Síndrome de Burnout: ¿cuáles son sus causas, síntomas y etapas?

Además de las dificultades psicológicas, el síndrome de burnout también trae problemas en la esfera social de la vida. A menudo tiene un impacto negativo en la salud física de la persona y puede conducir a una incapacidad laboral de larga duración.

La clave para prevenir el síndrome de burnout es conocer sus señales iniciales y su prevención.

El grupo de mayor riesgo son las personas que trabajan en las llamadas profesiones de ayuda, por ejemplo, médicos, enfermeras, trabajadores de residencias de servicios sociales, personal médico que trabaja en salas de oncología, etc.

El trabajo que realiza una persona debe aportar de forma natural la satisfacción del trabajo bien hecho, debe dar sentido al entorno y a la propia persona. Sin embargo, a veces el trabajo es la fuente de factores negativos en la vida de una persona.

Estos factores negativos se deben a las condiciones en las que se trabaja, las relaciones interpersonales y de equipo, el liderazgo, el estilo de trabajo y la asignación general del trabajo.

En algunos tipos de ocupaciones hay una mayor incidencia de factores de estrés que pueden afectar negativamente a la personalidad de un individuo.

Los médicos, las enfermeras, los trabajadores sociales y otras profesiones denominadas de ayuda son las más expuestas a este tipo de estrés negativo.

Este tipo de trabajo se caracteriza por exigir un esfuerzo físico y mental excesivo por parte del individuo. Además, la tasa de éxito en estas profesiones es desproporcionadamente baja.

Los médicos y enfermeros se toman como algo personal los frecuentes fracasos en el trabajo, que perciben como fallos propios, incompetencia, sentimientos de impotencia y desesperanza.

Un estado de agotamiento psicológico y desesperanza conduce a una afección denominada síndrome de burnout.

El nombre técnico burn-out fue introducido en el mundo de la psicología y la psiquiatría en la década de 1970 por Henrich Freudenberger.

El burnout es una condición en la que un individuo experimenta un agotamiento físico, emocional y mental excesivo. Esta condición está causada por la persistencia prolongada y excesiva en situaciones emocionalmente desafiantes.

El síndrome de Burnout es diferente de otras afecciones emocionales, físicas y psiquiátricas:

• Estrés - Todo el mundo está estresado en algún momento, pero el síndrome de burnout sólo se da en personas excesivamente dedicadas a su profesión, con objetivos poco razonables, motivación y expectativas extremas. Suelen ser profesiones en las que existe un estrecho contacto con las personas.
• Depresión - En el síndrome de burnout, el individuo no tiene sentimientos de culpa, remordimiento y sólo se relaciona con las actividades laborales y las relaciones con los compañeros.
• Fatiga - En comparación con el síndrome de burnout, la fatiga se refiere más al agotamiento físico, que puede superarse con descanso. El descanso físico prolongado o el sueño no ayudan con el síndrome de burnout.

En las causas del burnout intervienen varios factores, que pueden dividirse en factores ambientales externos y factores internos derivados del tipo de personalidad del individuo.

Los factores externos incluyen

• sobrecarga física y psicológica
• a menudo falta de mano de obra
• falta de comunicación en el lugar de trabajo entre la dirección y el equipo
• falta de motivación positiva mediante recompensas, elogios y reconocimiento
• equipo competitivo y naturaleza del trabajo

Los factores internos incluyen los siguientes rasgos de carácter y personalidad

• orientación a objetivos
• competitividad
• perseverancia
• baja autoestima
• baja tolerancia al estrés
• falta de empatía
• mentalidad cerrada y falta de comunicación
• necesidad de ayudar a los demás

Las mujeres son más propensas al agotamiento.

Esto se debe probablemente a la mayor carga de trabajo de las mujeres, que además de trabajar tienen que ocuparse del hogar, la crianza y el cuidado de los hijos.

La mayor implicación emocional de las mujeres en el trabajo y su enfoque general de la resolución de problemas en el lugar de trabajo también contribuyen a aumentar su riesgo de burnout.

Además de estos factores, la pérdida de ideales laborales, la frustración a largo plazo por una remuneración inadecuada y los problemas existenciales, las expectativas incumplidas de reconocimiento social, etc. también contribuyen al burnout.

Para algunas personas ambiciosas y orientadas a objetivos, existe el llamado terror a la oportunidad.

Se trata de una situación en la que una persona no puede resistirse a varias ofertas de trabajo tentadoras y no puede elegir. Acepta varios trabajos, se fija objetivos poco realistas y no tiene límites, especialmente en cuanto a la carga de trabajo.

Esa persona se va estresando poco a poco, consume mucho tiempo, se estresa emocionalmente y tiene más probabilidades de fracasar, lo que conduce a la pérdida de autoestima, la preocupación, el agotamiento psicológico y el burnout.

Los síntomas del síndrome de burnout se manifiestan principalmente en tres ámbitos de la vida:

• Salud mental
• contactos sociales
• síntomas físicos

En el área mental, empiezan a predominar las emociones y actitudes negativas:

• estado de ánimo depresivo
• desinterés (apatía)
• incapacidad para disfrutar de nada (anhedonia)
• nerviosismo
• irritabilidad
• miedo
• ira
• ansiedad
• falta de concentración
• pérdida de motivación
• agotamiento

En las relaciones sociales, se produce una pérdida de contacto con el mundo exterior y se desarrolla un desinterés por las relaciones interpersonales.

