Tratamiento de la clamidia: medicamentos, antibióticos y régimen necesario

Las clamidiosis diagnosticadas son relativamente tratables.

Un factor crucial en su tratamiento es la adherencia a un curso de acción establecido que incluya medidas de régimen además del tratamiento farmacológico (es decir, la administración de fármacos).

• Identificación precoz de las personas con un ataque agudo de infección y selección del tratamiento correcto.
• Tratamiento de todas las parejas sexuales de la persona infectada (! muy importante)
• Abstinencia de actividades sexuales durante el tratamiento
• Seguimiento de la eficacia del tratamiento una vez finalizado, preferiblemente mediante la prueba PCR

El tratamiento farmacológico se basa en la administración de antibióticos, como en el caso de otras infecciones bacterianas.

Actualmente, no existe ninguna vacuna contra la Chlamydia trachomatis.

El tratamiento antibiótico debe adaptarse a cada paciente, a su estado clínico y al lugar afectado por la infección. Hablamos del llamado tratamiento antibiótico dirigido.

La elección del antibiótico adecuado depende de sus propiedades y su comportamiento en el organismo.

• Debe ser suficientemente estable en el entorno de las células del organismo.
• Debe ser capaz de alcanzar una concentración tisular suficiente en el lugar de la infección.
• Debe tener la capacidad de unirse a la célula microbiana clamidiana.
• Debe tener la capacidad de penetrar bien en las células bacterianas.
• Debe tener una duración de acción suficiente.
• Debe matar las células clamidiales y evitar así su multiplicación.
• No debe atacar a las células de los tejidos sanos.

Una disminución de los síntomas durante el tratamiento no significa que se haya eliminado por completo la bacteria del organismo.
El tratamiento debe ser lo suficientemente prolongado no sólo para suprimir los síntomas de la infección, sino también para eliminar realmente la bacteria.

Los antibióticos pueden administrarse en monoterapia (es decir, tratamiento con un solo tipo de antibiótico), combinaciones de varios tipos de antibióticos o en regímenes especiales de administración.

Uno de ellos es la terapia de pulsos, en la que se deja un descanso de varios días entre los ciclos de tratamiento. Otro es la terapia prolongada, en la que el antibiótico se toma durante un periodo de tiempo más largo (varias semanas).

Resumen de los antibióticos utilizados para tratar las infecciones por clamidia (tabla)

Además de las enfermedades infecciosas genitales causadas por la especie Chlamydia trachomatis, se producen con bastante frecuencia otras infecciones clamidiales.

Una de ellas es la infección del tracto respiratorio superior e inferior causada por la especie bacteriana Chlamydophila pneumoniae.