¿Qué es el adenoma hipofisario, cuáles son sus causas, síntomas y diagnóstico?

¿Qué es el adenoma hipofisario, cuáles son sus causas, síntomas y diagnóstico?
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El adenoma hipofisario es una enfermedad que afecta a la glándula pituitaria del cerebro. Suele ser un cáncer benigno de esta parte del cerebro.

Características

La hipófisis es una pequeña glándula en forma de judía situada en la base del cerebro, detrás de la cavidad nasal. Anatómicamente, se encuentra justo detrás de la unión del nervio óptico (llamada quiasma óptico), en la depresión del hueso cuneiforme llamada silla turca.

Esta posición característica de la hipófisis determina la aparición de algunos síntomas clínicos cuando aumenta de tamaño.

La glándula tiene dos partes, un segmento anterior (adenohipófisis) y un segmento posterior (neurohipófisis).

En la adenohipófisis hay células que producen hormonas, a saber, somatotropina, prolactina, hormona tirotrópica, hormona foliculoestimulante, hormona luteinizante y hormona adrenocorticotrópica.

La neurohipófisis no produce hormonas, pero contiene gránulos. Éstos almacenan algunas de las hormonas producidas por el hipotálamo, como la oxitocina y la hormona antidiurética.

Aunque es una glándula pequeña, es el órgano maestro de todos los demás órganos endocrinos del cuerpo.

Las hormonas que produce ayudan a regular funciones importantes. Son:

  • somatotropina - hormona del crecimiento, aumenta la síntesis de proteínas, moviliza la energía del tejido adiposo y aumenta la producción de glucógeno del hígado como otra fuente eficaz de energía
  • prolactina - estimula el crecimiento de la glándula mamaria y la producción de leche materna
  • Hormona tireotrópica: estimula la secreción de hormonas tiroideas, como la triyodotironina y la tiroxina. Hormona foliculoestimulante: estimula el crecimiento de los folículos ováricos en la mujer y la producción de esperma en el hombre.
  • hormona luteinizante - estimula la producción de estrógenos y progesterona, desencadenando la ovulación en las mujeres y la producción de testosterona en los hombres
  • Hormona adrenocorticotrópica: afecta a la secreción de hormonas de la corteza suprarrenal, en concreto de glucocorticoides, como el cortisol.

Un adenoma hipofisario es un tumor que se origina en la parte anterior de la hipófisis, es decir, en la adenohipófisis. Se trata de un "crecimiento" benigno, es decir, un tumor que no es maligno. No se propaga por metástasis ni crece por encima de otras estructuras.

Sin embargo, puede crecer de forma expansiva y presionar su entorno, de ahí sus síntomas.

Los adenomas hipofisarios representan alrededor del 80% de los tumores que se producen en la silla turca. El resto son craneofaringeomas, meningiomas, tumores germinativos y quistes.

Según su tamaño, se dividen en microadenomas, de menos de 10 mm, y macroadenomas, de más de 1 cm.

Según si el adenoma produce hormonas, se dividen en:

  • adenomas funcionales, que muestran actividad hormonal de una hormona hipofisaria
  • adenomas afuncionales, que son hormonalmente mudos y, por lo tanto, no segregan ninguna hormona

La incidencia de los adenomas hipofisarios es relativamente frecuente, con una estimación de 20-40 casos nuevos por cada 100.000 habitantes.

La mayoría de los pacientes son mujeres, con un pico de incidencia entre los 30 y los 40 años.

En las mujeres es más frecuente un microadenoma funcional que produce prolactina u hormona corticotropa, mientras que en los hombres son más frecuentes los adenomas de mayor tamaño, macroadenomas con gran producción de hormonas, por ejemplo, también prolactina.

Los pacientes más jóvenes, menores de 30 años, corren mayor riesgo de padecer tumores más agresivos, que pueden volver a crecer incluso después del tratamiento.

Causas

El adenoma hipofisario puede aparecer de forma esporádica, de modo que una persona cualquiera empieza a tener un crecimiento incontrolado de las células de la adenohipófisis. Aún no se sabe por qué estas células empiezan a crecer de forma incontrolada.

Sin embargo, el seguimiento y el estudio a largo plazo han revelado una mayor incidencia en las familias, lo que puede predecir una cierta predisposición genética al adenoma hipofisario.

Existen varios síndromes hereditarios familiares que presentan un mayor riesgo de adenoma hipofisario.

Los más comunes son los siguientes

  • Adenomas hipofisarios familiares aislados (FIPA) - Se trata de una mutación del gen AIP en la que se producen adenomas hipofisarios hereditarios.
  • Neoplasia endocrina múltiple de tipo I (MEN1): síndrome hereditario con una mutación en el gen MEN1 que da lugar a tumores endocrinos.
  • Neoplasia endocrina múltiple de tipo II (MEN2) - La mutación del gen RAT da lugar a carcinoma medular de tiroides, feocromocitoma, hiperfunción paratiroidea y adenoma hipofisario.
  • Neoplasia endocrina múltiple tipo IV - También denominado síndrome MEN1-like, es un síndrome similar al MEN1 pero sin la mutación del gen MEN1.
  • Complejo de Carney - Síndrome con un amplio espectro de síntomas que incluyen manchas cutáneas características, tumores de mama y testículos, tumores tiroideos, mixoma de corazón o hueso, además de adenoma hipofisario.
  • Esclerosis tuberosa - Las mutaciones de los genes TSC1 y TSC2 incluyen un síndrome caracterizado por la formación de hamartomas, epilepsia, retraso mental y adenoma hipofisario.

