¿Cómo se trata la demencia? Fármacos y tratamiento no farmacológico

El tratamiento farmacológico de la demencia puede dividirse en terapia primaria y secundaria.

  • La terapia primaria incluye los llamados agentes cognitivos. Los fármacos de este grupo están destinados al tratamiento sintomático de los déficits cognitivos de la demencia. Su efecto es ralentizar la progresión de la enfermedad. Aquí se incluyen agentes como los inhibidores de la colinesterasa, los antagonistas de los receptores NMDA, la memantina y el extracto de ginkgo biloba.
  • El tratamiento secundario consiste en el uso de fármacos para ayudar a controlar los síntomas neuropsiquiátricos de la demencia, como la depresión.

Terapia primaria

El grupo más numeroso lo constituyen los inhibidores de la colinesterasa, que ralentizan la progresión de los síntomas clínicos de la demencia. Se han convertido en fármacos de uso frecuente y relativo éxito. El principio de acción consiste en inhibir las enzimas que descomponen la acetilcolina.

Para obtener el mayor beneficio, estos fármacos deben introducirse al inicio de la enfermedad, en las primeras fases de la demencia. Cuando tienen un efecto positivo, los pacientes describen una mejora de la función cognitiva y el mantenimiento del ritmo de funcionamiento diario.

Los tres inhibidores de la colinesterasa utilizados con frecuencia son el donepezilo, la rivastigmina y la galantamina.

Los efectos secundarios más frecuentes son

  • bradicardia
  • aumento de la secreción de ácido gástrico
  • aumento de la irritabilidad del tracto gastrointestinal
  • náuseas
  • diarrea
  • anorexia (falta de apetito)

El segundo fármaco de elección es un inhibidor de los receptores NMDA. El tratamiento se basa en la hipótesis de que el deterioro cognitivo también se debe a la hiperactividad glutamatérgica NMDA.

El mecanismo de acción consiste en impedir la liberación de glutamato, el llamado transmisor neuronal excitatorio, una sustancia química que media en la transmisión de impulsos entre las células nerviosas y que es de naturaleza excitatoria.

El efecto de la memantina se traduce en una mejora del deterioro cognitivo, en particular de la memoria, pero también ralentiza la pérdida de células nerviosas y, por tanto, la progresión de la demencia.

La memantina es relativamente bien tolerada por los pacientes y sus efectos secundarios son mínimos:

  • mareos
  • dolor de cabeza
  • estreñimiento
  • somnolencia

El extracto de Ginkgo biloba es una ayuda en el tratamiento de muchos tipos de demencia, como la enfermedad de Alzheimer o la demencia vascular, y se utiliza en las primeras fases de la demencia de curso leve.

Mejora el riego sanguíneo del tejido cerebral, su oxigenación, tiene un efecto neuroprotector, elimina los radicales libres y, por tanto, tiene un efecto antioxidante.

La hierba no es tóxica y se tolera muy bien en cantidades razonables. Entre los ligeros efectos secundarios se incluye una posible acción antiagregante plaquetaria, es decir, un mayor riesgo de hemorragias.

Terapia secundaria

Se trata de una promoción de la aptitud neuropsiquiátrica inducida por fármacos. Se utilizan habitualmente antidepresivos y antipsicóticos.

Tratamiento no farmacológico de la demencia

El tratamiento no farmacológico consiste en el "entrenamiento" regular del cerebro. Con ello nos referimos al mantenimiento activo de la función cognitiva. Existen diversos ejercicios, ya sean pictóricos o numéricos, tareas divertidas, rompecabezas, etc.

Otras formas de mejorar el estado del paciente son

  • aromaterapia
  • musicoterapia
  • terapia con mascotas
  • educar a los cuidadores sobre los cuidados adecuados
  • apoyo psicológico a los familiares
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