Tratamiento de la fiebre reumática: fármacos, antibióticos

Es muy importante curar de forma constante y suficiente la enfermedad subyacente causada por la infección estreptocócica.

Así se evita el desarrollo de complicaciones como la fiebre reumática. En el tratamiento se utilizan antibióticos penicilínicos. En caso de alergia a la penicilina, se emplean macrólidos.

En el caso del tratamiento de la fiebre reumática propiamente dicho, son necesarios el reposo en cama y la limitación del estrés físico o mental, así como medidas de régimen. El reposo depende de los síntomas asociados, es decir, de lo que haya afectado la enfermedad. En los problemas articulares, funcionan bien los antiflogísticos no esteroideos.

En el tratamiento de las complicaciones cardiacas también pueden utilizarse corticoesteroides. Por supuesto, los síntomas son importantes, cuya terapia es variada. Para los problemas neurológicos, basta con reposo en cama y evitar esfuerzos.

Cuando las dificultades se prolongan, se administran fármacos anticonvulsivantes, cuyo efecto es individual.

En caso de fiebre, se administran fármacos para reducir la temperatura corporal (antipiréticos). Tras la curación, es importante la prevención de nuevas infecciones estreptocócicas, ya que existe el riesgo de que reaparezca la fiebre reumática y se desarrollen complicaciones.

fcompartir en Facebook