Síntomas

Los adenomas hipofisarios no siempre muestran síntomas visibles o perceptibles. A veces se detectan de forma bastante incidental durante una prueba de imagen, como una resonancia magnética o una tomografía computarizada, que se realiza por un motivo completamente distinto.

Los adenomas hipofisarios funcionales, que producen hormonas, pueden causar síntomas dependiendo de la hormona que produzcan.

Los síntomas de los tumores hipofisarios afuncionales (que no producen hormonas) están relacionados con su crecimiento expansivo, que ejerce presión sobre las estructuras circundantes situadas en las proximidades de la hipófisis.

Los síntomas derivados de la compresión son causados por los macroadenomas, tumores mayores de 10 mm. Un síntoma típico del crecimiento de un macroadenoma es la denominada hemianopsia bitemporal, es decir, la pérdida del campo visual periférico en ambos ojos.

Esto se debe a la opresión del quiasma óptico, en la que los nervios ópticos se cruzan conduciendo la información desde las mitades periféricas de la retina.

Si el macroadenoma afecta a los senos cavernosos, puede asociarse paresia de los músculos orbiculares por daño de los nervios orbitarios.

A veces puede producirse una apoplejía hipofisaria, que es una hemorragia aguda del adenoma. Pueden verse afectados todos los nervios oculomotores, lo que se denomina oftalmoplejía. Además, hay trastornos visuales, cefalea y alteraciones de la conciencia.

Si el macroadenoma alcanza un gran tamaño, puede desarrollarse la llamada hidrocefalia obstructiva, causada por la acumulación de líquido que no puede circular libremente por las vías del líquido porque el macroadenoma ha creado una obstrucción en ellas.

Un macroadenoma afuncional puede incluso provocar una hipofunción de la hipófisis, es decir, una disminución de su actividad. La presión ejercida sobre la propia adenohipófisis hace que ésta deje de segregar sus hormonas, especialmente la hormona del crecimiento.

Puede tratarse de la ausencia de una hormona o de varias. Si se reduce la producción de todas las hormonas hipofisarias, la afección se denomina panhipopituitarismo.

La ausencia de hormonas importantes se manifestará como:

  • Náuseas y vómitos
  • Debilidad
  • Sensación de frío
  • Alteración del ciclo menstrual u omisión completa de la menstruación
  • Disfunción sexual
  • Aumento de la producción de orina y micción frecuente
  • Pérdida o aumento de peso
  • Actividad excesiva y agitación

Los tumores hipofisarios funcionales provocan una hiperfunción de la adenohipófisis y, por tanto, una sobreproducción de sus hormonas.

Dependiendo de las células de que esté compuesto el adenoma, también segregará hormonas. Puede tratarse de una sola hormona y los síntomas de su sobreproducción, o de una combinación de múltiples hormonas.

Prolactinoma

El tumor más frecuente que produce prolactina se denomina prolactinoma.

La sobreproducción de la hormona prolactina a partir de un adenoma hipofisario provoca una reducción de los niveles normales de hormonas sexuales: en las mujeres, una reducción de estrógenos y, en los hombres, una menor secreción de testosterona.

Por lo tanto, los hombres y las mujeres presentan síntomas diferentes del prolactinoma.

En las mujeres se presentan los siguientes síntomas

  • Ciclo menstrual irregular
  • Omisión del sangrado menstrual
  • Secreción de leche por los pechos

En los hombres, la elevación de la prolactina provoca lo que se denomina hipogonadismo masculino. Los síntomas incluyen:

  • Disfunción eréctil
  • Disminución del recuento de espermatozoides (azoospermia)
  • Pérdida de libido
  • Crecimiento de las mamas (ginecomastia)

Tumor secretor de hormona corticotropina (ACTH)

El adenoma produce cantidades excesivas de la hormona adrenocorticotropina (ACTH), que estimula la corteza suprarrenal, lo que inicia una producción extrema de la hormona cortisol.

Si hay demasiado cortisol en el organismo, se manifestará en un conjunto de síntomas que tienen el nombre común de síndrome de Cushing.

Estos síntomas incluyen:

  • Obesidad de tipo centrípeto, es decir, acumulación de grasa alrededor del ombligo y la parte superior de la espalda.
  • Cara de luna o redondeo pronunciado de la cara
  • Atrofia y debilidad muscular
  • Hipertensión arterial
  • Glucemia elevada
  • Acné
  • Adelgazamiento óseo
  • Aumento de los hematomas
  • Numerosas estrías en la piel
  • Ansiedad, irritabilidad o depresión

Tumor secretor de la hormona del crecimiento (STH)

Un tumor de este tipo produce un exceso de hormona del crecimiento. Si la enfermedad se presenta en la edad adulta, después de que haya cesado el crecimiento, la afección se denomina acromegalia.

