El síndrome de Asperger y su tratamiento. ¿Es necesaria la medicación?

El síndrome de Asperger es un trastorno genético del desarrollo del hemisferio derecho con síntomas neurológicos y psiquiátricos para el que no existe cura.

Sin embargo, la buena noticia es que las personas con esta afección pueden llevar una vida plena.

• En la vida de una persona con Asperger influyen significativamente el aprendizaje y la educación, la interacción social y una comunicación adecuada.
• algunos síntomas pueden controlarse con medicación

Forma de tratamiento cognitivo-conductual

De la experiencia previa se desprende que una educación y formación adecuadas han reducido las manifestaciones no deseadas en la mayoría de los pacientes y han mejorado la socialización y la comunicación con el entorno.

El tratamiento suele administrarlo un psiquiatra especializado en estos trastornos.

• El psiquiatra debe ser capaz de observar bien
• debe saber escuchar pacientemente e interesarse por el problema del paciente
• la conversación suele versar sobre lo que interesa al paciente
• la comunicación debe ser clara y coherente
• el paciente debe disponer de tiempo suficiente para comprender lo que se le dice
• la empatía ayuda al psiquiatra a reconocer y gestionar las emociones negativas y otras expresiones negativas
• educa al paciente en la interacción social y la comunicación
• ayuda al paciente a integrarse más fácilmente en la comunidad

El apoyo psicológico y la formación mejoran el estado del paciente, y los síntomas también disminuyen con la edad. Las dificultades sociales y de comunicación suelen persistir en la edad adulta.

Tratamiento farmacológico de algunos síntomas

Los tratamientos farmacológicos se utilizan para combatir, por ejemplo, la ansiedad, la depresión, los trastornos del sueño, la explosividad o la agresividad.

Se utilizan principalmente antidepresivos y neurolépticos.

El tratamiento también va dirigido a reducir las rutinas obsesivas o repetitivas, como los patrones de conducta, y a mejorar las habilidades de comunicación y la torpeza motora.