Lepra: ¿Qué es la lepra, cómo se produce y cuáles son sus síntomas?

Lepra: ¿Qué es la lepra, cómo se produce y cuáles son sus síntomas?
Fuente de la foto: Getty images

La lepra es una enfermedad infecciosa grave que afecta principalmente a los nervios periféricos, las extremidades, la piel y las mucosas de las vías respiratorias superiores. ¿Cómo se transmite, manifiesta y trata la lepra?

Características

La lepra, también conocida como lepra, es una enfermedad que existe desde hace más de 3.000 años. Se trata de una enfermedad bacteriana infecciosa que afecta a los nervios periféricos, la piel y las mucosas de los seres humanos.

Si no se trata, la lepra causa graves problemas de salud y deformidades corporales.

A menudo se pregunta:
¿Qué es la lepra y cómo se produce?
¿Cuáles son los síntomas?
En el artículo encontrará los síntomas, la etiología de la lepra, la transmisión, las opciones de tratamiento y mucha otra información interesante sobre la lepra.

¿Qué es la lepra?

La lepra, también conocida profesionalmente como enfermedad de Hansen, fue descubierta en 1869 por el biólogo, zoólogo y médico noruego Gerhard Armauer Hansen, que describió la bacteria en el tejido cutáneo de un individuo infectado.

La enfermedad se da principalmente en latitudes meridionales - América Latina, África y el sudeste asiático. En los países europeos, la lepra alcanzó su peor intensidad en los siglos XII-XV como consecuencia de las Cruzadas, tras lo cual los casos de lepra disminuyeron considerablemente.

Desde la Edad Media hasta los tiempos modernos, la leprosería era una instalación especial para el aislamiento y cuidado de individuos infectados.

Hoy en día, la lepra supone una amenaza especial para las poblaciones de los países en desarrollo y los países más pobres del mundo con servicios sanitarios deficientes.

Causas

La etiología de la enfermedad es...

La lepra es una enfermedad infecciosa bacteriana causada por una bacteria llamada Mycobacterium leprae o Mycobacterium lepromatosis.

El periodo de incubación de la enfermedad es bastante largo, y puede durar de meses a años.

Las bacterias causantes de la lepra se multiplican lentamente y el tiempo que transcurre entre la infección inicial y la aparición de los primeros síntomas puede ser de hasta cinco años.

La enfermedad en sí no es muy contagiosa. Para la transmisión son necesarios un contacto muy estrecho con un individuo infectado y una baja inmunidad del propio organismo. En particular, las secreciones mucosas de una persona infectada (estornudos, tos, heridas abiertas, etc.) son un requisito previo para la propagación de la enfermedad.

La transmisión se produce principalmente por gotitas y por vía aérea.

También puede contraerse a través de una herida abierta al tocar a una persona infectada o a un animal infectado. La transmisión de madre a hijo a través de la leche materna es un riesgo, por lo que la lactancia está prohibida para las madres con lepra.

La enfermedad no es muy contagiosa y el riesgo de infección por contacto normal es bajo.

Las personas con sistemas inmunitarios debilitados corren riesgo.

Mycobacterium leprae se multiplica dentro de las células del organismo infectado.

Las manifestaciones típicas de la lepra son lesiones cutáneas, manchas e hinchazones. La enfermedad afecta con mayor frecuencia a la cara, las mucosas de las vías respiratorias superiores, los músculos, las articulaciones y los nervios periféricos de las extremidades. Los síntomas y manifestaciones exactos dependen de la forma y estadio exactos de la lepra.

Tipos y formas de lepra

La OMS (Organización Mundial de la Salud) clasifica la lepra en función del tipo de enfermedad y del número de zonas cutáneas afectadas. La primera categoría es la forma paucibacilar (tuberculosa), en la que hay hasta 5 zonas afectadas sin presencia de bacterias en la piel.

La segunda categoría es la forma multibacilar (lepromatosa), que se caracteriza por la afectación de al menos 5 zonas y la detección de la bacteria en el tejido cutáneo del individuo.

