Inflamación del esófago: ¿Por qué se produce, cómo se manifiesta? ¿Qué ayuda en caso de esófago inflamado?

Inflamación del esófago: ¿Por qué se produce, cómo se manifiesta? ¿Qué ayuda en caso de esófago inflamado?
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La esofagitis (también conocida como esofagitis) es una enfermedad inflamatoria de la mucosa esofágica. Se presenta de forma aguda o crónica. Una causa frecuente es la enfermedad por reflujo esofágico. También está causada por exposición química o térmica o por deficiencias nutricionales. Se manifiesta por dolor al tragar o ardor de estómago.

Características

La esofagitis (también conocida como esofagitis) es una enfermedad inflamatoria de la mucosa esofágica. Figura como K20 - esofagitis en la Clasificación Internacional de Enfermedades. La enfermedad no incluye la esofagitis por reflujo (K21.0) ni la erosión esofágica (K22.1).

Se asocia con mayor frecuencia a la ERGE, que es la enfermedad por reflujo gastroesofágico.

La manifestación suele ser dolor detrás del esternón, también conocido como ardor de estómago, así como deglución problemática o dolorosa.

Las preguntas más frecuentes son:
¿Por qué aparece la enfermedad y cómo se manifiesta?
¿Cómo se trata y pueden ayudar las hierbas o infusiones a aliviar las molestias?

La esofagitis puede ser aguda, que surge de repente. También puede ser crónica, que persiste durante mucho tiempo. Además, se divide en esofagitis por reflujo, catarral, esofagitis erosiva y también esofagitis eosinofílica. El diagnóstico se realiza sobre la base de las molestias, las pruebas de laboratorio y, principalmente, mediante un examen endoscópico.

El tratamiento correcto depende del diagnóstico y de la determinación del tipo y la causa provocadora. Es necesario modificar la dieta y el estilo de vida en general. La prevención, la defensa contra la aparición o reaparición de la enfermedad, también desempeña un papel importante.

El esófago forma parte del aparato digestivo. Es un órgano hueco, un tubo que conecta la faringe con el estómago. Mide aproximadamente 30 cm de largo y 1,5 cm de diámetro. El esófago es un órgano muscular. Sus músculos aseguran el movimiento de los alimentos (procesados en la boca) hacia el estómago.

El esófago es una parte importante del sistema digestivo y también está adyacente a otras estructuras y partes de los sistemas orgánicos, como el sistema respiratorio y el sistema cardiovascular, por lo que el diagnóstico diferencial desempeña un papel importante.

La enfermedad por reflujo esofágico provoca esofagitis, pero también puede causar inflamación de las vías respiratorias. Un tumor invasivo (cáncer) crece en la zona circundante y provoca así otras complicaciones. Y el dolor detrás del esternón debido a la esofagitis puede confundirse con una enfermedad cardiovascular.

Causas

No existe una única causa de la esofagitis, sino varios factores desencadenantes. Lo más habitual es que esté causada por la enfermedad por reflujo gastroesofágico, también conocida como ERGE. ERGE es la abreviatura del término inglés gastroesophageal reflux disease (enfermedad por reflujo gastroesofágico).

El mecanismo es la irritación a largo plazo del revestimiento del esófago por el contenido ácido del estómago. El problema surge por la disfunción o falta de capacidad del esfínter, para impedir el paso hacia atrás del ácido del estómago al esófago.

Sin embargo, éste es sólo un ejemplo de muchos. Otra forma es la inflamación de la mucosa debida a una infección por virus, bacterias u hongos. Algunos ejemplos son la cándida, el herpes simple o el citomegalovirus. La ingesta de alimentos también es problemática, sobre todo si la persona consume alimentos y bebidas demasiado condimentados, calientes o fríos durante mucho tiempo.

La esofagitis erosiva se caracteriza por la erosión (daño profundo en el revestimiento del esófago) y es consecuencia principalmente de la exposición prolongada a factores negativos. De forma aguda, puede desencadenarse por la combustión del esófago con productos químicos, ácidos o alimentos y líquidos a alta temperatura.

