¿Cómo afecta la diabetes al peso corporal? Diabetes mellitus y estilo de vida

El peso corporal y la diabetes están estrechamente relacionados. La enfermedad se ve influida por el peso corporal, la dieta y el estilo de vida del individuo. El control del peso también depende del tipo exacto de diabetes.

Hiperglucemia/hipoglucemia, pérdida y aumento de peso en la diabetes, estilo de vida, dieta y muchas otras informaciones interesantes pueden encontrarse en el artículo.

Diabetes mellitus y metabolismo (del azúcar)

La glucosa es un azúcar que constituye una de las fuentes básicas de energía del cuerpo humano. Sin embargo, para convertir la glucosa en energía se necesita una hormona llamada insulina, que se produce en el páncreas.

La insulina es responsable del metabolismo de la glucosa (azúcar) en la sangre. Envía el azúcar a las células, donde se convierte en energía. Sin embargo, si la insulina es deficiente, las células no obtienen la energía que necesitan.

El azúcar no se desplaza y se acumula en la sangre, produciéndose una hiperglucemia.

Cuando hay una falta total de insulina (DM tipo 1) o cuando su efecto en los tejidos diana es insuficiente (DM tipo 2), el azúcar no se traslada a las células y su nivel en sangre aumenta.

Un nivel elevado y prolongado de azúcar en sangre puede provocar graves problemas de salud.

La diabetes mellitus se divide según su etiología en:

• Diabetes mellitus de tipo 1 (DM1).
• Diabetes mellitus de tipo 2 (DM2).

Diabetes mellitus de tipo 1 (DM2)

La diabetes de tipo 1 se da principalmente en niños, por lo que suele denominarse diabetes infantil. Es una enfermedad crónica en la que las células B del páncreas productoras de insulina dejan de funcionar.

El organismo desarrolla anticuerpos contra sus propias células. Es una enfermedad autoinmune con secreción insuficiente de la hormona insulina.

Diabetes mellitus de tipo 2

La diabetes mellitus de tipo 2 es mucho más frecuente. Se da sobre todo en la edad adulta, pero hoy en día también afecta a individuos más jóvenes.

La DM2 está asociada a un mayor peso corporal y a un estilo de vida poco saludable.

En la mayoría de los casos, la DM2 va acompañada de niveles elevados de colesterol en sangre, hipertensión arterial y síndrome metabólico.

En este tipo de diabetes, el organismo tiene una sensibilidad reducida a la insulina, que, a diferencia de la DM-1, se produce en exceso. Como consecuencia del exceso de peso, los tejidos diana del organismo no responden y se denominan menos sensibles a la acción de la insulina.

Hiper/hipoglucemia y síntomas en la diabetes

Los niveles de azúcar en sangre fluctúan a lo largo del día en todos los individuos. Sin embargo, en las personas sanas, la glucemia en ayunas no desciende por debajo de 3,9 mmol/l ni se eleva por encima de 5,9 mmol/l.

Lahipoglucemia es un trastorno que se produce cuando los niveles de glucosa en sangre descienden de forma significativa y se acompaña de sudor frío, palidez, escalofríos, palpitaciones y un cambio en el estado mental: nerviosismo, irritabilidad o pérdida de atención.

Una hiperglucemia muy elevada puede provocar convulsiones, pérdida de conciencia e incluso coma.

Los niveles de azúcar en sangre deben medirse con regularidad y no hay que subestimar ningún signo de hipoglucemia o hiperglucemia.

Una glucemia elevada tiene efectos nocivos en el organismo y provoca diversas complicaciones de salud propias de la diabetes tardía. La hiperglucemia es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Más información en el artículo:
¿Qué complicaciones de salud causa la diabetes? Incluso descuidada y sin tratar

Se manifiesta con un aumento de la sed, náuseas, fatiga, micción frecuente o visión borrosa.

¿Cómo afecta la diabetes al peso?

DM1

La diabetes mellitus reduce la producción de la hormona insulina. Si las células no pueden llevar a cabo la conversión de energía debido a la insulina, el cuerpo puede pensar que se muere de hambre.

