¿Qué es un hemangioma y por qué aparece? Sus síntomas y evolución

¿Qué es un hemangioma y por qué aparece? Sus síntomas y evolución
Fuente de la foto: Getty images

Un hemangioma es un tumor benigno formado a partir de vasos sanguíneos. En la infancia, existen hemangiomas congénitos y hemangiomas infantiles. Los hemangiomas congénitos son visibles inmediatamente después del nacimiento, los hemangiomas infantiles aparecen más tarde, con mayor frecuencia durante el primer año de vida. En la edad adulta, los hemangiomas se encuentran con mayor frecuencia en el tórax, el cuello, la cara y también en órganos internos. Según el tipo de vaso sanguíneo del que surgen, se dividen en hemangiomas capilares y hemangiomas cavernosos. Cuando se producen hemangiomas múltiples, la enfermedad se denomina hemangiomatosis.

Características

Un hemangioma es un tumor benigno que surge de los vasos sanguíneos y que puede formarse en cualquier lugar donde haya vasos sanguíneos.

Suelen encontrarse en la piel y las mucosas y, al ser superficiales, también se ven y diagnostican muy rápidamente.

Sin embargo, los hemangiomas también pueden aparecer en órganos internos como el hígado, los riñones, el cerebro, el bazo y los pulmones. Como el hueso también tiene vasos sanguíneos que lo nutren, los hemangiomas también pueden formarse en el hueso.

Hay muchas formas de hemangiomas. Pueden ser solitarios o múltiples. Si hay múltiples hemangiomas en el cuerpo, se trata de una enfermedad llamada hemangiomatosis.

Hemangiomas por tipo de vaso sanguíneo

Los hemangiomas capilares y cavernosos aparecen en la edad adulta. Si se producen hemangiomas múltiples, se trata de la citada hemangiomatosis.

Los hemangiomas capilares surgen de los vasos sanguíneos más delgados, los capilares. Estos vasos sanguíneos tienen una luz muy estrecha y nutren las partes más delgadas del cuerpo humano, es decir, la piel y las mucosas. La mayoría de los hemangiomas capilares se producen en la cabeza y el cuello.

Debido a la abundante irrigación sanguínea, son de color rojo intenso y de unos pocos milímetros de tamaño.

Los hemangiomas cavernosos surgen de vasos sanguíneos que tienen un lumen amplio. El nombre deriva de la palabra "caverna", que significa cavidad. Suelen aparecer en la piel del tórax y son de color rojo o azul.

Hemangiomas por lugar de origen

El hemangioma intramuscular se localiza en el tejido muscular y puede aparecer a cualquier edad, aunque es más frecuente en adultos jóvenes.

Los hemangiomas capilares se producen en el tejido muscular, más raramente los hamangiomas cavernosos, y pueden afectar a cualquier músculo del cuerpo.

Al estar situados en el interior del músculo, no son visibles. Algunos pueden causar hinchazón en su entorno, que aumenta cuando el músculo está activo, y el músculo puede entonces volverse doloroso.

Los hemangiomas óseos se encuentran en el interior de los huesos, con mayor frecuencia en el cráneo o la columna vertebral. La edad típica de aparición es de 50 a 70 años. En los huesos pueden aparecer lesiones de tipo capilar y cavernoso. No causan molestias y suelen ser un hallazgo incidental.

El hemangioma de órganos internos es más raro que los anteriores. Puede desarrollarse a cualquier edad y es más frecuente en el hígado y los intestinos. No requiere tratamiento y no causa molestias.

Hemangiomas en la infancia

Los hemangiomas pueden surgir a cualquier edad, pero los hemangiomas de la infancia se caracterizan por los llamados hemangiomas congénitos e infantiles, que son los tumores benignos más frecuentes de la infancia.

Los hemangiomas que aparecen inmediatamente después del nacimiento son hemangiomas congénitos, mientras que los que aparecen más tarde en la infancia son hemangiomas infantiles. Se conocen como "lunares de fresa" por su aspecto típico.

Los hemangiomas infantiles se caracterizan por una aparición más tardía, crecen rápidamente, se agrandan y luego desaparecen espontáneamente.

Los hemangiomas infantiles afectan aproximadamente al 4-5% de los recién nacidos y son más frecuentes en niños caucásicos (europeos) que de otras razas.

Las mujeres tienen hasta 5 veces más probabilidades de padecerlos que los varones. También son más frecuentes en niños prematuros, nacidos con bajo peso, con hipoxia posparto y de madres mayores.

La gran mayoría de los casos son esporádicos, pero existe cierta herencia familiar y aparición en generaciones de familias. Aunque sabemos que los hemangiomas infantiles pueden heredarse, aún no se ha descubierto ningún gen específico responsable de la transmisión de esta mutación genética.

Hemangioma en la cabeza de un niño: un caso frecuente
Suelen encontrarse en la cabeza y en la parte pilosa. Fuente: Getty Images

Causas

La causa de los hemangiomas sigue siendo desconocida.

En los hemangiomas infantiles, se cree que el estrés hipóxico aumenta la concentración de factores de crecimiento, lo que provoca la proliferación de células endoteliales y el crecimiento de vasos sanguíneos.

