¿Ansiedad, miedo, depresión u otros síntomas? Las causas se remontan al pasado

¿Ansiedad, miedo, depresión u otros síntomas? Las causas se remontan al pasado
Fuente de la foto: Getty images

La ansiedad, el miedo, la tristeza u otros estados psicológicos son manifestaciones de perturbaciones en el funcionamiento normal de la psique. Conducen a la depresión, al agotamiento y, en casos trágicos, al suicidio. Los cambios en la experiencia psicológica son el resultado de una amenaza potencial o real. Sus causas varían, pero siempre traen consigo sufrimiento.

La salud mental de una persona es tan importante como su salud física. Sin embargo, la psique humana es mucho más frágil que el cuerpo físico y, por tanto, más vulnerable. A diario se ve afectada por muchos factores que pueden alterar su funcionamiento normal.

Diversas situaciones estresantes y traumáticas, actuales o pasadas, pueden causar una depresión temporal, pero también dejar una huella permanente y alterar de forma definitiva toda la personalidad de una persona.

¿Cómo puede afectar el pasado al presente?

La experiencia de una persona es un fenómeno abstracto. Sin embargo, es la columna vertebral y el reflejo de su psique y su comportamiento. La experiencia es un conjunto de percepciones, ideas, pensamientos y sentimientos, cuya base viene determinada por las vivencias particulares del individuo. Puede cambiar.

Dependiendo de la situación particular en la que te encuentres actualmente y de la forma en que te veas saliendo de ella, así será tu vivencia. Pero el motivo de una mala vivencia no tiene por qué ser la situación actual.

Las experiencias de hace mucho tiempo que son traumáticas por algún motivo también pueden dejar una huella duradera o permanente en el pensamiento actual de una persona y en sus acciones futuras. Por ejemplo, una decepción del pasado puede influir en nuestro pensamiento actual (esperamos que la situación se desarrolle como antes).

El miedo y la ansiedad en la experiencia humana

la mujer se agarra la cabeza, tiene miedo
Miedo. Fuente: Getty Images

El miedo y la ansiedad son factores importantes en la experiencia de todo el mundo. La diferencia entre estos dos conceptos radica en su concreción.

Pueden tener lugar por separado en la mente de una persona, pueden combinarse entre sí, pueden existir como dos emociones simultáneas que, por su combinación, agravan la propia experiencia.

El miedo es un sentimiento o emoción subjetiva negativa que surge a causa de un mal inminente concreto, potencial (supuesto) o real (peligro).

Se manifiesta mediante una experiencia negativa y todo un acompañamiento de manifestaciones autonómicas como palidez, sudoración, respiración acelerada, taquicardia, palpitaciones, temblores, náuseas, vómitos o diarrea.

La ansiedad también es un sentimiento o emoción negativa subjetiva que no tiene una base tan concreta como el miedo.

Este estado emocional surge de la incertidumbre, las malas premoniciones o los peores temores, que en algunos casos pueden no ser tan reales en última instancia como su realidad es asumida por quien los experimenta. De forma similar al miedo, se producen manifestaciones vegetativas del cuerpo.

Manifestaciones de miedo y ansiedad:

  • experimentación negativa
  • inseguridad, miedos, inquietud psicomotriz
  • insomnio, despertares frecuentes, pesadillas
  • aumento del ritmo cardíaco, sensación de latidos fuertes o presión en el pecho
  • aumento de la frecuencia respiratoria, dificultad para respirar (hiperventilación)
  • palidez facial
  • sudoración excesiva (a menudo en las palmas de las manos y los pies)
  • temblor interno (sensación)
  • temblor de manos, de todo el cuerpo
  • náuseas, vómitos, diarrea

La depresión precede pero también intensifica el miedo y la ansiedad

mujer deprimida, llorando y agarrándose la cabeza
Depresión. Fuente: Getty Images

El miedo y la ansiedad son emociones desalentadoras y angustiosas que suelen asociarse a la depresión. La depresión es el estado resultante de factores negativos prolongados.

