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, época en la que se produjo una importante epidemia de hepatitis. La vacuna redujo la incidencia de la enfermedad en casi un 80%.

La base de la prevención es la higiene. Los buenos hábitos de higiene son importantes no sólo en relación con la hepatitis, sino también con otras enfermedades que pueden contraerse por la suciedad.

Tratamiento de la hepatitis vírica A

La enfermedad se resuelve espontáneamente sin necesidad de tratamiento médico. Para el paciente son importantes el reposo, los líquidos, la rehidratación y la modificación de la dieta centrada en sustancias fácilmente digeribles y degradables.

• reposo en cama
• ingesta adecuada de líquidos
• terapia de rehidratación por infusión en el peor curso de la enfermedad
• infusión de glucosa en caso de vómitos persistentes
• dieta con aumento de la ingesta de hidratos de carbono
• restricción de proteínas y grasas en la dieta
• vitaminas B y C

¿Qué zonas están en riesgo?

En general, las zonas o comunidades de personas socialmente desfavorecidas, con bajos niveles de higiene, son las de mayor riesgo. Incluso puede decirse que la ictericia es una enfermedad de manos sucias.

¿Dónde viajar con extrema precaución?

Los países pobres son los de mayor riesgo. La mayor incidencia de hepatitis se registra en el norte de África, Sudamérica, especialmente Brasil y Venezuela, Mongolia, Indonesia, Irán e India. Los países menos afectados son Groenlandia, Rusia, China, Kazajstán, Argentina y Chile.

Información de interés.

¿Dónde, cuándo y quién enferma con más frecuencia?

A pesar de las estadísticas, la hepatitis se da en todo el mundo, sobre todo en las comunidades antes mencionadas. Se puede contraer en cualquier época del año, pero especialmente en septiembre y octubre. La enfermedad afecta más a menudo a niños de entre uno y cuatro años.