Tratamiento: para el síndrome metabólico, un cambio en el estilo de vida y sólo entonces una cura

El primer paso y el más importante para controlar las patologías del síndrome metabólico es cambiar el estilo de vida actual.

Es importante recordar que la modificación de la dieta, el ejercicio regular y otras medidas que sirven como prevención del síndrome son también un componente clave del tratamiento.

En caso de que los cambios radicales en el funcionamiento experimentado por un paciente diagnosticado de síndrome metabólico no sean suficientes, entra en juego el tratamiento farmacológico.

Por tratamiento farmacológico entendemos el tratamiento con fármacos.

Dado que no podemos considerar el síndrome metabólico como una enfermedad, no podemos hablar de tratar el síndrome como tal.

En este caso, es necesario tratar todos los componentes del síndrome, es decir, las cinco condiciones patológicas básicas que lo conforman.

En la actualidad, no existe ningún medicamento universal que pueda tratar todos los componentes del síndrome, o al menos la mayoría de ellos.

Por lo tanto, el tratamiento se lleva a cabo por separado para cada condición patológica, utilizando fármacos conocidos y utilizados disponibles en el mercado.

El objetivo principal del tratamiento farmacológico es reducir el riesgo de desarrollar una anomalía no cardiaca, es decir, cardiopatía isquémica.

En primer lugar, los médicos intentan reducir el nivel de colesterol perjudicial en la sangre y también la hipertensión arterial, que tienen un efecto negativo en los vasos sanguíneos.

En el tratamiento de los distintos componentes del síndrome metabólico intervienen no sólo internistas especializados en metabolismo, sino también cardiólogos, psiquiatras y muchos otros médicos especialistas.

En segundo lugar, los médicos intentan prevenir la aparición y el desarrollo de la diabetes de tipo 2, si el paciente no la padece ya, reduciendo los niveles de azúcar en sangre.

Si el paciente ya ha desarrollado diabetes, el tratamiento sigue los procedimientos estándar utilizados en el tratamiento de la diabetes.

Tabla de fármacos de primera elección para el tratamiento de los distintos componentes del síndrome metabólico

Glucemia elevada o diabetes de tipo 2 Biguanidas (metformina) Reduce los niveles basales de glucosa, así como los niveles elevados de glucosa posprandial.
Gliptinas (sitagliptina, vildagliptina, alogliptina) Aumentan la producción de insulina en el páncreas y disminuyen la producción de glucosa en el hígado.
Exenatida Aumenta la producción de insulina en el páncreas.
Liraglutida Reduce los niveles de glucosa en ayunas y postprandiales, aumenta la producción de insulina en el páncreas.
Aumento de los niveles de colesterol o triacilglicerol en sangre Estatinas (simvastatina, atorvastatina, rosuvastatina, fluvastatina) Interfieren en el proceso de formación del colesterol en el hígado, reduciendo así su producción.
Hipertensión arterial Inhibidores de la ECA (perindopril, ramipril, enalapril) Provocan la dilatación de los vasos sanguíneos, reduciendo así la presión arterial.
Sartanes (valsartán, losartán, irbesartán)
Antagonistas del calcio (amlodipino, verapamilo, diltiazem)
Fármacos de acción central (rilmenidina) Provoca la dilatación de los vasos sanguíneos y disminuye la frecuencia cardíaca.

Al mismo tiempo, debe abordarse el problema del sobrepeso o la obesidad. La base del tratamiento es la modificación de la dieta, la actividad física adecuada y regular y otros cambios de régimen.

Las intervenciones quirúrgicas en el tubo digestivo también son una opción. Un ejemplo es el método de la banda gástrica. En este procedimiento se coloca una banda ajustable alrededor del estómago, que lo divide en dos partes con forma de reloj de arena. Este método ayuda a limitar la cantidad de comida ingerida.

El segundo método es la tubulización gástrica, en la que se extirpa quirúrgicamente la parte del estómago responsable de la producción de las llamadas hormonas del hambre, con lo que el paciente no experimenta hambre intensa durante la dieta.

Las intervenciones quirúrgicas en el estómago conducen a una disminución del exceso de peso corporal y, al mismo tiempo, a cambios en otros parámetros metabólicos y, por tanto, a ajustes en los niveles de glucosa y grasa en sangre, así como en la tensión arterial.

Estas intervenciones se denominan cirugía metabólica.

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