Estreñimiento: ¿cuáles son las causas y los síntomas? + Prevención, en niños, en el embarazo

El estreñimiento es un problema común en la infancia. También se da con frecuencia en adultos, especialmente en ancianos. Tiene diversas etiologías: desde un estilo de vida inadecuado hasta la exposición al estrés, pasando por enfermedades crónicas.

En el artículo se pueden encontrar los factores desencadenantes, los síntomas, el tratamiento, la prevención y mucha información interesante.

En los manuales profesionales más antiguos, el estreñimiento se definía como una afección en la que las deposiciones son menos frecuentes y más duras que en estado normal.

Las definiciones actuales de estreñimiento no difieren mucho. El estreñimiento puede definirse como una condición en la que las heces tienen una consistencia más dura y la frecuencia de defecación es reducida (menos de 3 veces en 1 semana).

El estreñimiento puede ir acompañado de síntomas subjetivos como dolor abdominal, sensación de presión o malestar o dolor durante la defecación.

En un estado fisiológico, los alimentos ingeridos son digeridos y absorbidos en el intestino delgado. El contenido intestinal residual se acumula en el intestino grueso.

Una vez que se absorbe el resto de los líquidos y se llena el colon, se activa el reflejo de defecación, que se controla desde la parte sacra del canal medular de la médula espinal.

Se activa el peristaltismo colónico, se relajan las paredes del recto y se relaja el músculo del esfínter anal (controlado por la voluntad).

La etiología y la aparición del estreñimiento son heterogéneas y multifactoriales interna y externamente, y se dividen en función de la causa de aparición y la duración.

El estreñimiento puede deberse a una causa orgánica (patología del área gastrointestinal, enfermedades endocrinas, metabólicas o neurológicas) o, por el contrario, a una causa funcional (factor psicógeno, dieta inadecuada, estilo de vida deficiente...).

El estreñimiento primario tiene una duración variable y un curso constante o variable.

Puede deberse a una disminución del reflejo de defecación (estrés, factor psicógeno), a un estilo de vida inadecuado (sedentarismo, actividad física mínima), a una debilidad de la pared abdominal o a unos hábitos alimentarios inadecuados (escasa ingesta de fibra y líquidos).

También se conoce el estreñimiento habitual (adictivo), causado por una disminución del reflejo de defecación.

El vaciado de las heces se ve afectado negativamente por una dieta poco voluminosa, un estilo de vida poco saludable, la falta de actividad física (sedentarismo), una ingesta escasa de fibra y una ingesta insuficiente de líquidos.

El estreñimiento también es un problema frecuente durante los viajes y las vacaciones.

Los cambios en el entorno, la dieta, la ingesta de líquidos y el hecho de estar lejos de casa afectan negativamente a la frecuencia de las deposiciones y al peristaltismo del tracto intestinal.

El estreñimiento secundario suele ser síntoma y consecuencia de otras enfermedades, principalmente del aparato digestivo, del tiroides o neurológicas.

Algunos ejemplos son la disminución de la función tiroidea, la celiaquía, los procesos inflamatorios intestinales, la pancreatitis, los tumores, las miopatías, la enfermedad de Parkinson o la diabetes mellitus, etc.

En la mayoría de los casos, sin embargo, el estreñimiento está asociado a enfermedades intestinales o gastrointestinales (alteración de la permeabilidad intestinal, procesos inflamatorios, infecciones bacterianas o víricas...).

Se requiere atención médica inmediata cuando hay sangre en las heces, náuseas, vómitos, fiebre y dolor sinusal o inespecífico.

Ciertos medicamentos y fármacos pueden estar relacionados con la aparición del estreñimiento, como por ejemplo los analgésicos, opiáceos, antidepresivos, diréuticos o simpaticomiméticos, entre otros.

El estreñimiento se divide según su duración en agudo y crónico.

La forma aguda es a corto plazo, dura unos pocos días y suele estar relacionada con un cambio en la dieta, el entorno, el abandono de la bebida o la exposición a un factor de estrés. El estreñimiento a corto plazo también puede ser un síntoma de alguna enfermedad aguda en el organismo.

El estreñimiento crónico es de larga duración y representa una complicación más grave para el organismo. El estreñimiento crónico está estrechamente relacionado con otras enfermedades diagnosticadas: gastrointestinales, neurológicas, psicológicas o metabólico-endocrinas.

Resumen de las causas funcionales:

• Dieta pobre en fibra
• Cambio en la dieta y en la ingesta de alimentos
• Consumo excesivo de carne
• Dieta rica en grasas
• Ingesta escasa de líquidos (deshidratación)
• Actividad física insuficiente
• Cambio de entorno y viajes
• Factor de estrés
• Embarazo y posparto
• Prensa abdominal flácida y suelo pélvico

La totalidad de las causas orgánicas

• Enfermedad intestinal (por ejemplo, colitis, diverticulosis, celiaquía)
• Enfermedades del tubo digestivo (por ejemplo, pancreatitis, hemorroides)
• Enfermedades neurológicas (por ejemplo, enfermedad de Parkinson, miopatía, agenesia sacra, daños en el suministro nervioso)
• Enfermedades endocrinas (por ejemplo, enfermedad tiroidea, amiloidosis)
• Enfermedades metabólicas (por ejemplo, diabetes mellitus, hipopotasemia)
• Enfermedades mentales (por ejemplo, depresión, retraso, trastornos del comportamiento)
• Efecto adverso del tratamiento farmacológico

Los síntomas exactos del estreñimiento dependen de la causa de su aparición. Puede aparecer como uno de los síntomas asociados a una enfermedad concreta o de forma independiente como consecuencia de la toma de medicamentos, cambios en la dieta, estrés y otros factores.

