Tratamiento: ¿cómo tratar el hemangioma en niños y adultos?

En la mayoría de los casos de hemangiomas infantiles se adopta una actitud expectante, ya que se sabe que remiten espontáneamente, es decir, desaparecen.

Sin embargo, los hemangiomas que crecen rápidamente, son más grandes y están en una localización desfavorable requieren un tratamiento específico.

Los betabloqueantes, como el propranolol, son el tratamiento de primera línea más utilizado.

Los efectos secundarios del propranolol son

  • disminución de la frecuencia cardiaca
  • disminución de la presión arterial
  • broncoespasmo
  • hipoglucemia

Es necesario realizar un examen cardiológico antes de iniciar cualquier tratamiento con betabloqueantes. El tratamiento dura aproximadamente entre 9 y 15 meses.

El segundo tipo de tratamiento son los corticosteroides sistémicos, pero su mecanismo de acción en el tratamiento de los hemangiomas no está del todo claro. La dosis se controla en función del peso y suele durar de 6 a 8 semanas.

Los efectos secundarios de la corticoterapia incluyen

  • Irritabilidad
  • trastornos del sueño
  • aumento de la tensión arterial
  • descalcificación ósea
  • daños cardíacos
  • retraso del crecimiento en los niños

El efecto de los corticosteroides se manifiesta reblandeciendo la lesión, cambiando su color a más claro y ralentizando su crecimiento.

Aproximadamente el 30 % de los hemangiomas no responden al tratamiento con corticosteroides. Otro riesgo es la reaparición de hemangiomas después del tratamiento.

El tratamiento quirúrgico es una opción cuando fracasa la terapia conservadora.

La denominada escisión quirúrgica consiste en la extirpación del propio cuerpo vascular y del tejido adiposo residual.

En los niños, la cirugía se pospone porque deja cicatrices y defectos cutáneos. Una indicación absoluta de cirugía en los niños es:

  • un hemangioma localizado en el párpado para evitar daños en la visión
  • aparición en el cuero cabelludo
  • hemangioma en la zona genital

Los hemangiomas localizados en el interior de órganos se extirpan mediante técnicas endoscópicas.

Desde la década de 1980, también se utiliza el láser. El láser es especialmente eficaz en lesiones superficiales que no superan los 8 mm de profundidad. A veces se requiere anestesia general durante el procedimiento.

La crioterapia (tratamiento por congelación) se utiliza para los hemangiomas pequeños que no superan 1,5 cm de diámetro y 2 mm de profundidad.

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