Tratamiento del trastorno afectivo bipolar: medicación y psicoterapia

El primer paso en el tratamiento del trastorno bipolar es confirmar el diagnóstico de manía o hipomanía y definir la fase en la que se encuentra el estado de ánimo del paciente. El enfoque terapéutico de la hipomanía, la manía, la depresión o la eutimia varía considerablemente.

En el manejo de la fase aguda, el objetivo primordial es garantizar la seguridad del paciente y de las personas de su entorno, todo ello con unos efectos secundarios mínimos.

En el manejo de la estabilización del estado de ánimo a largo plazo, la prioridad principal es prevenir la recurrencia de los episodios y garantizar una eficacia suficiente con una carga mínima para el organismo.

Lo mejor es que el tratamiento lo dirija un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de trastornos mentales (psiquiatra) y con experiencia en el tratamiento de trastornos bipolares y afines. El equipo terapéutico también incluye un psicólogo, un trabajador social y un enfermero psiquiátrico.

Tratamiento farmacológico

El trastorno bipolar requiere un tratamiento de por vida con medicación, incluso durante los periodos en los que el paciente se siente mejor.

Las personas que se saltan el tratamiento de mantenimiento corren un alto riesgo de recurrencia de los síntomas, ya que los cambios de humor leves pueden convertirse rápidamente en manía o depresión completas.

  • Estabilizadores del estado de ánimo

Los pacientes suelen necesitar medicación para estabilizar el estado de ánimo y controlar los episodios maníacos o hipomaníacos. Algunos ejemplos de estabilizadores del estado de ánimo son el litio, el ácido valproico, el divalproex sódico, la carbamazepina y la lamotrigina.

  • Antipsicóticos

Si los síntomas de depresión o manía persisten a pesar del tratamiento con otros medicamentos, debe añadirse un antipsicótico. Algunos ejemplos de fármacos utilizados son la olanzapina, la risperidona, la quetiapina, el aripiprazol y otros.

Es posible tomar uno de estos fármacos solo o con un estabilizador del estado de ánimo en combinación.

  • Antidepresivos

Para ayudar a controlar la depresión, el médico puede añadir un antidepresivo al tratamiento. Dado que un antidepresivo puede desencadenar a veces un episodio maníaco, suele recetarse junto con un estabilizador del estado de ánimo o un antipsicótico.

  • Antidepresivo-antipsicótico

Algunos medicamentos están disponibles directamente en combinación. Por ejemplo, la combinación del antidepresivo fluoxetina y el antipsicótico olanzapina. Funciona como tratamiento de la depresión y como estabilizador del estado de ánimo.

  • Medicamentos ansiolíticos

Las benzodiacepinas pueden ayudar con la ansiedad y mejorar el sueño. Suelen utilizarse durante poco tiempo.

  • Encontrar el medicamento adecuado

Encontrar el medicamento o los medicamentos adecuados suele requerir cierto grado de ensayo y error. Si uno no funciona bien, hay que probar varios más.

Este proceso requiere paciencia. Algunos medicamentos tardan semanas o meses en hacer pleno efecto. Por lo general, sólo se cambia un medicamento cada vez.

El médico decidirá qué medicamentos son eficaces para aliviar los síntomas con los efectos secundarios menos molestos.

  • Efectos secundarios

Los efectos secundarios leves suelen empezar a mejorar cuando se encuentran la medicación y las dosis adecuadas que sean suficientemente eficaces y el organismo pueda adaptarse a ellas.

El paciente nunca debe hacer cambios en la dosis de la medicación por su cuenta. Nunca debe dejar de tomar la medicación por su cuenta, ya que si deja de tomarla pueden aparecer síntomas de abstinencia o empeorar o reaparecer los síntomas de la enfermedad.

El paciente puede deprimirse mucho, tener tendencias suicidas o entrar en un episodio maníaco o hipomaníaco tras una retirada repentina.

  • Medicación y embarazo

Algunos medicamentos para el trastorno bipolar se asocian a una mayor incidencia de defectos congénitos y pueden pasar al bebé a través de la leche materna.

Algunos medicamentos, como el ácido valproico y el divalproex sódico, no deben utilizarse durante el embarazo.

Si se utilizan anticonceptivos hormonales junto con ciertos medicamentos para el trastorno bipolar, pueden perder su eficacia.

Toda mujer debe consultar con su médico las opciones de tratamiento antes de planificar un embarazo.

