Tratamiento de la neumonía: fármacos, antibióticos, antivirales, inhalación...

Según el diagnóstico y la exploración, la neumonía se trata en función del estado general del paciente. En personas inmunodeprimidas, niños y ancianos, la neumonía suele tratarse durante la hospitalización. Si hay complicaciones respiratorias o problemas con otras constantes vitales, es necesario el ingreso en una unidad de cuidados intensivos.

En la mayoría de los casos, el diagnóstico inicial de neumonía, independientemente del agente causal, va seguido de un tratamiento antibiótico. En la mayoría de los casos, la neumonía es de origen bacteriano, que queda cubierto por el tratamiento antibiótico inicial.

En la gran mayoría de los casos, el tratamiento antibiótico es el tratamiento básico. Si las pruebas de laboratorio muestran una inflamación bacteriana, se continúa con el tratamiento antibiótico. Durante las pruebas también se determina la sensibilidad antibiótica para determinar el grupo adecuado de agentes activos.

Las infecciones complicadas de origen vírico se tratan mediante la administración de fármacos antivíricos. Si la infección es micótica, se induce un tratamiento antifúngico. En las neumonías de origen no infeccioso, lo más frecuente es utilizar corticosteroides para el tratamiento.

Además, se administran fármacos para los síntomas asociados. Por ejemplo, se utilizan antipiréticos para reducir la fiebre. Se utilizan expectorantes y mucolíticos para facilitar la expectoración y disolver la mucosidad. Se utilizan antitusígenos para la tos seca y analgésicos para el dolor.

También es adecuada la terapia de nebulización, es decir, la inhalación de pequeñas cantidades de medicamento. En un entorno hospitalario, puede utilizarse la inhalación de oxígeno si es necesario. El tratamiento suele durar de 1 a 3 semanas, dependiendo del tipo de inflamación y de la evolución general de la enfermedad.

Cigarrillo, humo, fumar, agrava la neumonía
Entre las medidas del régimen figura la prohibición de fumar. Fuente fotográfica: Getty Images

También son necesarias medidas de régimen, como reposo en cama, no fumar, no beber alcohol... Es importante beber lo suficiente para evitar la deshidratación, lo que es especialmente importante en los niños. Igualmente necesario es un aporte energético adecuado y la ingesta de vitaminas y minerales.

Si se sospecha una neumonía, se recomienda un examen profesional inmediato. El curso puede ser agudo (repentino), lo que también puede significar un rápido deterioro del estado y una amenaza para la salud. En cualquier caso, no se recomienda el tratamiento casero de la neumonía ni esperar a que mejore el problema, ya que existe el riesgo de complicaciones graves.

La convalecencia (recuperación y curación) puede durar varias semanas después de la enfermedad. Durante estas semanas, la persona puede sentirse cansada, débil, agotada e incapacitada, incluso después de un esfuerzo de baja intensidad. Por supuesto, esto también depende del curso y de las complicaciones que hayan acompañado a la enfermedad.

fcompartir en Facebook