La diferencia entre la depresión y un estado depresivo transitorio es el tiempo que dura y la intensidad de los síntomas. El diagnóstico definitivo sólo lo hace un psiquiatra.

La depresión como diagnóstico final es siempre una afección grave y se clasifica como trastorno afectivo.

Los episodios depresivos más graves pueden desencadenar el desarrollo de síntomas psicóticos, como delirios y alucinaciones, y el paciente puede quedar completamente postrado en cama debido a la parálisis del sistema motor físico.

Manifestaciones de la depresión:

  • experiencia negativa
  • tristeza, llanto, crisis de llanto
  • inseguridad, miedos, inquietud psicomotriz
  • temblor interno (sensación)
  • cerrazón mental
  • insomnio, despertares frecuentes, pesadillas
  • aversión a la comida
  • náuseas, vómitos, diarrea
  • trastornos de la concentración
  • trastornos de la memoria
  • agresividad

Apatía frente a manía

mujer con dos caras
Trastorno afectivo bipolar. Manía vs. depresión. Fuente: Getty Images

Los estados de ansiedad, miedo y depresión pueden hacer que una persona se muestre apática hacia el mundo exterior.

Laapatía se manifiesta por reacciones mínimas o nulas a los estímulos externos. El paciente se muestra indiferente al entorno debido a la falta de emoción y motivación.

La apatía se da muy a menudo en pacientes deprimidos que experimentan una gran tristeza interior. Estas personas sienten que su situación no tiene solución y que nadie puede entender lo que están viviendo.

Se encierran en sí mismas, se comunican poco o nada con los demás y, poco a poco, pierden totalmente el contacto con el mundo.

Lo contrario de la apatía es la manía, que aparece de forma transitoria en la depresión o como parte de un trastorno maníaco-depresivo bien desarrollado.

La manía es una fase de excitación paradójica y transitoria. El paciente se vuelve hablador hasta excesivamente ruidoso, sociable, eufórico e hiperactivo durante un tiempo. Puede verse como una especie de cortocircuito, intentando salir de la situación.

El trastorno maníaco-depresivo, ahora también llamado trastorno afectivo bipolar, es un diagnóstico psiquiátrico y una afección médica grave. Se caracteriza por la alternancia de manía y depresión. Sin embargo, no es una afección transitoria ligada a un periodo difícil concreto, aunque puede dar el pistoletazo de salida a la enfermedad.

Los ciclos individuales de cambios de humor duran de unos días a semanas en cada paciente. Los ciclos son continuos, y esporádicamente puede producirse una fase asintomática entre ellos, aunque esto ocurre en un número mínimo de pacientes.

Manifestaciones del trastorno afectivo bipolar

  • Trastornos del estado de ánimo
  • alternancia de manía y depresión
  • ciclos regulares
  • el estado de ánimo no coincide con la situación actual

La agresividad como manifestación de la tristeza

la mujer se agarra el pelo y grita, es agresiva
Agresión. Fuente: Getty Images

La tristeza y la melancolía es una emoción negativa basada en la prevalencia de la evaluación negativa de una situación concreta por parte del propio individuo.

Se manifiesta por un deterioro psicomotor. Los enfermos están inactivos, débiles, tienen un sentimiento de impotencia.

Son hipersensibles, a menudo lloran y tienen estados de excesivo pesar. Internamente, experimentan sentimientos de impotencia, soledad y vacío.

En algunos casos, la solución o el intento de solución a los problemas actuales se manifiesta mediante una agresividad excesiva, pero no hay forma de salir del problema.

Laagresión puede ser verbal o física, dirigida a objetos, animales, a uno mismo y a otras personas. También es una manifestación de impotencia en el momento.

Manifestaciones de la agresividad:

  • insultos verbales, intimidación y humillación de los demás
  • tono de voz elevado, gritos
  • apretar los puños
  • apretar la mandíbula
  • gestos agresivos
  • destrucción de objetos
  • herir a los animales
  • hacerse daño a sí mismo
  • herir y agredir a otras personas
  • suicidio, asesinato

CONSEJO: Agresión. ¿Qué dicen los psicólogos sobre este problema?

