¿Cómo se trata el flemón? Fármacos, antibióticos, tópicos y quirúrgicos

El curso exacto del tratamiento depende de la localización y extensión de la infección en el organismo. Principalmente, es necesario observar la higiene, lavando las zonas afectadas con compresas especiales y aclarando los depósitos purulentos.

En la mayoría de los casos, al paciente se le prescriben principalmente antibióticos administrados por vía intravenosa, cuya finalidad es eliminar y retirar las bacterias del organismo.

Además del tratamiento antibiótico farmacológico, se infunde una solución para mantener el equilibrio del medio interno del organismo.

En una fase más grave de la enfermedad, se opta por el tratamiento quirúrgico, durante el cual se extirpa el tejido necrótico dañado del paciente, se extrae el pus acumulado y se asegura su posterior drenaje (salida).

En raras ocasiones, el flemón no tratado o extenso puede llevar a la amputación del miembro afectado. Por lo tanto, el autotratamiento casero no es adecuado, sino que se requiere un tratamiento farmacológico especializado por parte de un médico.

El tratamiento suele consistir en hospitalización y posterior seguimiento del estado del paciente.