Tratamiento del codo de tenista: medicamentos, cintas, aparatos ortopédicos, rehabilitación y otros preparativos

El objetivo principal del tratamiento de la epicondilitis lateral es eliminar el dolor, suprimir las limitaciones funcionales de la articulación y acelerar el proceso de curación de la inflamación resultante. El curso exacto del tratamiento también depende del estadio y la evolución de la enfermedad.

El tratamiento se divide en tres tipos básicos:

  • Tratamiento no farmacológico
  • Tratamiento farmacológico
  • Tratamiento quirúrgico

Tratamiento no farmacológico (conservador)

En el tratamiento conservador, el tratamiento de rehabilitación y fisioterapia es el pilar fundamental. Los ejercicios de rehabilitación tienen como objetivo fortalecer los músculos debilitados y, a la inversa, relajar los músculos sobreestirados.

El terapeuta realiza movilizaciones y técnicas suaves en la zona de los miembros superiores. Libera los espasmos musculares, las fibras musculares dolorosas y estira los músculos acortados. El paciente aprende ejercicios compensatorios y de relajación como parte de la autoterapia en casa.

Se recomienda el automasaje con herramientas de masaje (erizo, rodillo, pelota, pistola de masaje...).

Un método muy utilizado es el kinesiotaping, que consiste en pegar cintas terapéuticas funcionales en la piel del paciente para fijar, estabilizar o liberar las estructuras blandas de la articulación del codo.

También se utilizan ortesis especiales para mantener inmóviles los músculos extensores del antebrazo y proteger al mismo tiempo el tendón doloroso externo de la articulación del codo.

Kinesiotaping en la epicondilitis radial (codo de tenista)
Kinesiotaping en epicondilitis radial (codo de tenista). Fuente: Getty Images

También se utiliza fisioterapia en forma de láser, ultrasonidos, electroterapia, termoterapia o terapia de ondas de choque. El tipo de fisioterapia se elige en función del efecto deseado y del estadio de la enfermedad.

Los objetivos principales son los efectos analgésicos (alivio del dolor) y miorrelajantes (relajación muscular).

El láser y la biolámpara estimulan la producción de colágeno y la regeneración celular de los tejidos gracias a su efecto bioestimulante.

La onda de choque envía una onda mecánica a los tejidos blandos profundos del cuerpo, lo que reduce la tensión muscular, mejora la circulación sanguínea y favorece el drenaje linfático.

Los ultrasonidos, a través del cabezal aplicador, envían una onda sonora que favorece el metabolismo local y reduce la tensión muscular.

La termoterapia del codo de tenista puede utilizarse en negativo (frío) o en positivo (calor). En las fases agudas del proceso inflamatorio, la aportación de calor no es conveniente.

En cambio, en las fases crónicas a largo plazo, puede utilizarse una forma positiva de termoterapia. No obstante, es necesario consultar con un médico y un terapeuta. La termoterapia negativa se aplica principalmente en forma de crioterapia, compresas e hidroterapia.

La termoterapia se aplica principalmente en forma de ultrasonidos, radiación infrarroja, electroterapia e hidroterapia.

Fisioterapia por ultrasonidos de la epicondilitis radial (codo de tenista)
Fisioterapia con ultrasonidos para la epicondilitis radial (codo de tenista). Fuente: Getty Images

Tratamiento farmacológico

El tratamiento con fármacos y medicamentos tiene como objetivo eliminar el dolor y el proceso inflamatorio de la articulación. Los fármacos del grupo de los AINE (fármacos antirreumáticos no esteroideos) se utilizan por su efecto antiinflamatorio.

Los AINE también pueden aplicarse por vía tópica directamente en la zona del codo. Esta forma de aplicación también tiene menos efectos secundarios. La aplicación tópica se utiliza principalmente en forma de geles, parches y sprays que se aplican directamente en la zona afectada.

Si el tratamiento con fármacos antirreumáticos no estériles no tiene éxito, se opta por el tratamiento con corticosteroides inyectables. La dexametasona, la betametasona o la triamcinolona se utilizan en combinación con un analgésico.

Se inyecta localmente un spray inyectable con corticosteroides directamente en el músculo afectado. Tras la aplicación, se recomienda reposo, compresas frías y la exclusión del deporte o el aumento de la actividad física.

Hoy en día, el método de inyección también se ofrece en el sentido de inyectar sangre atuológica y plasma sanguíneo del propio paciente. Este último aumenta y estimula la producción de colágeno y favorece la diferenciación de células madre y osteoblastos en la zona dañada.

Tratamiento quirúrgico

El tratamiento quirúrgico se elige cuando han fracasado las terapias conservadoras y farmacológicas. La intervención quirúrgica está indicada para problemas crónicos a largo plazo, como dolor persistente y limitación de la función de la articulación del codo.

La artroscopia de la epicondilitis radial permite a los médicos liberar el tendón doloroso dañado del músculo extensor, aflojar la cápsula articular, eliminar las estructuras de tejido cicatricial y evaluar el estado y el proceso degenerativo del cartílago articular.

La intervención quirúrgica tiene un alto porcentaje de éxito en la eliminación de los síntomas no deseados. En la mayoría de los casos, la hospitalización dura varios días. La rehabilitación postoperatoria incluye cuidados de la cicatriz, ejercicios correctivos, técnicas suaves y fisioterapia.

La reincorporación completa al trabajo y a la actividad física es individual, pero suele producirse aproximadamente 4 meses después de la intervención.

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