No dejes que el pasado destruya la felicidad del momento

El cerebro humano es un órgano complejo, y el pensamiento y la experiencia humanos son un fenómeno aún más complejo. No sólo experimentamos el momento, sino que también, en algún lugar de lo más profundo de nuestra conciencia, aparecen en nuestra mente experiencias que ya se han vivido alguna vez y que pueden afectar a nuestra experiencia presente si se lo permitimos.

En primer lugar, es necesario darse cuenta de que los acontecimientos del pasado no tienen nada que ver con la situación actual. No tienen por qué repetirse siguiendo el mismo guión. Debemos aprender a despedirnos del pasado y a no revivir algo que ya no existe.

La situación actual en la que te encuentras es nueva y no se repetirá jamás. Por eso debes dejar de lado todos los viejos miedos y enfrentarte al aquí y ahora. Puede que las cosas no salgan como quieres, puede que sufras otro golpe de la vida, pero todo pasa por algo. Debemos aprender de todo (incluso de lo negativo). Puede que lo que ahora ves como un problema no sea más que un nuevo comienzo.

silueta del rostro de una mujer de perfil al amanecer
El cerebro es un órgano complejo, la mente humana lo es aún más Foto: Getty Images

¿Tengo un problema? Cómo detectar las señales de alarma

La mayoría de las personas que padecen un trastorno psicológico son conscientes de ciertos síntomas, pero no le dan suficiente importancia. Se retraen, sufren y pierden poco a poco el contacto con su entorno. La presencia de la enfermedad suele ser alertada por quienes les rodean.

Si no se aborda el problema, los pacientes se encierran en sí mismos por completo. Se entregan al alcohol o a otras drogas creyendo que es una solución temporal a la situación, pero esto puede volverse rápidamente en su contra.

¿Qué precede a la secuencia de acontecimientos?

Una de las primeras señales de alarma, aunque no sea un síntoma, puede considerarse la situación en la que nos encontramos: una situación que nos ha decepcionado, que no ha salido como queríamos, que nos ha hecho daño o nos ha quitado algo o a alguien.

Es cualquier situación que nos afecta negativamente. El estrés asociado a ella es como un peldaño en un ciclo de acontecimientos y estados de vivencia posteriores.

Por ejemplo, la muerte de un ser querido, la disolución de un matrimonio, la pérdida de un empleo, la pérdida de un estatus social existente, el diagnóstico de una enfermedad grave o mortal para ti o para un ser querido, un accidente de coche grave con consecuencias como la parálisis o la amputación de un miembro, y otras.

¿Qué sigue a un acontecimiento difícil?

El miedo, los trastornos del sueño, especialmente el insomnio y los frecuentes despertares nocturnos, pueden ser la causa de pensamientos compulsivos relacionados con la búsqueda de una solución o incluso la formación de todo tipo de conclusiones e ideas posibles. A veces, los trastornos del sueño vienen precedidos por la incertidumbre y los signos de interrogación asociados a ella.

La formación de las conclusiones más terribles a menudo conduce al miedo, la depresión, la ansiedad. Uno se siente como si estuviera en un círculo vicioso del que no puede salir. Cuanto más dura este estado, más se sucumbe a la idea de que no hay solución. Alternativamente, uno no se identifica con la solución existente porque podría significar, o significa, un gran cambio (un cambio no deseado en ese momento).

El llanto y los arrebatos agresivos son frecuentes, y a veces no son perjudiciales, sino que ayudan a la persona a sacar los sentimientos negativos y le proporcionan un alivio momentáneo.

Por supuesto, se trata de agresiones que no se dirigen hacia uno mismo ni hacia otras personas. Cuando se cruza esta línea, a menudo se trata de una patología grave que no es más que una progresión de todo esto.

