Tratamiento de la otosclerosis: no hay cura, ¿ayudará la cirugía?

Desgraciadamente, en la actualidad no se conoce ningún tratamiento eficaz para la otosclerosis.

En el pasado, se ha prescrito fluoruro sódico, que actúa como antagonista del remodelado óseo y desactiva los osteoclastos, las células que "mordisquean" el hueso. Sin embargo, esta acción tiene lugar en el sistema óseo de todo el organismo, por lo que es necesario prescribir una dosis adecuada de fluoruro sódico que sea suficiente para detener el remodelado óseo en el oído medio, pero que no sea perjudicial para el resto del organismo.

Actualmente se están realizando ensayos clínicos para establecer esta dosis.

Los bifosfonatos y la vitamina D son otras posibles alternativas terapéuticas futuras para los pacientes con otoesclerosis. Esta investigación se encuentra aún en sus primeras fases.

Tratamiento quirúrgico

La cirugía es otra opción de tratamiento.

El principio de la cirugía del oído medio es restaurar la transmisión mecánica funcional del sonido a través del oído medio, corrigiendo así la pérdida de audición conductiva.

Sin embargo, esta cirugía no puede afectar a la pérdida de audición neurosensorial secundaria a una deficiencia coclear.

La cirugía es un procedimiento mínimamente invasivo de un día de duración que se realiza bajo anestesia general.

Existen dos variantes de la operación:

  1. Estapedotomía - consiste en la creación de un pequeño orificio mediante un microgancho o láser en la base del estribo donde se inserta la prótesis. Antes de insertar la prótesis, se disloca la conexión entre el yunque y el estribo. La operación se realiza sin retirar todo el estribo.
  2. Estapedectomía: consiste en retirar casi todas las partes del estribo, incluidos los dos brazos del estribo. Se sustituyen por una prótesis. La prótesis se apoya en un trozo de tejido graso en la ventana oval del oído interno. Las vibraciones se transmiten del martillo a través del yunque a la prótesis, que agita el líquido del oído interno.

Las indicaciones para la cirugía incluyen:

  • pérdida auditiva por transferencia
  • un grado de pérdida auditiva de al menos 20 dB
  • capacidad de discriminación del habla de al menos el 60
  • el paciente goza de buena salud

Las contraindicaciones incluyen:

  • mal estado físico del paciente
  • pérdida de audición inestable
  • mareos
  • infección previa del oído medio con perforación del tímpano
  • pérdida auditiva de 70 dB o peor
  • discriminación del habla del 80% o mejor

Las complicaciones de la cirugía son poco frecuentes. Entre ellas se incluyen la sordera, la necrosis del yunque, la perforación del tímpano, los daños en el nervio facial, las alteraciones del gusto, los mareos y otras.

Audífonos

Los audífonos son una alternativa adecuada para los pacientes que tienen contraindicada la cirugía y, por tanto, no son candidatos adecuados para la estapedectomía o la estepedectomía. La ventaja es que la pérdida de audición neurosensorial, es decir, la deficiencia coclear secundaria, puede corregirse con un implante adecuado.

Los audífonos funcionan según el principio de amplificar el sonido y aumentar la energía de transmisión a través de los huesecillos rígidos, lo que mejora la transmisión del sonido al oído interno. Los candidatos adecuados para la adaptación de audífonos son los pacientes con una pérdida auditiva superior a 25 dB.

Los audífonos pueden ajustarse para amplificar únicamente las frecuencias que resultan problemáticas para el paciente según la audiometría. A medida que la otosclerosis progresa y aumentan las frecuencias problemáticas, el audífono puede ajustarse más y modificarse su configuración.

En la actualidad, los audífonos implantables, como los implantes de oído medio y los implantes de conducción ósea, son los más utilizados en pacientes otoscleróticos.

El audífono como una de las opciones de tratamiento
El audífono como una de las opciones de tratamiento. Fuente: Getty Images

Estos audífonos implantables amplifican la señal acústica transmitida a la cóclea, de forma similar a los audífonos, pero son técnicamente muy diferentes.

  • Los implantes de oído medio se fijan quirúrgicamente a los huesos del oído medio y amplifican el sonido haciendo vibrar mecánicamente los huesos. Estos implantes tienen un uso limitado en pacientes con otosclerosis porque requieren huesos móviles.
  • Los implantes de conducción ósea están indicados en pacientes con trastorno de la conducción o hipoacusia mixta con una alteración neurosensorial coclear mínima. El principio es evitar el oído externo y medio transmitiendo vibraciones desde el hueso temporal directamente al oído interno. Los implantes se fijan quirúrgicamente al hueso temporal. Los implantes de conducción ósea pueden aplicarse bilateralmente, pero normalmente basta con un implante unilateral. Las vibraciones transmitidas son tan intensas que estimulan la cóclea secundaria.
  • Los implantes cocleares funcionan de un modo completamente distinto. No amplifican las señales acústicas, sino que las convierten directamente en señales eléctricas. Éstas se transmiten directamente al nervio auditivo y de ahí al cerebro. Se trata de una derivación completa del oído medio e interno, lo que hace que estos implantes sean adecuados para pacientes con pérdida auditiva neurosensorial.
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