Los síntomas clínicos dependen de la infección por un tipo concreto de adenovirus.
La infección por adenovirus se manifiesta según el serotipo de adenovirus implicado. En la mayoría de los casos respiratorios, los síntomas clínicos son similares a los del resfriado común, especialmente dolor de garganta, tos, secreción nasal, conjuntivitis, fatiga y aumento de la temperatura corporal.
Cuando el virus se propaga, pueden aparecer bronquitis y neumonía, lo que conlleva un empeoramiento de las dificultades respiratorias, falta de aire, opresión torácica o tos.
También es relativamente frecuente la conjuntivitis adenovírica que afecta a la conjuntiva del ojo y es muy contagiosa por contacto interpersonal.
Sin embargo, si la infección se desarrolla en el aparato digestivo, aparecen dolores abdominales, náuseas, problemas para defecar (diarrea) y vómitos. Son frecuentes el aumento de la temperatura corporal, la fiebre, la falta de apetito y el malestar general.
Las manifestaciones de la infección por adenovirus suelen aparecer con bastante rapidez.
Además de los síntomas específicos, también se presentan otros menos específicos. Ejemplos de síntomas generales son fatiga excesiva, debilidad general, dolor de cabeza, dolores musculares, malestar general y falta de apetito.
Síntomas comunes de la infección por adenovirus
- Dolor y enrojecimiento de la garganta
- Dolor al tragar
- Tos
- Dificultad para respirar
- Agrandamiento de los ganglios linfáticos cervicales
- Inflamación de las mucosas de las vías respiratorias superiores
- Formación de mucosidad en la nariz
- Estornudos y picor de nariz
- Inflamación de la conjuntiva de los ojos
- Hinchazón y lagrimeo de los párpados
- Ardor y picor en los ojos
- Dolor de cabeza y migraña
- Aumento de la fatiga
- Debilidad y malestar general
- Aumento de la temperatura corporal
- Fiebre y escalofríos
- Dolor abdominal
- Calambres abdominales
- Náuseas y vómitos
- Dificultad para defecar
- Diarrea y heces acuosas
- Falta de apetito
Los adenovirus y el sistema respiratorio
La enfermedad respiratoria no dura más de 10 días con un tratamiento adecuado. Sin embargo, algunos síntomas, como la tos o el aumento de la fatiga, pueden persistir hasta 4 semanas después del brote.
El riesgo de este virus respiratorio es la propagación de la infección a los estadios inferiores, es decir, los bronquios y los pulmones, por lo que es esencial el inicio precoz del tratamiento.
De la mano de la infección respiratoria se desarrolla la conjuntivitis.
Adenovirus y conjuntivitis ocular
La conjuntivitis adenovírica provoca síntomas locales en forma de párpados hinchados, aumento del lagrimeo, ardor y picor ocular. Es característico el enrojecimiento de la conjuntiva, así como una secreción ocular característica.
Se trata de un tipo de conjuntivitis vírica muy infecciosa. A menudo se asocian dificultades respiratorias, en particular debido a la inflamación de la mucosa nasal.
Los adenovirus y el aparato digestivo
Las infecciones del tracto gastrointestinal se acompañan principalmente de diarrea, heces acuosas, vómitos, náuseas y dolor abdominal.
Es necesario tomar medidas tempranas, una hidratación adecuada y modificar la dieta.
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Los adenovirus y el sistema excretor
En casos menos frecuentes, la infección por adenovirus también afecta al aparato genitourinario.
Los síntomas son micción frecuente, ardor y sensación desagradable al orinar y dolor en el bajo vientre. Es posible que la orina sea turbia y que haya sangre en ella, por lo que es necesario un diagnóstico por parte de un urólogo.
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