El personal médico pierde interés por los pacientes, recurre al trabajo administrativo o trabaja solo, desaparece el comportamiento empático.

Los rasgos característicos del comportamiento social en el síndrome de burnout son:

• deshumanización
• ironía
• cinismo
• subestimación de las dificultades de los pacientes
• incomprensibilidad
• desprecio
• crítica

La comunicación con una persona así es cada vez más difícil. Reacciona a cualquier crítica con un estallido de ira o llorando, al tiempo que él mismo plantea exigencias desmesuradas a su entorno y es muy crítico.

Este comportamiento se traslada a su vida personal y familiar. Los familiares no son su apoyo, sino más bien una carga.

Los síntomas físicos se asocian a dificultades psicológicas y empeoran gradualmente.

Estos incluyen

• fatiga física crónica
• agotamiento
• debilidad
• malestar
• dificultad para dormir
• sueños aterradores
• dolor abdominal
• diarrea
• falta de apetito o comer en exceso
• pérdida o aumento de peso
• tendencia a la adicción (alcohol, drogas, medicamentos)

Para diagnosticar el burnout se utilizan diversos cuestionarios de salud mental, el más común de los cuales es el Cuestionario de Salud Mental BM (Burnout Measure).

Este cuestionario fue elaborado por Ayala Pines y Elliot Aronson en 1980 y sigue siendo utilizado popularmente por muchos médicos y psicólogos.

Contiene 21 preguntas fáciles de entender sobre el estado de ánimo y los sentimientos de un individuo. El paciente asigna las respuestas en forma de números del 1 al 7. Los números representan la frecuencia de los sentimientos (de nunca a siempre) sobre los que pregunta el cuestionario en cada pregunta.

La valoración consiste en la suma de las puntuaciones según las respuestas asignadas.

El cuestionario es una forma sencilla y rápida de diagnóstico.

El curso del síndrome de burnout tiene varias fases características:

1. Fase de entusiasmo - Alegría y motivación con las que los trabajadores, como médicos y enfermeras, acceden a un nuevo puesto de trabajo.
2. Fase de estancamiento - Se produce tras entrar en una "realidad" que no es la que imaginaban y esperaban. Empiezan a predominar la decepción, la desmotivación, la pérdida de entusiasmo por el trabajo y las emociones negativas. Si no se aborda el problema, se pasa a la siguiente fase.
3. La fase de frustración - En una mala situación no resuelta a largo plazo en el lugar de trabajo, se produce gradualmente un agotamiento físico y psicológico. Los trabajadores empiezan a preguntarse cuál es el significado de su trabajo, si están siendo suficientemente recompensados por él. No se trata sólo de la recompensa económica, sino también de la gratitud, los elogios y el reconocimiento de quienes les rodean.
4. La etapa de la apatía - El trabajador de la etapa anterior no encuentra un sentido positivo a su trabajo. Entra en un estado en el que ya no le interesa el trabajo, no le importa, no se esfuerza. Se retrae. El estado de ánimo negativo se refleja en la comunicación con el paciente. Desaparece la empatía, llegan la incomprensión, la ironía y la deshumanización. Si en esta etapa no pide ayuda, llega la última etapa: el burnout propiamente dicho.
5. La etapa del burnout - Completo agotamiento mental, emocional y físico. Se manifiesta en problemas físicos que a menudo conducen a la incapacidad del trabajador.

El burnout propiamente dicho tiene tres fases:

1. La primera fase del burnout se caracteriza por la presión de tiempo que a menudo experimentan los trabajadores, sobre todo en el sector sanitario. La situación se debe, por ejemplo, a la falta de personal y equipos adecuados, a la necesidad de trabajar por turnos y a los frecuentes turnos de noche. Además, este sentimiento de angustia también puede deberse a la falta de experiencia, al desconocimiento del tratamiento o del proceso de diagnóstico. Las personas que tienen dificultades para afrontar con destreza las situaciones estresantes y emocionalmente exigentes son las más vulnerables.
   • Se produce una sensación de desesperanza y una disminución de la autoestima, que el trabajador traslada a su vida personal.
2. La segunda fase se caracteriza por una neurosis incipiente como consecuencia del agotamiento prolongado. El deseo de remediar, resolver y cambiar la situación está en primer plano y se caracteriza por la palabra "debo".
   • Sin embargo, el resultado de esta necesidad incesante de hacer algo es el caos, la distracción, la falta de concentración, los errores frecuentes y un montón de trabajo inacabado.
3. En la tercera fase, aparece la apatía y el desinterés por el trabajo. La palabra "debo" se convierte en "no tengo que".
   • Aparece la anhedonia, que es la sensación de no poder disfrutar de nada. Uno no se siente bien por el trabajo bien hecho, ni disfruta de ninguna de las actividades que solían satisfacer su vida profesional o personal. La resistencia y la decepción acaban en agotamiento y fatiga crónica.

Prevención

Prevenir el burnout es la prevención más fácil. Es posible evitar la difícil situación vital que conlleva el burnout.

Hemos resumido los principios en unos pocos puntos:

• fijarse objetivos realistas
• ser consciente de las propias capacidades y habilidades
• conocer los propios límites
• reparto de responsabilidades (para los directivos)
• equilibrio entre actividad y descanso
• dar prioridad al descanso activo
• inclusión de actividades fuera del trabajo
• esforzarse por lograr la mejor comunicación posible
• mostrar aprecio a los que te rodean
• aceptar la supervisión de su trabajo
• empatía y respeto por los pacientes (para los profesionales sanitarios)