Tratamiento de la enfermedad venosa: ¿fármacos? El movimiento y el estilo de vida son imprescindibles

El tratamiento se lleva a cabo mediante varios métodos.

Se trata de una sinergia de formas conservadoras no farmacológicas y farmacológicas. Como alternativa, es necesaria la intervención quirúrgica.

La modificación del estilo de vida y la intervención en los factores de influencia son importantes. La modificación del estilo de vida es el primer paso hacia el éxito.

Un estilo de vida correcto también es preventivo. Por lo tanto, cuando los factores de riesgo están presentes, su modificación puede prevenir el desarrollo o el empeoramiento de la enfermedad venosa crónica.

La modificación del estilo de vida y las medidas preventivas incluyen

  • actividad física suficiente
    • actividad física adecuada
      • caminar
      • correr
      • senderismo
      • esquí de fondo
      • ciclismo
      • baile
      • natación
    • actividades inapropiadas
      • tenis
      • fútbol
      • levantamiento de pesas
      • levantamiento de pesas
      • boxeo
  • limitar el sedentarismo
  • trabajar sentado o de pie
    • cambiar de posición más a menudo
    • descargar los miembros inferiores a una posición más elevada
    • no poner las piernas una sobre otra
    • ejercitar los músculos de los miembros inferiores
  • perder peso en caso de sobrepeso y obesidad
  • llevar ropa holgada y calzado cómodo
  • limitar la exposición a ambientes calurosos
  • ducharse los miembros inferiores con agua fría
  • uso de dispositivos de compresión - medias elásticas
  • dieta adecuada, suficiente fibra, evitar el estreñimiento

Es esencial la terapia de compresión, que consiste en favorecer el retorno sanguíneo de los miembros inferiores mediante el uso de vendas o medias elásticas.

La terapia de compresión ayuda por su mecanismo

  • estrecha las venas dilatadas
  • ayuda a reducir la extensión de la regurgitación valvular
  • favorece el flujo sanguíneo adecuado y la velocidad de la sangre
  • o modifica el retorno venoso de los miembros inferiores
  • reduce el aumento de la presión venosa
  • reduce el grado de hinchazón
  • favorece el bombeo muscular de las extremidades

Posteriormente, se añade el tratamiento farmacológico. Los fármacos tienen como objetivo mejorar el estado de las venas, eliminando los síntomas de la enfermedad venosa crónica como el dolor, la hinchazón. Sin embargo, no eliminan las varices en sí.

Se utilizan diversos medicamentos. Los suplementos nutricionales especiales también pueden ayudar.

Los venofármacos contienen diversas sustancias activas, como flavonoides, saponinas, extractos de plantas como el ginkgo, derivados del cornezuelo del centeno, pero también otras sustancias producidas sintéticamente, como, por ejemplo, diosmina, sulodexida y otras.

Para la intervención directa en las venas se utilizan tratamientos esclerosantes y quirúrgicos.

Un enfoque mínimamente invasivo en forma de esclerotización venosa, la escleroterapia, utiliza la inyección de una sustancia en la vena para ayudar a cerrarla, lo que elimina la vena dilatada.

La terapia láser y la ablación por radiofrecuencia son métodos endovasculares con la misma función.

El enfoque quirúrgico de la cirugía convencional consiste en extirpar la sección dañada.

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