¿Cómo se trata la enfermedad fúngica de las uñas y los dedos? Medicación y cirugía

En el tratamiento de las enfermedades fúngicas de los pies y las uñas, se utiliza en primer lugar el tratamiento local. En los problemas crónicos y más graves, se opta también por la terapia sistémica. El tratamiento local se utiliza si no está afectado más del 25% de la lámina ungueal.

El tratamiento es largo pero necesario. Si se descuida, pueden surgir complicaciones como la celulitis. La celulitis es una inflamación de la piel (no confundir con la celulitis, que se denomina coloquialmente celulitis). En las personas que padecen diabetes, es una predisposición al pie diabético. Los enfermos de larga duración son una fuente de propagación de la infección en casa y en zonas públicas como piscinas.

Cuando la uña está afectada, se utilizan diversos barnices medicinales con un componente antifúngico. Además, también se emplean soluciones o cremas para la micosis cutánea. Los preparados tienen un efecto combinado, es decir, contienen un antifúngico y un segundo componente para alterar la capa superior de la uña.

A través de la capa de la uña alterada, se produce una mejor penetración del fármaco hasta los patógenos. Estos agentes terapéuticos tienen un amplio espectro de acción sobre diversas micosis. Sin embargo, el tratamiento es prolongado. La aplicación de un antifúngico tópico debe durar al menos 6 meses y a veces más de 1 año.

Se opta por el tratamiento sistémico si más del 50% de la uña está afectada. Se utilizan diferentes agentes antifúngicos sistémicos. Los fármacos se administran por vía oral, es decir, por la boca. A menudo se utiliza un tratamiento combinado, que combina agentes antifúngicos tópicos y generales.

El objetivo del tratamiento combinado es garantizar la penetración más eficaz del fármaco en los agentes patógenos, tanto en el interior como en los bordes de las zonas afectadas. También es conveniente realizar un examen micológico y un cultivo para determinar el fármaco más adecuado.

En algunos casos, es necesario un tratamiento quirúrgico. El objetivo puede ser la extirpación parcial o completa de la lámina ungueal. Este procedimiento es doloroso y, además, conlleva un riesgo de infección. El lecho ungueal también puede extirparse conCO2, láser o químicamente.

Los tiempos modernos también traen métodos de tratamiento fotodinámico, radiación UVC, tratamiento con láser o iontoforesis. Además del tratamiento, la prevención del desarrollo o la recurrencia de los problemas es, por supuesto, también importante.

¿Y qué hay de las recetas caseras y los consejos de viejas?

Por ejemplo, el ajo o el vinagre (natural, de manzana) tienen un efecto antiinflamatorio y sobre los microorganismos, al igual que el aceite del árbol del té.

Seguro que has oído hablar de su uso para diversas afecciones cutáneas.

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