Si la hormona del crecimiento se segrega aún en la infancia o la adolescencia, antes de que el crecimiento haya cesado, la enfermedad se denomina gigantismo.

Síntomas de la acromegalia:

  • Rasgos faciales constreñidos
  • Agrandamiento de manos y pies
  • Sudoración excesiva
  • Glucemia elevada
  • Corazón agrandado y cardiopatías
  • Dolores articulares
  • Problemas dentales
  • Aumento del vello corporal

Los niños y adolescentes crecen demasiado rápido y alcanzan alturas extremas.

Tumor que segrega hormona estimulante del tiroides (TSH)

Un adenoma que produce en exceso la hormona estimulante del tiroides es la causa de una glándula tiroides hiperactiva. La glándula tiroides produce demasiada cantidad de la hormona tiroxina, lo que se denomina hipertiroidismo.

La tiroxina es una hormona que afecta principalmente al metabolismo, por lo que cuando hay un exceso de ella, el metabolismo se acelera.

Los síntomas del hipertiroidismo son los siguientes:

  • Pérdida de peso
  • taquicardia
  • Arritmia
  • Nerviosismo e irritabilidad
  • Diarrea, causada por intestinos hiperactivos
  • Aumento de la sudoración

Síntomas de opresión de la neurohipófisis

Aunque el adenoma no afecte al segmento posterior de la hipófisis (neurohipófisis), en los adenomas gigantes esta parte puede estar oprimida y, por tanto, su función alterada.

La neurohipófisis no produce hormonas, sino que sirve de depósito para las hormonas que se producen en los núcleos hipotalámicos.

Desde el hipotálamo, se transportan por vía axonal a través del pedúnculo (infundíbulo) hasta la neurohipófisis, donde se almacenan en gránulos. Desde la neurohipófisis, las hormonas se secretan al torrente sanguíneo.

Cuando la neurohipófisis está deprimida, la secreción de la hormona antidiurética, llamada vasopresina, se ve afectada. Esta hormona es responsable de la correcta gestión del contenido de agua y sal en el organismo. Su deficiencia se manifiesta como diabetes insípida.

Síntomas de la deficiencia de vasopresina:

  • La poliuria es la excreción de una gran cantidad de orina, pero que es hipotónica, es decir, que contiene pocas sales.
  • La polidipsia es una afección en la que una persona bebe cantidades excesivas de líquidos debido a una sed insaciable.
  • Si el paciente no bebe suficiente agua, se produce una deshidratación que puede ser mortal.

Diagnósticos

El diagnóstico del adenoma hipofisario implica una historia de molestias y un cuadro clínico característico, ya sea por opresión de estructuras cerebrales o por sobreproducción de hormonas hipofisarias.

A veces estos tumores no se diagnostican porque sus síntomas son similares a los de muchas otras enfermedades. Por el contrario, un gran número de adenomas se detectan como hallazgo incidental en una resonancia magnética realizada por otros motivos.

A partir de extracciones de sangre y análisis de orina pueden detectarse anomalías indicativas de sobreproducción o deficiencia hormonal.

La prueba diagnóstica más importante es la resonancia magnética del cerebro o la tomografía computarizada del cerebro, que muestra un agrandamiento de la hipófisis o una imagen no homogénea de la hipófisis, lo que indica el crecimiento de un tumor benigno.

Además, la exploración se utiliza para evaluar la localización y el tamaño del tumor antes de la cirugía o la radiación.

La exploración ocular puede diagnosticar alteraciones de la visión periférica causadas por la presión del tumor sobre la unión del nervio óptico.

El perfil hormonal general es evaluado por un endocrinólogo o, en las mujeres, por un ginecólogo.

Curso

La evolución de la enfermedad depende del tipo de adenoma. Algunos pacientes viven durante años con un adenoma hipofisario del que no son conscientes porque no causa síntomas ni problemas.

Sin embargo, si el adenoma está causando problemas graves, limitando la vida del paciente o amenazándola directamente, se emprende un tratamiento inmediato del tumor, que o bien detiene su crecimiento o bien reduce o extirpa el tumor.

Cómo se trata: Adenoma hipofisario

Tratamiento del adenoma hipofisario: ¿fármacos o cirugía?

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  • solen. sk - Adenomas hipofisarios: resultados del tratamiento quirúrgico con técnica endoscópica transnasal
  • mayoclinic. org - Tumores hipofisarios
  • Johannes A. Romijn - Los síndromes crónicos tras el tratamiento previo de los tumores hipofisarios
  • Shlomo Melmed, M.D. - Endocrinopatías de los tumores hipofisarios
  • Christina Tatsi y Constantine A. Stratakis - La genética de los adenomas hipofisarios