¿Quién trata el síndrome de fatiga crónica y cómo?

No existe un tratamiento específico para el síndrome de fatiga crónica, lo que significa que actualmente no hay ningún fármaco, ninguna pastilla, que cure completamente la enfermedad.

La terapia consiste en regímenes que son clave para mejorar la calidad de vida del paciente y tratamientos farmacológicos de apoyo que ayudan al paciente a controlar los síntomas acompañantes de la enfermedad.

Tratamiento no farmacológico

Hay que establecer un régimen diario y una actividad física que se ajusten al estado del paciente.

En el tratamiento de la enfermedad, no es aconsejable intentar superar la fatiga forzando la actividad física.

Durante los periodos en los que la fatiga disminuye, es aconsejable introducir actividades regulares y razonables como

  • caminar
  • ejercicio aeróbico ligero
  • deporte recreativo
  • jardinería

Técnicas como el entrenamiento en respiración profunda, la relajación muscular, los masajes, el yoga y los ejercicios de Tai Chi también han dado muy buenos resultados con los pacientes.

Gradualmente, se aumenta la intensidad y duración de la actividad física, por supuesto bajo la supervisión más experta de un médico o fisioterapeuta.

El objetivo de la colaboración paciente-terapeuta es aprender a equilibrar el descanso y la actividad para que el paciente evite con éxito los brotes de fatiga.

Otro régimen eficaz es recomendar y educar al paciente en los principios de la nutrición racional y una dieta variada para que todos los minerales, vitaminas y nutrientes esenciales se tomen en su forma natural y preferiblemente absorbible.

También es esencial el control mental y de los pensamientos y su influencia en las acciones y sentimientos del paciente. Es importante aprender a reconocer las actividades y comportamientos que hacen que el paciente se sienta cansado, sólo así podrá minimizarlo.

¿Y?
La respuesta a la pregunta "¿Quién trata el síndrome de fatiga?" es...
En el tratamiento intervienen varios especialistas, desde neurólogos, psicólogos y fisioterapeutas hasta expertos en formación o psiquiatras.
Depende del curso general de la persona y de sus dificultades.

Tratamiento farmacológico

Suplementos nutricionales

Incluye el tratamiento de apoyo mediante suplementos minerales. Esto incluye principalmente magnesio, zinc, selenio, vitaminas especialmente del grupo B y vitamina D, pero también otras vitaminas C y E, A.

Tratamiento del dolor

Los pacientes sufren muy a menudo dolores de cabeza, musculares y articulares. Los analgésicos y los antiinflamatorios no esteroideos son soluciones adecuadas. Sin embargo, su uso a largo plazo puede acarrear una serie de complicaciones, como la aparición de una úlcera gástrica con hemorragia.

Los opiáceos son muy adictivos, por lo que sólo se utilizan en casos muy graves y durante el menor tiempo posible.

Antidepresivos tricíclicos

Varios antidepresivos tricíclicos tienen un efecto significativo en la mejora del sueño, el control del dolor y el alivio de la fatiga.

En este caso, bastan dosis más bajas que las utilizadas en el tratamiento de la depresión.

Los más eficaces son los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina (IRSN).

También se utilizan agentes como la fluoxetina, la sertralina o la paroxetina para tratar la depresión y la ansiedad que acompañan al proceso de la enfermedad o se producen como consecuencia de ella.

Además, los preparados del grupo de los IRSN tienen otra ventaja: además de su efecto antidepresivo, proporcionan alivio del dolor crónico de larga duración (neuropático).

Corticosteroides

La administración de dosis bajas de corticosteroides puede tener un efecto. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que es de corta duración y se ha asociado a efectos adversos.

Se utilizan dosis bajas de hidrocortisona.

Nuevos métodos de tratamiento

Rintatolimod

El rintatolimod es un fármaco inmunomodulador y antiviral recientemente aprobado para el tratamiento del síndrome de fatiga crónica.

De momento, sólo está aprobado en Canadá y Europa. En EE.UU., el fármaco aún no está aprobado, debido a la escasa información sobre su eficacia y seguridad.

Rituximab

El rituximab es un anticuerpo monoclonal anti-CD20. Provoca la destrucción de los linfocitos B, que desempeñan un papel importante en el desarrollo de la enfermedad.

Aunque se trata de un tratamiento que interfiere significativamente en los procesos inmunitarios, los pacientes que toman rituximab sufren varios efectos secundarios, como neutropenia (bajo número de neutrófilos, células del sistema inmunitario) e infecciones recurrentes.

Trasplante de microbioma fecal

Una posible causa de la fatiga crónica es un cambio en la microbiota gastrointestinal de los pacientes.

Por ello, se ha introducido un método único de tratamiento, el trasplante de microbioma fecal.

El proceso consiste en transferir heces de un donante sano al intestino del paciente.

Se trata de un método relativamente seguro que actualmente se recomienda como tratamiento de apoyo para varios problemas de salud crónicos.

De los datos disponibles se desprende que un alto porcentaje de los pacientes trasplantados disfrutan de un buen efecto, una disminución de la fatiga y un aumento de la energía vital.

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