Si el organismo no puede transportar la glucosa de la sangre a las células y utilizarla como fuente de energía, puede encontrar una fuente de energía alternativa, como la grasa o el músculo.

La consecuencia es una pérdida de peso involuntaria.

La pérdida repentina de peso puede ser un signo de inicio de niveles desajustados de glucosa en sangre. Aunque las personas con diabetes pueden perder peso de forma repentina, no es el síntoma más frecuente.

Es más frecuente en los casos de diabetes de tipo 1. Sin embargo, también puede darse en la diabetes de tipo 2.

Los síntomas de la diabetes de tipo 1 incluyen pérdida de peso repentina inicial, pérdida de peso, sensación de sed y hambre, micción frecuente, confusión y el típico olor a acetona en la boca.

DM2

El sobrepeso es un factor de riesgo importante para el desarrollo de la diabetes de tipo 2. Las personas con un peso elevado y una alta proporción de grasa suelen tener también niveles más altos de resistencia a la insulina, lo que a su vez puede conducir a la diabetes de tipo 2.

La resistencia a la insulina conduce a una mayor producción de insulina, lo que aumenta la sensación de hambre y el consiguiente riesgo de comer en exceso. Así pues, la resistencia a la insulina puede favorecer el aumento de peso, ya que el organismo intenta producir cada vez más insulina.

La cifra de peso también puede aumentar si se toma medicación con insulina.

Si una persona ya padece resistencia a la insulina, el proceso de pérdida de peso en sí puede resultar más difícil. La insulina afecta a las enzimas que intervienen en el almacenamiento de grasa. Los niveles elevados de insulina también provocan fuertes y frecuentes sensaciones de hambre.

Los síntomas de la diabetes de tipo 2 incluyen fatiga, hambre, sed, hormigueo en las extremidades, peor cicatrización de las heridas, visión borrosa, pérdida o aumento de peso.

Diabetes y estilo de vida para controlar el peso

La clave del control del peso y la estabilidad en la diabetes es medir regularmente la glucemia y responder a las desviaciones medidas.

Según las recomendaciones actuales, los diabéticos deben seguir una dieta y un estilo de vida diabéticos, que consisten en realizar mediciones diarias regulares de la glucemia, limitar la ingesta de azúcar y realizar actividad física regular para ayudar a mejorar la sensibilidad de los tejidos a la insulina.

Es necesario regular y mantener un peso corporal saludable. En la diabetes de tipo 2, que va acompañada de sobrepeso u obesidad, es necesario reducir el peso corporal. Tras la evaluación de un médico, es necesario tomar medicación para reducir los niveles de azúcar en sangre: fármacos antidiabéticos.

El pilar fundamental es el tratamiento de por vida con insulina, que se inyecta (pincha) de forma indolora justo debajo de la piel. La aplicación se facilita mediante plumas de insulina o una bomba de insulina, que también puede monitorizar los niveles de azúcar en sangre para que la insulina esté disponible cuando se necesite.

El estilo de vida y el control del peso en la diabetes están relacionados con:

1. Medición regular de la glucemia (glucómetro, sensor, bomba).
2. Buenos hábitos alimentarios
3. Actividad física regular

1. Medición de los niveles de azúcar en sangre

La glucemia, el valor de la glucosa en la sangre, se detecta de forma indolora a partir de 1 gota de sangre del dedo utilizando un glucómetro. Además de un glucómetro normal, también existen sensores subcutáneos o una bomba de insulina.

La medición regular y la reacción a las desviaciones medidas (insulina, glucagón, azúcar...) es una prevención de la salud y de la propia gestión del peso.

Lea también:
Niveles de azúcar en sangre: ¿qué es normal y qué es hiper/hipoglucemia?

2. Alimentación y dieta adecuadas

La selección y el horario adecuados de las comidas forman parte habitual de la dieta y del plan de tratamiento de la diabetes.

Es aconsejable consultar a un médico y a un nutricionista que expliquen al diabético las reglas básicas de la dieta y calculen la dosis de insulina necesaria. La dieta es individual en función de la edad, el peso, las intolerancias alimentarias y el estado de salud.