  • una situación mala, negativa, traumática y aparentemente desesperada
  • pensamientos compulsivos, necesidad de pensar constantemente en lo sucedido
  • reclusión, apatía, búsqueda de la soledad
  • aversión a la vida y a las actividades, disminución de la comunicación
  • trastornos de la atención y la concentración
  • trastornos del sueño (insomnio, vigilia, pesadillas, enuresis en los niños)
  • sentimientos de inseguridad, a veces temores infundados
  • estados de depresión, ansiedad y miedo a lo que va a pasar o ha pasado
  • llanto, ataques de llanto, rabia, agresividad verbal, dirigida hacia objetos, hacia uno mismo o hacia el entorno
  • abuso de diversas sustancias como solución temporal a la situación
  • autolesiones, tendencias suicidas, suicidalidad

¿Qué puede ocurrir si no cuidamos nuestra salud mental?

Si no se aborda la causa primaria o no se puede olvidar, es necesaria la ayuda de la familia, el entorno, un psicólogo o un psiquiatra. No abordar la afección sólo significa una cosa: su progresión. La progresión de la afección tiene graves consecuencias, que afectan significativamente no sólo al paciente, sino también a quienes le rodean.

Lo primero que puede producirse es un colapso psicológico. El paciente se siente abandonado y solo, no puede realizar las actividades cotidianas normales, no le gusta comer, no se ocupa de sí mismo. Los pacientes colapsados o postrados en cama no son una excepción.

SUGERENCIA: Síndrome de Burnout, ¿lo padece?

Varias adicciones, como el abuso del alcohol, son muy comunes. El alcohol puede ayudar al principio, pero más tarde, cuando se consume con regularidad, profundiza la depresión y causa otros problemas de salud (úlceras de estómago, cirrosis hepática, insuficiencia renal y cardíaca). Los fumadores fuman más de lo habitual, los no fumadores suelen empezar a hacerlo. En algunos casos más graves, las personas recurren a sustancias psicotrópicas (en forma de medicamentos, drogas).

La mala adaptación psicológica combinada con la predisposición genética, el consumo de alcohol y de sustancias psicotrópicas, junto con otros efectos adversos, provocan el desarrollo o el brote de enfermedades más graves como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno maníaco-depresivo, la esquizofrenia y varias otras.

La consecuencia última y más grave es el suicidio consumado, que viene precedido por el suicidio de los auténticos suicidas por síndrome de abstinencia.

Interesante:
Si alguien amenaza repetidamente con suicidarse y se corta las venas "a la ligera" de forma demostrativa o bebe drogas y llama la atención sobre ello, eso no es un suicidio real. En los suicidios reales, a los pacientes no les interesa tener "público". Realmente quieren cometer el acto, por lo que no "informan" a los que les rodean sobre ello. Los que hablan mucho sobre ello normalmente sólo quieren llamar la atención sobre sí mismos, o chantajear a alguien así.

¿Cómo recuperar la tranquilidad?

En el pasado, el tratamiento de las afecciones psicológicas y las enfermedades psiquiátricas consistía principalmente en medicación. A quien no le funcionaba la medicación, acababa en un hospital psiquiátrico, a menudo en régimen de aislamiento y con una camisa de fuerza.

Interesante:
En la primera mitad del siglo XX, para tratar los trastornos psiquiátricos se utilizaba la trepanación del cráneo (perforación de agujeros). Se introducía un instrumento en el agujero resultante y se utilizaba para lobotomizar el lóbulo frontal. Los médicos de la época pensaban que, al interrumpir algunas de las conexiones del cerebro, el paciente se curaría. Hoy sabemos que no es así. Sin embargo, en algunos países, como Kenia, la trepanación del cráneo se utiliza para eliminar la posesión por espíritus malignos.

Hoy en día se siguen utilizando medicamentos, pero son más eficaces gracias al continuo desarrollo científico de la industria farmacéutica. No obstante, se prefieren las terapias no farmacéuticas (si la situación lo permite).

mujer meditando a la luz de las velas
Auto-hipnosis y la meditación es utilizado por más y más personas Foto: Getty Images

Encuentra la raíz de tu problema en el pasado

Las meditaciones son útiles para encontrar el origen del problema. Despejan la mente de emociones psicológicas negativas y ayudan a los pacientes a pensar sin ellas.