Síntomas comunes del estreñimiento:

• Frecuencia de defecación inferior a 3 veces por semana
• Heces duras
• Heces grumosas
• Aumento de la tensión intestinal
• Hinchazón y flatulencia
• Sensación de presión y plenitud
• Dolor abdominal
• Dolor en la parte inferior izquierda del abdomen
• Sensación de incomodidad al defecar
• Esfuerzo al defecar
• Sensación de bloqueo en el recto
• Sensación de vaciado insuficiente del recto
• Dolor de cabeza

El procedimiento de diagnóstico consiste en realizar una historia clínica y entrevistar al paciente sobre las manifestaciones clínicas subjetivas y objetivas. En la mayoría de los casos, un médico general o especialista, gastrointestinólogo.

El médico averigua exactamente cómo se manifiesta el estreñimiento en el paciente. Cuál es la frecuencia de la defecación, el olor, el color y la consistencia de las heces. El médico averigua los hábitos dietéticos del individuo, su estilo de vida y el tratamiento farmacológico aplicado actualmente.

Tras obtener los datos del paciente, se procede a una exploración física mediante la observación, auscultación y palpación de la pared abdominal y la zona circundante. También es frecuente la exploración ecográfica de la cavidad abdominal.

Es habitual realizar un tacto rectal ,en el que el médico busca dolor, la presencia de obstrucciones y la consistencia, olor y color de los restos de heces en el guante del médico.

Como medida de precaución, se realiza un examen para detectar hemorragias ocultas. El examen tiene por objeto la detección precoz del cáncer colorrectal y está especialmente indicado en pacientes mayores de 50 años, con antecedentes familiares positivos o problemas de salud más graves.

En la mayoría de los casos, se toma una muestra de sangre y heces para un análisis de laboratorio. Se examina el hemograma del paciente (hormonas tiroideas, glucemia, niveles de sodio, potasio, calcio y fósforo).

En el caso del estreñimiento crónico, el examen diagnóstico será más detallado y el paciente puede ser remitido a un médico para que le realice un diagnóstico por imagen detallado: proctoscopia rectal, proctosigmoideoscopia o colonoscopia, especialmente si se sospecha de enfermedad colónica.

En algunos casos, el examen se complementa con una irigoscopia, que es un examen para determinar el tiempo de tránsito de las heces por el colon, una manometría anorrectal, una electromiografía anorrectal o una biopsia rectal.

Si se sospecha una causa específica del estreñimiento, el gastroenterólogo puede derivar al paciente y remitirlo a otro especialista.

Estreñimiento en niños pequeños

Los recién nacidos y los lactantes pueden experimentar defecaciones frecuentes seguidas de estreñimiento. La regulación consciente de la defecación no se produce hasta alrededor de los 28 meses de edad.

Posteriormente, en los niños pequeños, la defecación se produce aproximadamente entre 2 y 5 veces al día. Durante la adolescencia, la frecuencia de la defecación disminuye gradualmente hasta 1-2 veces al día.

La frecuencia irregular de la defecación durante las primeras semanas de vida de un recién nacido se considera una condición fisiológica. El cambio de la leche materna a la leche de vaca convencional puede provocar estreñimiento, incluida la defecación dolorosa con heces de consistencia dura.

En este periodo temprano de la vida de una persona, también puede producirse un cambio en la evacuación de las heces con diversas enfermedades febriles, deshidratación, dermatitis del pañal y diversos errores dietéticos.

Sin embargo, los problemas de estreñimiento también pueden aparecer en edad preescolar y escolar, cuando el niño empieza a frecuentar zonas comunes y establecimientos de comida.

Las causas psicológicas comunes del estreñimiento pueden ser un horario diario repleto, la preocupación por los juegos o la posible reticencia a ir al baño del colegio.

Estreñimiento y embarazo

Las mujeres tienen problemas de estreñimiento con relativa más frecuencia que los hombres. Son típicos el estreñimiento en el síndrome premenstrual, el estreñimiento en el embarazo y después del parto.

El estreñimiento durante el embarazo puede ser crónico (a largo plazo) y debe ser controlado por un médico.

El estreñimiento en el embarazo suele estar causado por fuertes cambios hormonales y por el crecimiento del feto en la cavidad abdominal de la mujer.

Embarazo por semanas: ¿Cómo se desarrolla el embarazo y el feto?

El útero en crecimiento también ejerce presión sobre el tubo digestivo, incluida la zona rectal.

En el periodo posparto, influyen la congestión de la zona urogenital-anal, el debilitamiento del suelo pélvico y el desequilibrio hormonal.

Es posible la aparición de hinchazón rectal o hemorroides debido a los fuertes pujos durante el parto.

Prevención del estreñimiento

La prevención del estreñimiento secundario causado por otra enfermedad no siempre es posible.

Para evitar problemas de defecación por una razón funcional, es aconsejable seguir ciertos principios de estilo de vida:

• Dieta rica en fibra (copos de avena, cereales, frutas, frutos secos, legumbres, frutos secos y semillas...)
• Ingesta adecuada de líquidos durante el día (agua sola, agua mineral, té...)
• Limitar los alimentos con efecto obstructivo (chocolate, té negro, harina blanca, pan blanco, leche dulce...)
• Tomar probióticos para favorecer la digestión y la función intestinal
• Suficiente actividad física durante el día