En el caso de la diabetes de tipo 2, la dieta y el control del peso son las claves del tratamiento.

Sobre todo, se trata de reducir al mínimo la ingesta de azúcares simples, sustituyendo los alimentos muy procesados por opciones más sanas. Se presta atención a la regularidad de las comidas y a la calidad de los alimentos.

3. Actividad física regular adecuada

La actividad física regular ayuda a reducir la resistencia a la insulina y favorece el sistema cardiovascular. Son adecuadas la marcha, la natación, el entrenamiento con pesas y el yoga. Básicamente, cualquier actividad que se adapte al diabético.

Diabetes y dieta

Un diabético no debe excluir completamente de su dieta ninguno de los tres macronutrientes básicos: hidratos de carbono, grasas o proteínas. Sin embargo, es necesaria cierta restricción de hidratos de carbono (azúcares).

Proteínas

Las proteínas deben consumirse a razón de 1-1,5 g de proteínas por 1 kg de peso corporal. De las proteínas, hay que centrarse en las que no contienen grandes cantidades de grasa.

Son adecuadas las claras de huevo, la carne magra (pollo), las legumbres y los productos lácteos bajos en grasa.

Grasas

Se recomiendan las grasas insaturadas en lugar de las saturadas. En cuanto a las grasas, es aconsejable centrarse en los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en el pescado, los frutos secos, las semillas, los aguacates, algunos quesos, los huevos o el aceite de oliva.

Hidratos de carbono

Los azúcares deben consumirse en la dieta en proporción al índice glucémico de los alimentos y deben ser ricos en fibra. En la dieta de un diabético deben predominar los hidratos de carbono complejos, no los azúcares rápidos.

El índice glucémico es un número que representa la posición de un alimento en una escala de 0 a 100 basada en la rapidez con la que el azúcar del alimento afecta a los niveles de glucosa en sangre.

Los alimentos con un índice glucémico alto contienen azúcar que se absorbe con rapidez, por lo que elevan considerablemente los niveles de glucosa en sangre.

Esto provoca rápidamente una sensación de hambre.

Consumir sobre todo hidratos de carbono de liberación lenta es más beneficioso para la salud porque los niveles de azúcar en sangre son más estables. Por lo tanto, dentro de los hidratos de carbono, es adecuado comer legumbres, cereales integrales y arroz negro.

Los diabéticos, sin embargo, deben llevar llevar primeros auxilios en forma de azúcares en caso dehipoglucemia agudae.

Verduras y frutas

El consumo de verduras de bajo índice glucémico y ricas en nutrientes esenciales es esencial. Las verduras con almidón, como los guisantes, las zanahorias o las patatas, también son adecuadas para ayudar a mantener una glucemia saludable.

Las frutas, aunque contengan fructosa, deben formar parte de una dieta equilibrada para diabéticos. Lo ideal es elegir frutas con un índice glucémico de bajo a medio. Algunos ejemplos son los plátanos, los arándanos, las naranjas, las fresas, las uvas o los kiwis.

Consejos para dietas de diabéticos:

• Comer regularmente raciones más pequeñas
• Evitar los dulces y las golosinas
• Limitar las bebidas azucaradas
• Pan integral en lugar de pan blanco
• Arroz integral en lugar de blanco
• Pasta integral en lugar de blanca
• Ingesta adecuada de verduras
• Ingesta adecuada de fibra
• Reducir el consumo de alcohol
• Ingesta adecuada de proteínas
• Ingesta de grasas insaturadas en lugar de saturadas
• Evitar los alimentos semiprocesados y muy procesados
• Beber suficiente agua limpia

¿Qué hay que evitar con la diabetes?

• Ingesta excesiva de carbohidratos en general
• Dulces y golosinas
• Tomar bebidas azucaradas
• Productos lácteos azucarados
• Ingesta excesiva de alimentos grasos
• Ingesta insuficiente de verduras
• Bollería blanca
• Ingesta excesiva de alimentos precocinados
• Alcohol y tabaco
• Dietas estrictas de choque y desintoxicación
• Consumo insuficiente de alcohol