Tratamiento de día

Se trata de un programa de tratamiento diurno al que el paciente asiste todos los días, por lo que no necesita ser hospitalizado. Estos programas proporcionan el apoyo y el asesoramiento que los pacientes necesitan, pero no se ven estresados por la necesidad de pasar la noche en un entorno hospitalario.

Hospitalización

Si un paciente se comporta de forma peligrosa para sí mismo o para los que le rodean, tiene tendencias suicidas o se ha "desprendido" de la realidad y está psicótico, el médico ordenará su hospitalización, que en estos casos puede ser contraria a los deseos del paciente.

El tratamiento psiquiátrico en un hospital ayuda a mantener la seguridad del paciente, de su entorno y a estabilizar su estado de ánimo, ya se trate de un episodio maníaco o de un episodio depresivo mayor.

Psicoterapia

El tratamiento primario del trastorno bipolar consiste en medicación y asesoramiento psicológico, es decir, psicoterapia.

La psicoterapia es una parte importante del tratamiento del trastorno bipolar y se proporciona en un entorno individual, familiar o de grupo.

Existen varios tipos de terapia:

  • Terapia de ritmos interpersonales y sociales - Se centra en estabilizar los ritmos diarios, como el sueño, la vigilia y las comidas. La constancia y las llamadas rutinas permiten controlar mejor los estados de ánimo.
  • Terapia cognitivo-conductual - Se centra en identificar las creencias malsanas y negativas sobre uno mismo y su entorno y sustituirlas por otras sanas y positivas. También ayuda a identificar los desencadenantes de los episodios bipolares y enseña estrategias eficaces para afrontar el estrés y manejar las situaciones desagradables.
  • Psicoeducación - Implica aprender sobre el trastorno bipolar. Ayuda al paciente y a su familia a comprender la enfermedad, obtener el mejor apoyo, identificar problemas, crear un plan para evitar recaídas y cumplir el tratamiento.
  • Terapia centrada en la familia - El apoyo y la comunicación de la familia son muy importantes cuando se intenta mantener un plan de tratamiento. También enseña a los seres queridos a reconocer y manejar las señales de advertencia de los cambios de humor.

Otras opciones de tratamiento

Además de la medicación, existen tratamientos complementarios cuyo uso depende de la respuesta del paciente al tratamiento.

Tratamiento electroconvulsivo

Durante la terapia electroconvulsiva, se hacen pasar corrientes eléctricas por el cerebro para inducir deliberadamente una breve convulsión.

Se cree que estas descargas provocan cambios en los procesos químicos del cerebro, que pueden revertir los síntomas de ciertas enfermedades mentales.

La terapia electroconvulsiva se utiliza en el tratamiento del trastorno bipolar cuando el paciente no mejora con medicación o no puede tomar antidepresivos por razones médicas, como el embarazo.

También puede utilizarse en la fase aguda de un brote, cuando existe un alto riesgo de suicidio, por ejemplo.

Estimulación magnética transcraneal

La estimulación magnética transcraneal es un tratamiento relativamente nuevo que aún se está explorando como opción terapéutica para aquellas personas que no han respondido a los antidepresivos.

Tratamiento para niños y adolescentes

El tratamiento para niños y adolescentes suele decidirse de forma individual, caso por caso, en función de los síntomas, los efectos secundarios de la medicación y otros factores.

El tratamiento suele incluir

  • Medicamentos

A los niños y adolescentes con trastorno bipolar se les suelen recetar los mismos tipos de medicamentos que a los adultos.

Sin embargo, sabemos mucho menos sobre la seguridad y eficacia de estos medicamentos en pacientes pediátricos porque hay muchos menos estudios farmacológicos y de investigación realizados en pacientes pediátricos.

  • Psicoterapia

El inicio precoz de la psicoterapia y el tratamiento a largo plazo pueden ayudar a prevenir la recurrencia de los síntomas. La psicoterapia ayuda a los niños y adolescentes a establecer rutinas, resolver problemas de aprendizaje, gestionar problemas sociales y reforzar los lazos familiares y la comunicación con los demás.

No es infrecuente que la psicoterapia también sea necesaria para tratar problemas de abuso de sustancias, que no son raros en niños mayores y adolescentes con trastorno bipolar.

  • Psicoeducación

La psicoeducación consiste en "aprender" sobre los síntomas del trastorno bipolar. Es muy importante que la familia de un paciente con este trastorno aprenda en qué puede diferir su comportamiento del de sus compañeros.

  • Apoyo

La colaboración con profesores y orientadores escolares, así como el apoyo de familiares y amigos, es esencial para lograr la estabilización del estado de ánimo de un joven.

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