Tratamiento del hipertiroidismo: ¿Fármacos hormonales y cirugía?

Si el hipertiroidismo está causado por una inflamación de la glándula tiroides, el tratamiento va dirigido a tratar esta inflamación. En este caso, los niveles elevados de hormonas vuelven a la normalidad una vez curada la inflamación. No es necesario un tratamiento a largo plazo.

Si la enfermedad está causada por la enfermedad de Graves-Basedow, se trata farmacológicamente, con tireostáticos y betabloqueantes (fármacos para el corazón y el ritmo cardíaco). En este caso, el tratamiento es a largo plazo. Suele durar entre un año y un año y medio. Sin embargo, cabe esperar una mejoría del estado después de sólo tres meses.

Cuando se trata con tireostáticos, se opta por un tratamiento de choque a dosis altas. Posteriormente, las dosis se reducen en función de los resultados del examen. Si no se conoce la causa primaria, es necesario, por supuesto, diagnosticarla. Los tireostáticos reducen la producción de hormonas.

Si la medicación a largo plazo no funciona o si los niveles hormonales vuelven a ser anormales, la mejor solución es la cirugía definitiva, que consiste en extirpar la glándula tiroides. Esta extirpación también se conoce profesionalmente como tiroidectomía.

Tras la extirpación quirúrgica, la persona corre el riesgo de sufrir hipotiroidismo, que es una deficiencia de hormonas tiroideas, por lo que es necesario suministrarlas artificialmente al organismo. Una alternativa a la extirpación es la terapia con yodo radiactivo, que es captado por la glándula tiroides y actúa así localmente. Este tipo de tratamiento no es adecuado para las mujeres embarazadas.

En el tratamiento es necesario limitar la actividad física y, por supuesto, eliminar el estrés psicológico. La rapidez y eficacia del tratamiento es individual. El periodo de tiempo varía de una persona a otra. Puede ser de semanas, pero también de meses. Por eso es importante perseverar en el tratamiento y no interrumpirlo.

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