La forma inmunomediada se denomina esofagitis eosinofílica (EOE). Esta forma es mayoritariamente benigna y persiste durante mucho tiempo. La enfermedad se presenta a cualquier edad, pero sobre todo en jóvenes y niños, especialmente varones.

Su causa aún no está aclarada. Detrás de su aparición está la interacción de varios factores de riesgo, junto con un componente inmunológico. Se supone la influencia de la alergia alimentaria y la disposición genética, pero también puede ser culpable la acción de factores negativos a una edad temprana de la persona.

El revestimiento del esófago en este tipo de inflamación suele contener un mayor número de eosinófilos. Los eosinófilos son glóbulos blancos (leucocitos) y su función principal es la defensa inmunitaria del organismo. Otra forma es la esofagitis inducida por fármacos.

Qué factores de riesgo y causas provocan esofagitis (tabla):

  • enfermedad por reflujo del esófago
  • quemaduras químicas y térmicas
    • intoxicación deliberada o accidental
    • productos de limpieza y otras sustancias químicas vertidas en botellas de bebidas
  • errores nutricionales, ingesta excesiva
    • picante
    • fritos
    • caliente
    • frío
    • alcohol y alcoholismo
  • sobrepeso y obesidad
  • infecciones
    • virus (herpes simple, citomegalovirus)
    • bacterias
    • hongos (cándida)
  • inmunidad debilitada
  • predisposición genética
  • vómitos
  • cuerpo extraño en el esófago
  • gastritis y otras enfermedades estomacales
    • úlcera gastroduodenal
  • enfermedades de la vesícula biliar o el páncreas
    • inflamación
    • cálculos biliares
  • hernia de hiato
  • enfermedad de Crohn
  • alergias
  • esofagitis eosinofílica
  • síndrome de Zollinger-Ellison
  • tumor en el tubo digestivo
  • los medicamentos
    • ingesta insuficiente de líquidos
    • la toma de medicamentos justo antes de acostarse
    • medicamentos antirreumáticos no esteroideos
    • ácido acetilsalicílico
    • antibióticos
    • corticosteroides
  • después de cirugía abdominal u otros procedimientos médicos
    • sonda nasogástrica

Síntomas

Los síntomas de la esofagitis pueden ser típicos, pero a veces la enfermedad puede ser asintomática.

La cronicidad contribuye a las complicaciones. El esófago se localiza principalmente en la cavidad torácica, por lo que los síntomas de esta zona pueden confundirse con problemas respiratorios o cardiovasculares.

Los síntomas que se presentan en la esofagitis incluyen:

  • deglución difícil y problemática (disfagia)
  • dolor al tragar (odinofagia), dolor agravado al tragar
  • sensación de cuerpo extraño en la garganta (globo)
  • sensación de un bocado atascado en la garganta
  • ardor de estómago (pirosis)
  • dolor detrás del esternón
    • sensación de ardor en el pecho
    • principalmente detrás del esternón, dolor retroesternal
    • dolor después de comer
  • mal aliento
  • amargura en la boca
  • aumento de la producción de saliva, babeo paroxístico
  • Garganta seca.
  • retorno del contenido del estómago a la cavidad oral (regurgitación)
  • eructos
  • aumento de la temperatura corporal, en origen infeccioso
  • vómitos, náuseas, náuseas
  • vómitos
  • falta de apetito
  • sangre en el vómito, vómitos de sangre (hematemesis)
  • melena (heces negras) por sangre digerida
  • anemia
  • pérdida de peso
  • aumento de la caries dental
  • tos y ronquera con irritación de las vías respiratorias y las cuerdas vocales
    • infecciones respiratorias repetidas, laringitis, neumonía (pulmonía)
  • irritación del nervio vago (X par craneal) y bradicardia

Si la esofagitis se repite o persiste durante mucho tiempo, puede dar lugar a complicaciones. Entre ellas, por ejemplo, la cicatrización de la mucosa esofágica, que a su vez provoca un estrechamiento del diámetro del esófago. La enfermedad por reflujo influye en el desarrollo de la inflamación, pero también del esófago de Barrett. Una complicación grave es el cáncer.

