Tratamiento de la insuficiencia hepática: ¿cómo se trata un hígado enfermo?

Un paciente con diagnóstico de insuficiencia hepática debe ingresar en la unidad de cuidados intensivos. El tratamiento debe iniciarse lo antes posible centrándose en tratar la causa.

Si el fallo ha sido causado, por ejemplo, por una intoxicación, se administra medicación con este fin.

El pilar del tratamiento es la eliminación de las sustancias formadoras de nitrógeno de las proteínas del organismo.

La dieta consiste en una restricción completa de la ingesta de proteínas en la dieta.

El intestino se limpia con laxantes o enemas para eliminar el amoníaco del organismo. Como laxante para vaciar el contenido intestinal se utiliza lactulosa, duphalac.

Funciona bien la hemoperfusión, en la que se limpia la sangre del paciente de las toxinas que el hígado enfermo no puede eliminar.

Tratamiento no farmacológico

Eliminación de los factores de riesgo, por ejemplo:

  • Prevención de hemorragias gastrointestinales deteniendo el sangrado
  • tratamiento de la infección
  • exclusión completa del alcohol
  • dieta baja en proteínas
  • enemas con alto contenido en oxígeno para limpiar el intestino

Tratamiento farmacológico

Durante la hospitalización se administran los siguientes medicamentos

  • soluciones de infusión de glucosa
  • lactulosa para aumentar los movimientos intestinales hasta lograr la eliminación de heces 2 veces al día
  • tratamiento antibiótico: se administran antibióticos para suprimir la flora intestinal.
  • aminoácidos en forma de solución para infusión
  • medicamentos para reducir el amoníaco

En el coma hepático, se administra flumazenil (anexato) directamente en vena para alcanzar el nivel de consciencia deseado.

Una opción de tratamiento es el trasplante de hígado, en el que el hígado enfermo y dañado se sustituye por uno nuevo. El trasplante es una de las últimas opciones de tratamiento que aumenta las tasas de supervivencia.

En el caso de la insuficiencia hepática causada por el consumo excesivo de alcohol, el trasplante sólo es posible con la condición de ausencia permanente después de un mínimo de 6 meses.

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