Tratamiento de la leucoplasia: conservador, medicación y cirugía

La base del tratamiento es evitar que la leucoplasia se convierta en cáncer.

El tratamiento conservador consiste en limitar la posible causa de la leucoplasia y administrar medicación.

En el caso de las infecciones por hongos o víricas, se administra un tratamiento antifúngico y antivírico.

Se cree que al curar la infección que tiene lugar en el organismo, es posible la curación espontánea posterior de la zona afectada.

En caso de presión por dentaduras postizas, implantes o dientes rotos que irriten la mucosa, hay que eliminar la causa.

Se recomienda

  • Dejar de fumar, mascar tabaco y beber alcohol
  • Aumentar la ingesta de fruta y verdura fresca
  • Tomar retinoides, productos que contienen ácido retinoico, sólo con receta y no destinados a un uso prolongado
  • Tomar suplementos dietéticos con vitamina A y betacaroteno por vía oral para ayudar a eliminar las manchas

El tratamiento quirúrgico se utiliza principalmente para cualquier tipo de eritroplasia.

La extirpación quirúrgica de las manchas no impide su reaparición, ya que reaparecen en el 10-20% de los casos. La probabilidad de desarrollar cáncer en el lugar de la lesión es del 3-12%.

La extirpación de las lesiones también puede realizarse con láser.

Otras opciones de tratamiento son las siguientes

Terapia fotodinámica - aplicación de fármacos activados por la luz.

Crioterapia - congelación de las lesiones.

Electrocauterización, en la que se utiliza una aguja calentada eléctricamente para eliminar las lesiones.

Tratamiento popular

Para tratar la leucoplasia se recomienda beber té o hacer gárgaras con infusiones de hierbas.

Para enjuagar la cavidad bucal, se puede utilizar una decocción de manzanilla, tilo, caléndula, cola de caballo o hierba de San Juan.

¿Cuál es el pronóstico de la leucoplasia?

Cuando hay leucoplasia, el médico vigila el estado de las lesiones cada tres a seis meses para observar los cambios y tomar una biopsia del tejido para su análisis.

Tras la extirpación quirúrgica, se recomienda acudir al médico para un seguimiento al menos una vez al año. Si las zonas tratadas no han cambiado durante más de tres años, no es necesario seguir controlándolas, sólo si las lesiones empeoran y crecen otras nuevas.

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