Tratamiento y medicación para la enfermedad de Alzheimer. ¿Qué régimen le ayudará?

El tratamiento de la demencia de Alzheimer es complejo y utiliza todas las opciones disponibles de farmacoterapia sintomática.

Sin embargo, los tratamientos no farmacológicos también desempeñan un papel importante, como el entrenamiento cognitivo, la interacción psicosocial, la educación de los cuidadores, la terapia con animales, la musicoterapia, la aromaterapia y muchos otros.

El tratamiento farmacológico se divide en "primario" y "secundario".

  • La terapia primaria utiliza los denominados agentes cognitivos. Se trata de fármacos para el tratamiento sintomático de los déficits cognitivos de la demencia, que ralentizan la progresión de la enfermedad. Entre ellos se encuentran las anticolinesterasas, la memantina y el extracto de ginkgo biloba.
  • Nos referimos a otros fármacos utilizados para controlar los síntomas neuropsiquiátricos de la demencia, como la depresión, como tratamientos secundarios.

Un tratamiento muy eficaz es la inhibición de las enzimas que descomponen la acetilcolina: los inhibidores de la colinesterasa, que ralentizan eficazmente la progresión de los síntomas clínicos de la demencia.

Son más beneficiosos cuando se introducen en las primeras fases de la demencia. Hasta el 50% de los pacientes de Alzheimer describen no sólo una mejora de la función cognitiva, sino también el mantenimiento del ritmo de funcionamiento diario.

Suelen utilizarse tres inhibidores de la colinesterasa: donepezilo, rivastigmina y galantamina.

Durante el tratamiento pueden producirse numerosos efectos secundarios

  • bradicardia
  • aumento de la secreción de ácido gástrico
  • aumento de la irritabilidad del tracto gastrointestinal
  • náuseas
  • diarrea
  • anorexia (falta de apetito)

Por el contrario, la ventaja es la escasa carga para el hígado y el bajo riesgo de interacciones farmacológicas.

La memantina es el principal fármaco contra la progresión de la enfermedad de Alzheimer. Su mecanismo de acción más importante es impedir la liberación de glutamato. El resultado es una mejora de la cognición, especialmente del deterioro de la memoria, pero también una ralentización de la pérdida de células nerviosas y, por tanto, de la progresión de la demencia.

La memantina suele ser bien tolerada por los pacientes, con efectos secundarios mínimos, que son poco frecuentes. Los más comunes son mareos, dolor de cabeza, estreñimiento y somnolencia.

El extracto de Ginkgo biloba ocupa un lugar especial en el tratamiento de la demencia. Mejora la circulación sanguínea, es neuroprotector, elimina los radicales libres y es, por tanto, antioxidante.

Se utiliza principalmente en el tratamiento del deterioro cognitivo leve, la demencia vascular y las primeras fases de la demencia degenerativa. En el tratamiento de la EA, es más bien una terapia de apoyo, con la terapia existente con memantina e inhibidores de la colintransferasa.

El fármaco no es tóxico y se tolera muy bien. Entre los efectos secundarios leves se incluyen posibles efectos antiagregantes plaquetarios, es decir, un mayor riesgo de hemorragia.

El apoyo neuropsiquiátrico también es un tratamiento esencial. Se utilizan antidepresivos y antipsicóticos, pero su uso requiere precaución, especialmente en pacientes de edad avanzada.

Pronóstico

La demencia de Alzheimer es una enfermedad de progresión constante, sin fluctuaciones a corto plazo. Puede haber periodos sin progresión, denominados mesetas, en los que el estado clínico se mantiene estable durante un periodo de tiempo más largo.

Sin embargo, la enfermedad es irreversible e incurable, incluso mortal.

El tiempo medio de supervivencia desde el diagnóstico hasta la muerte es de 7-8 años.

Hay casos en los que los pacientes sobreviven 15 años o más. El tiempo de supervivencia depende de varios factores. El factor de buen pronóstico más importante es la detección y el diagnóstico precoces de la enfermedad y, por tanto, el inicio temprano de los cuidados de apoyo.

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