Tratamiento de la hemofilia: Fármacos para sustituir los factores de coagulación de la sangre

El tratamiento de la hemofilia es principalmente una terapia de sustitución, es decir, la administración de un sustituto. Es de por vida. Se basa principalmente en la administración de factores coagulantes de sustitución en la sangre. Los factores se obtienen de donantes de plasma sanguíneo. Estos factores también pueden obtenerse artificialmente, por recombinación, pero este método aún no está muy extendido.

En función del estado del paciente y de su situación individual, se eligen entonces la forma y el intervalo de administración, la mayoría de las veces por inyección. El tratamiento también puede realizarse en casa. Además, pueden administrarse fármacos para impedir que la sangre coagulada vuelva a disolverse.

Una alternativa a corto plazo es la administración de DDAVP (1-DEAMINO-8-D-ARGININA vasopresina). El DDAVP puede aumentar el nivel del factor de coagulación en la sangre a corto plazo mediante la estimulación del cerebro, pero no es una alternativa completa a las inyecciones.

El tratamiento profiláctico está destinado a la infancia y a las formas graves de hemofilia. Su finalidad es prevenir las complicaciones de la enfermedad, como las lesiones articulares y musculares, así como las hemorragias potencialmente mortales.

El seguimiento regular de las articulaciones del paciente forma parte del tratamiento. Se realizan revisiones ortopédicas y exámenes radiográficos. El estado de las articulaciones y las posibles deformidades se controlan periódicamente. La rehabilitación es importante. Es aconsejable acudir a un centro de atención a la hemofilia, como un centro de tratamiento de la hemofilia (CTH) o un centro de atención integral (CCA). También existen, por ejemplo, centros de tratamiento.

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