Tratamiento de la colitis ulcerosa: fármacos y cirugía, ¿y qué más puede ayudar?

El tratamiento tiene por objeto influir en el curso de la enfermedad y pretende garantizar una remisión prolongada de los síntomas.

El tratamiento conservador, también conocido como tratamiento de mantenimiento, se elige para mantener la remisión. El tratamiento agudo tiene por objeto garantizar un rápido inicio de la remisión tras una recaída.

Para ello se utilizan derivados del ácido 5-aminosalicílico, mesalazina. Para la forma más grave se utilizan glucocorticoides. También se utilizan inmunomodulantes, ciclosporina A o terapia biológica para la inmunosupresión.

También se utilizan supositorios y enemas, especialmente en caso de afectación rectal y del intestino inferior. Los probióticos son un complemento adecuado.

El tratamiento quirúrgico se elige principalmente en la fase aguda con un curso grave, especialmente en caso de megacolon y perforación del intestino, hemorragia masiva, pero también cuando fracasa el enfoque médico.

También se recurre a la cirugía para extirpar tumores intestinales, que pueden ser una complicación grave.

En caso de curso grave, la solución es la colectomía total o incluso la proctocolectomía total, la ileostomía y el cierre del recto, o bien la conexión del intestino delgado con el resto del recto.

Sin embargo, este método limita el nivel de vida de la persona. Las heces se vacían con más frecuencia durante el día y son poco espesas. Una complicación es la frecuente inflamación de la conexión formada.

En el contexto de la enfermedad, es aconsejable seguir un régimen, la dieta, el mantenimiento de un régimen de beber. Tomar el sol se menciona como aconsejable, pero sobre todo para la formación de la vitamina D, que es importante para el funcionamiento del organismo. En el período de invierno, se debe complementar en forma de suplementos dietéticos.

La dieta no es tan importante como en la enfermedad de Crohn, pero en general, lo mejor es una dieta racional que represente todos los componentes alimentarios, minerales y vitaminas necesarios.

Por supuesto, el consumo excesivo de azúcar refinado es inadecuado y es necesario reducir la ingesta de cafeína.

Es importante conocer las alergias alimentarias, como la intolerancia a la lactosa, y por tanto limitar el consumo de productos lácteos y leche.

La psicoterapia y la reducción del estrés también son de gran importancia.

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