Tratamiento del resfriado: medicamentos para el resfriado y eliminación precoz de la congestión nasal

En el caso del origen alérgico de la rinitis, es importante evitar la exposición al alérgeno. Sin embargo, esto no siempre es posible, ya que no es fácil restringir el ejercicio al aire libre durante la estación del polen.

En este caso, se opta por el tratamiento farmacológico. En concreto, la administración de antihistamínicos, que son fármacos para reducir la aparición de alergias. Los medicamentos para reducir la inflamación de la mucosa son útiles, pero deben tomarse sólo durante el periodo especificado por el fabricante.

En el caso de la rinitis contagiosa, se da prioridad al tratamiento de los síntomas. Esto se debe principalmente a que el origen vírico de la enfermedad es muy común. El tratamiento con antibióticos no es eficaz con los virus. Los antibióticos sólo se utilizan en el caso de un agente bacteriano.

El tratamiento sintomático significa que, por ejemplo, se utilizan antitérmicos para la fiebre, fármacos para diluir la mucosidad y favorecer su flujo e incluso la expectoración, lo que tiene sentido sobre todo en el caso de una rinitis detenida. Los aerosoles nasales se utilizan para facilitar el paso, es decir, para reducir la hinchazón.

Es importante una ingesta adecuada de líquidos, lo que facilitará la producción de mucosidad y, en caso de fiebre, garantizará la prevención de la deshidratación. La prevención de la deshidratación es especialmente importante en niños y ancianos. Del mismo modo, las vitaminas apoyarán el tratamiento.

El tratamiento casero u homeopático de la rinitis puede ayudar a suprimir los síntomas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las recetas caseras sólo tienen un efecto temporal, y no se consigue una curación rápida aunque se elija esta opción.

La cocción al vapor puede ayudar. Son adecuadas diversas decocciones de hierbas. Las infusiones de hierbas son buenas. La cocción al vapor humedece la mucosa, favorece la producción de moco y también la cicatrización de la mucosa dañada. Debe complementarse con un régimen y una mayor proporción de fruta y verdura en la dieta.

En los niños pequeños, el contenido de la nariz debe aspirarse artificialmente con un dispositivo de succión diseñado para este fin. También pueden utilizarse diversos sprays nasales o enjuagues nasales. La idoneidad del producto debe determinarse en función de la edad del niño.

La rinitis en el embarazo y la lactancia tiene sus propias especificidades, especialmente en el caso del tratamiento. Se hace hincapié en la correcta selección de la medicación adecuada. Durante el embarazo y la lactancia, las sustancias pueden atravesar la placenta y, por tanto, pasar a la sangre del feto o a la leche materna.

En el caso de la rinitis recurrente y crónica, las causas pueden ser no sólo directamente víricas, sino también, por ejemplo, debidas a un defecto anatómico de la nariz, cuya reparación quirúrgica es a veces necesaria.

Sin embargo, la inmensa mayoría de los casos de rinitis son de origen vírico y basta con un tratamiento sintomático para ayudar a suprimir los síntomas. Y la enfermedad suele remitir en una semana. En el caso de la rinitis crónica, el tratamiento lleva más tiempo. Si no se está seguro o las molestias persisten, la mejor opción es, por supuesto, un examen.

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