Forma tuberculosa de la lepra

En esta forma, el propio sistema inmunitario del organismo impide la multiplicación de la bacteria. Las micobacterias quedan encerradas en el nervio afectado y no se propagan a los alrededores. Se trata de una forma no infecciosa de lepra. En la mayoría de los casos, tras el tratamiento, el paciente se recupera y mejora su salud.

La principal manifestación de la lepra tuberculosa es la piel seca con la formación de manchas cutáneas de color blanco a rojo (púrpura).

Las manchas y parches pueden fusionarse visualmente en los llamados "mapas". La superficie de estas lesiones cutáneas puede ser lisa o abultada (papilomatosa).

En las zonas de los nervios afectados pueden palparse áreas enrojecidas, hinchadas y menos sensibles al tacto. Se produce la muerte de los nervios y el deterioro de la función muscular, que se debilita y atrofia gradualmente.

Si no se trata, se desarrollan úlceras profundas, con la posibilidad de heridas abiertas y la necesidad de amputación (la mayoría de las veces afecta a los enlaces de los dedos de manos y pies).

Forma lepromatosa de la lepra

Se caracteriza por la multiplicación de bacterias tanto en el tejido nervioso como en la zona circundante. El tipo lepromatoso es una forma infecciosa de lepra. Tiene un curso más grave porque suele afectar a personas con el sistema inmunitario debilitado.

La mayoría de los individuos sanos tienen un nivel suficiente de protección inmunitaria, por lo que no más del 5% de las personas enfermarán por contacto con las micobacterias de la lepra.

La principal manifestación es la aparición de nódulos y manchas cutáneas marrón-púrpura por todo el cuerpo. En los individuos aparecen nódulos cutáneos simétricos llamados lepromas, de color rojo, amarillo o marrón-púrpura. Los lepromas pueden absorberse o convertirse en úlceras llenas de micobacterias.

Como en la forma anterior, se dañan los nervios periféricos y se deteriora la función motora y sensitiva de los músculos.

La manifestación típica es la discapacidad facial, que se deforma por la formación de úlceras y cicatrices. La nariz se hunde, las cejas y el pelo se caen, el reflejo del parpadeo se oblitera y el ojo se seca con riesgo de ceguera.

La mucosa nasal también se ve afectada y se producen hemorragias nasales.

En las últimas fases de la lepra no tratada, se produce una insuficiencia ósea y de los órganos internos. La enfermedad se multiplica por todo el cuerpo: ganglios linfáticos, médula ósea, riñones, sistemas internos y más.

La forma no tratada puede ser mortal.

Forma límite de la lepra

Se trata de un tipo de enfermedad que presenta individualmente una combinación de síntomas de las formas tuberculosa y lepromatosa. Sin embargo, de forma similar a ambas formas, se producen daños en los nervios periféricos, los músculos y la formación de las típicas úlceras.

Visualización en 3D del microcosmos de Mycobacterium leprae (bacteria de la lepra)
Visualización en 3D del microcosmos de Mycobacterium leprae. Fuente: Getty Images.

Síntomas

Los síntomas específicos y el curso de la enfermedad dependen principalmente del tipo de forma de lepra.

La principal manifestación característica de la forma tuberculoide no infecciosa es la piel seca, la formación de manchas visibles del color de la piel y la aparición de úlceras en la zona de afectación de los nervios periféricos.

La forma infecciosa prolepromatoide se caracteriza por la formación de nódulos cutáneos y manchas de color marrón púrpura, y afecta a la zona facial, la mucosa nasal, las úlceras y las cicatrices.

En la última fase, también ataca a los huesos y órganos internos.

El primer síntoma de la lepra es el entumecimiento de las partes periféricas del cuerpo: dedos de los pies o pies.

Otros síntomas relativamente tempranos son la formación de manchas blancas en la piel y la inflamación de los nervios periféricos. Como resultado del daño a los nervios y la inervación, estas manchas de la piel son experimentadas posteriormente como entumecidas por el individuo infectado.

