El síndrome de Sjogren y su tratamiento: medicamentos y regímenes

El tratamiento se determina tras una evaluación inicial del síndrome de Sjögren y en función de los problemas que presente. Son importantes las medidas de régimen y un enfoque no farmacológico.

La curación completa de la enfermedad no es posible en este momento, sino que se centra en reducir el proceso inflamatorio y aliviar el curso y los síntomas.

También se divide en tratamiento según afecciones glandulares y extraglandulares + farmacoterapia.

Tratamiento y regímenes para las manifestaciones glandulares:

  • problemas oculares
    • tratamiento de la queratoconjuntivitis seca
    • tratamiento del ojo seco - película lagrimal, gotas, geles, lubricantes oculares, hidratación del ojo, que protege y limpia
    • evitar ambientes inadecuados - secos, con aire acondicionado, con viento, con humo, humo de cigarrillo
    • uso de gafas con filtro UV
    • lentes de contacto
    • lágrimas artificiales
  • cuando se reduce la secreción de saliva - xerostomía
    • higiene bucal constante, enjuague y cepillado de la boca
    • prevención de la inflamación con diversos agentes orales
    • restricción de azúcares
    • masticar chicle sin azúcar - favorece la producción de saliva
    • gel hidratante bucal
    • enjuague suficiente de los alimentos
    • saliva artificial
  • nariz seca y vías respiratorias
    • prevención de la inflamación
    • suficientes vitaminas
    • sprays nasales - del tipo recomendado por un especialista
    • humidificación del ambiente
  • piel seca
    • cremas y lociones corporales
    • masajes
    • higiene adecuada
  • vagina seca
    • lubricantes vaginales como prevención de las relaciones sexuales dolorosas - dispereunia
    • prevención de complicaciones inflamatorias

Es importante beber adecuadamente, tomar té, especialmente té verde, y suplementos nutricionales como vitaminas, minerales, ácidos esenciales omega. Deben evitarse el estrés y la tensión mental excesiva.

Descanso, relajación y sueño adecuados, actividad física apropiada y un enfoque de la vida generalmente activo y positivo.

La terapia farmacológica también se utiliza para aliviar el proceso reumático inflamatorio, el dolor y las dificultades asociadas derivadas de la lesión específica.

Algunos ejemplos son los antiinflamatorios no esteroideos, los corticosteroides, los analgésicos, los inmunosupresores, los antimaláricos (no por el agente infeccioso sino por el mecanismo de acción), los antibióticos para la inflamación de las glándulas.

También se utiliza un grupo de fármacos denominados fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD) y terapia biológica.

No es excepcional la necesidad de tratamiento de dificultades psicológicas como la depresión o la ansiedad, higiene psicológica y apoyo psicológico de los seres queridos.

Es necesario aceptar la enfermedad y aprender a vivir con ella.

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