Tratamiento de la preeclampsia: la hospitalización y sus objetivos

La preeclampsia surge repentinamente y aumenta el riesgo para la madre y el feto. Una vez finalizado el embarazo, desaparece sin dejar secuelas.

Cuando aparece la preeclampsia, es necesario realizar exámenes exhaustivos y periódicos de la madre y el bebé.

En caso de preeclampsia precoz, el médico se enfrenta a una tarea difícil. El bebé necesita más tiempo para madurar y debe evitar el riesgo de complicaciones graves.

La preeclampsia siempre es motivo de hospitalización para el seguimiento de la salud y la planificación del parto, que es la única solución definitiva.

Durante la hospitalización, se intenta prolongar el embarazo el mayor tiempo posible, estabilizando la tensión arterial. En la preeclampsia precoz, el tiempo ganado se aprovecha para administrar el fármaco corticosteroides a la madre y su traslado a través de la placenta al feto para acelerar la maduración de los pulmones del bebé.

La prevención es aún desconocida, pero se basa en la detección precoz de los síntomas. Se recomienda una dieta proteica estricta, restricción de sal, ingesta adecuada de líquidos, más de 2 litros al día, y reposo sobre el lado izquierdo para facilitar el retorno de la sangre desde la mitad inferior del cuerpo. Como consecuencia del abdomen de la embarazada y la presión sobre la vena cava inferior, se reduce el flujo sanguíneo.

El objetivo principal es dar a luz a un recién nacido sano, al que se vigila regularmente durante todo el tratamiento mediante ultrasonografía y otros métodos para controlar el estado general.

El tratamiento se centra en varios objetivos. Consiste en reposo estricto en cama, siempre que sea posible en posición lateral izquierda, administración de fármacos para reducir la presión, magnesio, posiblemente sedantes y ácido acetilsalicílico, que previene la formación de coágulos en los vasos sanguíneos.

El único tratamiento eficaz que conduce a una reducción de los síntomas de la preeclampsia es el parto del feto y la placenta.

Si la presión supera los 160/110 mmHg en reposo, junto con la toma de medicación para reducirla, debe interrumpirse el embarazo.

La inducción del parto espontáneo es posible si el estado del feto es bueno. Sin embargo, el parto no debe durar más de 6-8 horas. Si hay alguna complicación o no se puede realizar el parto espontáneo, se practica una cesárea.

Incluso después del nacimiento del bebé, el estado de preeclampsia puede persistir durante un tiempo antes de que los síntomas desaparezcan por completo.

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