La tabla enumera los síntomas según la edad de la persona

Edad preescolar
y lactantes
Edad escolar Adolescentes
y adultos
rechazo de alimentos Dolor de estómago
en la zona del estómago (en el epigastrio)
dificultad para tragar
no dormir
o el niño no aumenta de peso
problema para tragar
sensación de atasco en la comida
pirosis
dolor al tragar
vómitos vómitos sensación de tener un bocado atascado en la garganta
diarrea diarrea dolor detrás del esternón
Qué hay que tener en cuenta en la infancia
  • cambios en la alimentación
  • comer despacio
  • masticación demasiado larga
  • ingesta frecuente de líquidos
  • necesidad de raciones pequeñas
  • rechazo de alimentos sólidos
    • o sumergirlos en líquidos
ardor de estómago

Diagnósticos

El diagnóstico de la esofagitis se basa en los antecedentes y el cuadro clínico. En los antecedentes también se incluyen los antecedentes familiares y la predisposición genética (hereditaria). En el cuadro clínico se tienen en cuenta los problemas de presentación.

Se añaden los resultados de las pruebas de laboratorio. Se busca la infección por Helicobacter pylori y se utilizan otros métodos de investigación para descartar otras enfermedades, como la radiografía, la ecografía, la tomografía computarizada o el ECG. Por ejemplo, el paso de la radiografía por el esófago. El pH o la manometría esofágica, que evalúa la función del esfínter entre el esófago y el estómago.

El examen endoscópico es el principal método diagnóstico. Consiste en introducir una sonda con óptica en el esófago y evaluar el aspecto de la mucosa. La esofagogastroscopia implica una biopsia tisular, que consiste en la recogida de una pequeña muestra y su posterior análisis histológico.

El médico evalúa los posibles factores de riesgo, como el consumo de medicamentos, la dieta y el estilo de vida, y examina si el paciente tiene antecedentes de otras enfermedades esofágicas. También se detecta la ingestión de sustancias químicas o la irrigación esofágica. Es importante realizar el diagnóstico diferencial antes mencionado y diferenciarlo de la angina de pecho, la úlcera péptica o el cáncer de esófago.

Curso

El curso de la enfermedad depende del factor causante. Puede ser aguda, principalmente en caso de intoxicación, pero también tras la ingestión de alcohol concentrado en volúmenes mayores o como consecuencia de una dieta deficiente. La forma crónica se desarrolla como resultado de una exposición negativa y prolongada.

La enfermedad puede ser asintomática durante un periodo de tiempo. Sin embargo, normalmente el primer síntoma es la dificultad para tragar o el dolor, que se agrava al tragar. Asimismo, la sensación de un bocado atascado en la garganta es un síntoma común, al igual que la popularmente conocida acidez estomacal (pirosis).

El dolor detrás del esternón es especialmente temido, en forma de ardor. Puede confundirse con una angina de pecho, que es un dolor causado por una subfatiga del músculo cardiaco, o con un infarto. Es importante investigar rápidamente e identificar la causa, para después tratarla.

Al principio, los síntomas aparecen sólo después de una determinada comida, pero más tarde, a medida que avanza la inflamación, aparecen en todas las comidas. En fases avanzadas, incluso en ayunas, durante la noche. El dolor empeora en posición tumbada. A menudo también hay rascado y dolor en la garganta.

Si la mucosa está alterada y sangra, puede haber presencia de sangre en el vómito. Pero también en forma de melena, que son heces negras. Su coloración se debe a la presencia de sangre digerida. Además, pueden asociarse síntomas de irritación de las vías respiratorias, principalmente tos, más tarde ronquera, voz ronca e infecciones respiratorias frecuentes.

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