En los adultos, no se conocen factores de riesgo para el crecimiento de hemangiomas esporádicos. En los hemangiomas hereditarios, existe una predisposición genética al desarrollo de estas lesiones sanguíneas.

Síntomas

El hemangioma puede estar presente al nacer, pero es algo más frecuente durante los primeros meses de vida del niño.

Los primeros signos de un hemangioma parecen un pequeño lunar rojo y plano en cualquier parte del cuerpo, aunque lo más frecuente es que aparezcan en la cara, el cuero cabelludo, el pecho o la espalda.

Un niño suele tener un solo "lunar"; los adultos pueden tener más diseminados por el cuerpo. Los niños nacidos de gemelos o trillizos también pueden tener hemangiomas múltiples.

Durante el primer año de vida de un niño, un hemangioma crece con bastante rapidez y puede adoptar diferentes formas, por ejemplo, como una protuberancia lobulada, esponjosa o gomosa que puede elevarse por encima del nivel de la piel.

Tras esta fase de rápido crecimiento y agrandamiento, el hemangioma se detiene y estabiliza su tamaño, la llamada fase de meseta, tras la cual empieza a desaparecer lentamente.

La mayoría de los lunares rojos desaparecen entre el quinto y el décimo año de vida. Tras la desaparición del hemangioma, la piel puede presentar una ligera decoloración o un ligero relieve en el lugar donde se encontraba el hemangioma.

Aparte del aspecto típico y del problema estético, los hemangiomas no causan ningún otro problema, aunque se localicen en otras partes del cuerpo o en órganos internos.

Complicaciones

La aparición de hemangiomas se asocia a algunas complicaciones que dependen de la edad del paciente, el tamaño y la localización del hemangioma.

Las complicaciones más frecuentes son:

  • La complicación más frecuente es la ulceración, es decir, la formación de una úlcera en el hemangioma. Es la complicación más frecuente de los hemangiomas y afecta a 1 de cada 10 pacientes.
  • Ambliopía (visión borrosa) causada por hemangiomas situados en el párpado.
  • Astigmatismo, que es una curvatura irregular de la córnea del ojo que causa visión borrosa o doble y borrosa
  • Otras complicaciones oculares son la miopía, la afectación retrobulbar y la obstrucción de la vía lagrimal
  • Obstrucción de las vías respiratorias
  • Dificultad para la lactancia en los hemangiomas labiales
  • Desfiguración estética de la cara, por ejemplo en el caso de la punta de la nariz (nariz de Cyrano), las orejas y la boca
Hemangioma en la cara interna del muslo de un niño
Hemangioma en el muslo de un niño. Fuente: Getty Images

Diagnósticos

La mayoría de los hemangiomas pediátricos se diagnostican en función de su aspecto típico. Cuando se hace un diagnóstico diferencial y se intenta distinguir los hemangiomas de otros tumores, siempre se empieza con los métodos de examen menos invasivos posibles.

La ecografía (USG) con señal Doppler (utilizada específicamente en el examen de los vasos sanguíneos) confirmará el aumento del flujo sanguíneo en la lesión, que es una característica típica de los hemangiomas.

La USG puede distinguir entre hemangiomas capilares y cavernosos, pero no puede determinar la extensión, profundidad y relación con las estructuras anatómicas circundantes.

La resonancia magnética (RM) o la tomografía computarizada (TC) son más apropiadas para determinar la profundidad a la que se extiende el hemangioma.

Si se encuentran varios hemangiomas en la piel, es aconsejable complementar el examen con USG o IRM de los órganos abdominales para verificar si también hay hemangiomas en esta localización.

Las pruebas de laboratorio de la sangre incluyen parámetros de coagulación y recuentos sanguíneos, especialmente para seguir considerando el tratamiento adecuado.

En caso de duda sobre el diagnóstico correcto, puede realizarse una biopsia de piel y enviar posteriormente la muestra para su evaluación histopatológica.

Curso

Los hemangiomas infantiles (llamados infantiles) tienen un curso característico, que consta de tres fases:

1. Primera fase proliferativa o de crecimiento.

Durante esta primera fase, que dura aproximadamente 3 meses, se produce un crecimiento muy rápido. En los cinco a ocho meses siguientes, el crecimiento se ralentiza, pero continúa. Los hemangiomas infantiles profundos tardan más en crecer que los superficiales. Su crecimiento se observa durante 9 a 12 meses.

2. Fase de meseta

Esta fase se caracteriza por un periodo de reposo en el que el hemangioma no sigue creciendo y no aumenta de diámetro. Este periodo dura aproximadamente de seis meses a un año.

3. Fase de involución

Tras un periodo de quiescencia, se produce una fase en la que el hemangioma se encoge, es decir, involuciona o retrocede. Las lesiones en esta fase son blandas, se pueden apretar y cambian de color, pasando del rojo brillante al morado y al gris azulado.

La involución se produce durante el primer año y dura varios años.

La piel sana que sustituye al hemangioma tras la fase de involución puede ser completamente normal, pero también puede presentar defectos o cicatrices.

Los defectos cutáneos más comunes son depósitos de tejido graso, telangiectasias (capilares dilatados que se ven como hilos rojos), piel fina y con manchas.

Cómo se trata: Hemangioma

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