Tratamiento de la hinchazón: medicación, probióticos y fibra + mucho ejercicio

El tratamiento de las flatulencias depende de la causa. En el caso de una alteración de la microflora intestinal, lo mejor son preparados como los probióticos y los prebióticos, que también son importantes durante y después de un tratamiento con antibióticos. Estos preparados ayudan a normalizar la flora microbiana del intestino y se pueden adquirir sin receta en forma de suplementos dietéticos.

La fibra también es importante.

Sin embargo, su ingesta debe incrementarse gradualmente durante un periodo de al menos dos semanas. Un aumento repentino podría provocar, paradójicamente, hinchazón y flatulencia. Es importante ajustar los hábitos alimentarios, los alimentos en sí y promover una función digestiva adecuada.

Al mismo tiempo, también existen preparados farmacológicos. Un ejemplo es la simeticona, que deshace las burbujas de gas en el intestino. Está contenida en varios productos farmacológicos. Su uso ya ha encontrado importancia en el periodo infantil, cuando ayuda con los cólicos intestinales de los niños.

Existen gotas que se administran a los bebés desde el nacimiento y que sustituyen a la lactasa (la enzima que descompone y digiere la lactosa o azúcar de la leche).

También se pueden incluir en el tratamiento de apoyo productos caseros y naturales, como mejorana, comino, albahaca, melisa, hinojo, anís, cilantro y eneldo, que se preparan en decocciones e infusiones. El movimiento también es bueno para relajar el abdomen distendido, ya que la inactividad ralentiza la motilidad intestinal.

Si la causa es otra enfermedad, debe tratarse. Un ejemplo es la inflamación del intestino. La obstrucción intestinal o el cáncer entrañan graves riesgos para la salud. Si la molestia dura mucho tiempo, es importante un examen profesional.

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