Posibles manifestaciones y síntomas de la lepra:

  • Formación de manchas rojas y blancas en la piel.
  • Formación de manchas cutáneas marrón-púrpura
  • Piel seca
  • Unión de las manchas cutáneas formando un "mapa
  • Formación de nódulos cutáneos
  • Formación de úlceras y cicatrices
  • Entumecimiento de partes periféricas del cuerpo
  • Entumecimiento de la zona afectada
  • Debilitamiento y atrofia de los músculos
  • Deformidad de la zona afectada
  • Trastornos de las mucosas y hemorragias nasales
  • Caída nasal y deformidad facial
  • Deformación de los lóbulos de las orejas
  • Laringitis
  • Pérdida de pelo y cejas
  • Debilitamiento del reflejo de parpadeo y sequedad ocular
  • Problemas de visión hasta la ceguera
  • Disfunción eréctil
  • Infertilidad
  • Trastornos de la función renal y suprarrenal
  • Trastornos de los órganos internos y los huesos
Deformación de los eslabones de los dedos - infección de lepra
Deformación de los eslabones de los dedos - infección de lepra. Fuente: Getty Images

Diagnósticos

Debido a la rareza actual de la lepra en los países desarrollados, se investigan principalmente los antecedentes familiares y de viajes del paciente.

La lepra se demuestra mediante el examen histológico de biopsias cutáneas (biopsia cutánea, frotis cutáneo). Se detecta la presencia de Mycobacterium leprae o Mycobacterium lepromatosis en el tejido cutáneo del paciente.

La presencia de micobacterias también puede detectarse en las secreciones nasales y en los hisopos de la mucosa nasal.

Las secreciones y las torundas se tiñen en el laboratorio con un método bacteriológico especial de Ziehl-Neelsen. A continuación se determina la presencia y la cantidad de bacterias de la lepra (patógeno) mediante la puntuación.

Otro procedimiento diagnóstico es la prueba de lepromina, que sirve para distinguir e identificar una forma específica de lepra. La prueba consiste en inyectar lepromina en el tejido subcutáneo del paciente. Al cabo de unos días, el médico examina la reacción del organismo a la sustancia inyectada.

Se evalúa un valor fisiológico con ausencia de reacción en un individuo con forma lepromatosa y también en un individuo sano. Por el contrario, en la forma tuberculosa, los valores patológicos resultantes están presentes.

Prevalencia y prevención de la lepra en el mundo

No existe una prevención propiamente dicha contra la infección por la bacteria que causa la lepra. Sin embargo, el riesgo de transmisión puede reducirse al mínimo absoluto mediante una serie de factores y medidas.

La clave principal para prevenir la transmisión es evitar viajar a países con una mayor incidencia de lepra (África, Sudeste Asiático, Nepal, Tanzania...). Sin embargo, el riesgo de infección es bajo incluso cuando se viaja a estos países. Para transmitir la bacteria, el sistema inmunitario es demasiado débil e inmunodeficiente (falta de inmunidad).

La lepra es endémica en determinados países menos desarrollados de América, Asia y África.

En Europa, la enfermedad es rara y esporádica.

En 2020 se diagnosticaron 127 558 casos de lepra en todo el mundo.

Desde 1954, el último domingo de enero se conmemora el Día Mundial para la Prevención y el Control de la Lepra, una oportunidad para concienciar sobre la prevalencia de esta enfermedad infecciosa y la importancia de un diagnóstico precoz.

Día Mundial contra la Lepra
Día Mundial contra la Lepra. Fuente: Getty Images.

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Recursos interesantes

  • DRNKOVÁ, Barbora. Microbiología, inmunología, epidemiología e higiene. Praga: Sestra (Grada). ISBN 978-80-271-0693-6
  • healthline. com - Lepra. Healthline. Maureen Donohue
  • medicalnewstoday. com - Lo que hay que saber sobre la lepra (enfermedad de Hansen). MedicalNewsToday. Tim Newman
  • szu. com - Lepra (lepra, enfermedad de Hansen): Institutos Nacionales de la Salud.