Tratamiento del síndrome de burnout: fármacos y terapias

La terapia del burnout se centra en el cambio en dos áreas en particular: el cambio en la víctima del burnout y el cambio en las condiciones externas en las que se produjo el burnout.

Es importante recordar que la recuperación del burnout lleva tiempo. No se debe esperar un cambio rápido y en todo a la vez. La mejoría puede llevar varios meses, pero a veces incluso un año, después de haber iniciado las medidas de estabilización.

Una persona quemada debe reducir la cantidad de factores estresantes de su entorno.

En la práctica, esto puede significar, por ejemplo, renunciar a algunas actividades, dejar parte de la responsabilidad a otros compañeros, abandonar una situación vital difícil si no hay una solución racional.

Son útiles los ejercicios para reforzar la confianza en uno mismo, el autocontrol, mejorar la forma física y la fortaleza mental.

Lo esencial es devolver el pensamiento positivo, el buen humor y una dosis de humor a la vida laboral cotidiana, incluso cuando se trata de situaciones críticas.

No compensa volver demasiado deprisa a una situación en la que el trabajador se ha quemado. El próximo agotamiento llegará más fácilmente, más deprisa, será más duro y llevará más tiempo recuperarse de él.

En el entorno laboral, es especialmente beneficioso aliviar las exigencias del trabajo y mejorar la comunicación interpersonal, tanto con los compañeros como con la dirección.

Los vínculos personales estrechos desempeñan un papel muy importante en el camino hacia la recuperación emocional. Los empleados deben aprender a hablar, pero también a escuchar. Esta sencilla regla se aplica a la mejora de las relaciones no sólo en el lugar de trabajo, sino también en privado.

fcompartir en Facebook