Tratamiento del hidrocele: ¿observación, medicación o cirugía?

El tratamiento del hidrocele depende de su tamaño y de si es la causa del problema.

En el caso de un hidrocele pequeño, no se administra tratamiento.

El hidrocele en los niños suele corregirse espontáneamente durante el primer año de vida, por lo que debe vigilarse durante el desarrollo del niño.

El exceso de líquido puede absorberse espontáneamente con el tiempo.

En el caso de hidrocele de gran tamaño y de hidrocele que causa problemas, se realiza una pequeña intervención quirúrgica en la que se drena el exceso de líquido.

Por desgracia, el hidrocele es una de las enfermedades que tienden a reaparecer.

El tratamiento del hidrocele no comunicante se resuelve por sí solo en la mayoría de los casos en el primer año de vida mediante la absorción del exceso de líquido.

El hidrocele reactivo está causado por una inflamación o infección continuada en la zona genital que ha provocado el hidrocele. La inflamación se trata con antibióticos o fármacos con acción antiinflamatoria.

Sin embargo, algunos tipos de hidrocele no se reparan por sí solos y es necesaria la cirugía.

El hidrocele comunicante no se resuelve por sí solo en adultos y es necesaria la cirugía.

El hidrocele fascial también requiere cirugía.

La cirugía es un procedimiento breve que dura aproximadamente 10 minutos y se realiza con anestesia local o anestesia general en la que se duerme a la persona. Tras la cirugía, el paciente se va a casa el mismo día de la intervención y el tratamiento no requiere hospitalización.

Tras la operación, se coloca un suspensorio o se recomienda llevar calzoncillos ajustados.

El tratamiento tras la intervención requiere una incapacidad laboral de 5 días como máximo, que por supuesto depende de la afección y del curso del tratamiento.

Otra opción es la punción escrotal, en la que se drena el exceso de líquido del escroto mediante una aguja de punción. Sin embargo, éste tiende a volver y en pocas semanas el escroto volverá a llenarse de líquido.