Ayudan a responder preguntas:

  1. ¿Cómo surgió el problema?
  2. ¿Cómo he llegado hasta aquí?
  3. ¿Por qué reaccioné así?
  4. ¿Era lo correcto?
  5. ¿Qué me llevó a hacerlo?

Es en la última pregunta donde encontrarás a menudo que los miedos han llevado al deterioro de tu situación. Los miedos son a menudo infundados e inadecuados, y las causas de los miedos se remontan al pasado y a experiencias ya vividas.

Estas experiencias pueden haber influido en tu toma de decisiones en el presente, pero ¿fue tu decisión la correcta? ¿No fueron sólo el miedo y la ansiedad los que te llevaron a ella?

Recuerda que permitir que el miedo, la ansiedad y la preocupación tomen decisiones por nosotros no es correcto.

Aprende a trabajar contigo mismo y con tu enfermedad

Antes de empezar a creer en lo intratable de la situación y de tu estado actual, aprende a trabajar con ello. Lo más importante es darse cuenta de que estás sufriendo y de que no va a parar por sí solo.

La mente debe entrenarse durante los periodos en los que está en reposo, es decir, cuando estás sufriendo un ataque de ansiedad, miedo, pánico o un episodio depresivo.

La meditación o la autohipnosis y la relajación son apropiadas durante los momentos de tranquilidad. ¿Cómo hacerlo paso a paso?

Etapa inicial de los ejercicios de meditación Etapa avanzada de los ejercicios de meditación
  • Siéntate o túmbate cómodamente
  • cierre los ojos (permanezcan cerrados durante todo el ejercicio)
  • relaja completamente el cuerpo hasta la punta de los dedos
  • Sienta su respiración (la respiración debe ser lenta y profunda)
  • contenga la respiración un momento al inspirar
  • exhale lenta y suavemente
  • no piense en sus problemas actuales, sólo sienta el momento
  • con tu mente, ve hacia tu interior
  • imagine que está fuera del espacio y del tiempo
  • durante algún tiempo siente esta sensación de felicidad y relajación
  • Siente la oleada de energía y poder que te aporta
  • Siéntate o túmbate cómodamente
  • Cierre los ojos (manténgalos cerrados durante todo el ejercicio).
  • relaja completamente tu cuerpo hasta la punta de los dedos
  • Sienta su respiración (la respiración debe ser lenta y profunda)
  • contenga la respiración un momento al inspirar
  • exhale lenta y suavemente
  • imagine en su mente la situación que ha resultado positiva
  • Crea que la situación ha resultado como la había imaginado.
  • no deje lugar a dudas de que no es así
  • piense en tiempo presente (no va a salir bien, pero salió bien, salió)

Los ejercicios de autohipnosis y meditación forman parte de las terapias psicológicas y se han hecho cada vez más populares en los últimos tiempos. Ayudan a establecer la paz en la mente, lo cual es importante y crucial.

Si nunca has probado este tipo de ejercicios, ya es hora de que empieces. Han ayudado a muchos pacientes y personas que han tenido algún problema. Hay muchos casos registrados en los que estos ejercicios incluso han ayudado a la gente a encontrar una solución a un problema.

Interesante:
En la década de 1920, el investigador estadounidense Edmund Jacobs investigó la conexión mente-cuerpo. Descubrió que el pensamiento negativo afecta a las manifestaciones somáticas en el cuerpo. Si suponemos constantemente que una situación va a resultar negativa, así será. Esto también se aplica a las enfermedades que nos afectan.

¿Cómo es posible?

Cuando imaginas que tu situación actual ha salido bien, las soluciones que te han llevado a ella aparecen en tu mente. Sólo con la mente despejada puedes encontrar una solución al problema. Las respuestas a tus preguntas aparecen de la nada.

Meditácia splneného želania

fcompartir en Facebook

Recursos interesantes

El objetivo del portal y del contenido no es sustituir a los profesionales examen. El contenido es para fines informativos y no vinculantes sólo, no consultivo. En caso de problemas de salud, recomendamos buscar Ayuda profesional, visitando o contactando a un médico o farmacéutico.