Tratamiento - ¿Cómo se trata la SIBO? ¿Qué medicamentos funcionan? ¿Es necesaria una dieta?

El tratamiento de la SIBO es individual y complejo para cada paciente, e incluye la modificación del estilo de vida, la dieta y la farmacoterapia. La SIBO es tratable, pero a menudo puede reaparecer, por lo que requiere un tratamiento especializado, el diagnóstico de la causa y una estrecha colaboración médico-paciente.

El pronóstico depende principalmente de la enfermedad subyacente que haya provocado la aparición de la SIBO.

Tratamiento médico

Para tratar la SIBO suelen utilizarse antibióticos, prebióticos y probióticos. Puede emplearse una combinación de antibióticos para lograr una respuesta al tipo específico de bacterias que causaron el desequilibrio en la flora intestinal del paciente.

Los resultados de los estudios realizados en los últimos años han demostrado que el antibiótico rifaximina reduce en cierta medida la incidencia del SIBO en aproximadamente el 80% de los pacientes.

La duración exacta del uso del antibiótico es individual pero a corto plazo. La mayoría de los médicos recomiendan administrar rifaximina durante 7-10 días, como dosis única o cíclicamente.

Durante el tratamiento antibiótico, es necesario un aporte regular de probióticos y prebióticos para favorecer el equilibrio del microbioma intestinal.

Tienen una serie de efectos beneficiosos, como el refuerzo de la función de barrera del intestino, la inhibición de patógenos, la modulación de la respuesta inflamatoria y la reducción de la hipersensibilidad visceral.

Modificación del estilo de vida

Las dietas sin lactosa ni gluten y la suplementación con las vitaminas y minerales necesarios son habituales en la dieta. Muchos pacientes informan de un alivio de las molestias digestivas y el dolor abdominal después de hacer dieta.

El apoyo nutricional se utiliza en casos de pérdida de peso significativa y riesgo de malnutrición.

En particular, los hidratos de carbono fermentables que se absorben mal en el intestino delgado constituyen un riesgo. En el caso del SIBO, las bacterias sobrecrecidas empiezan a descomponer estos hidratos de carbono demasiado pronto, concretamente ya en el intestino delgado.

Eliminar la ingesta de estos carbohidratos en la dieta puede aliviar algunos de los síntomas digestivos del SIBO.

Actualmente, desempeña un papel importante la llamada dieta FODMAP, palabra que significa "oligo-, di-, mono-sacáridos y polioles fermentables".

F - Fermentables: alimentos que pueden ser descompuestos por microorganismos como bacterias o levaduras.

O - Oligosacáridos presentes en los cereales o en sustancias contenidas en las legumbres

D - Disacáridos, por ejemplo, la lactosa de los productos lácteos

M - Monosacáridos, como la fructosa de las frutas y hortalizas

P - Polioles - sustancias utilizadas como edulcorantes en los alimentos

Alimentos más ricos en FODMAP que deben evitarse en su dieta

  • Ajo, cebolla
  • Legumbres (guisantes, judías, lentejas...)
  • Cereales (cebada, centeno)
  • Miel, agave
  • Productos lácteos que contengan lactosa
  • Manzanas, peras, higos
  • Bebidas azucaradas
  • Frutos secos

Alimentos apropiados durante la dieta SIBO

  • Verduras de hoja verde
  • Pimientos, tomates, zanahorias
  • Carne y pescado
  • Quinoa
  • Patatas
  • Huevos
  • Tofu
  • Cereales sin gluten (maíz, arroz...)
  • Algunas frutas (uvas, fresas, arándanos...)
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