Cómo se trata el cáncer de pulmón: ¿cuáles son las opciones de tratamiento y puede curarse?

En general, en oncología el tratamiento se guía por el tipo de tumor, el estadio de la enfermedad, el estado general de salud, las enfermedades asociadas, el estado del organismo, etc.

Antes de elegir una terapia y evaluar después el efecto del tratamiento, es necesario valorar si la enfermedad está extendida en el organismo y dónde se localiza.

A menudo ocurre que el paciente pierde un tiempo precioso mientras se investiga su estado actual.

Hoy en día, en función de la presencia de mutaciones genéticas específicas, del estado inmunológico del tumor, es posible adaptar el tratamiento al paciente. Podemos dar una terapia mejor dirigida.

No es posible dar una terapia dirigida a todos los pacientes. Depende de muchos factores.

No todos los subtipos de cáncer de pulmón responden a este nuevo tratamiento personalizado.

Tipos de tratamiento del cáncer:

  • Tratamiento curativo - el objetivo es curar al paciente.
  • tratamiento paliativo - el objetivo es mejorar la calidad de vida del paciente y prolongar su vida
  • tratamiento adyuvante - se administra en ausencia de enfermedad microscópica para tratar cualquier enfermedad micrometastásica, reduciendo así el riesgo de recurrencia de la enfermedad y mejorando la supervivencia global del paciente
  • Tratamiento neoadyuvante: administrado antes de las opciones de tratamiento curativo (por ejemplo, administración de quimioterapia para reducir el tamaño del tumor antes de la cirugía) para mejorar la eficacia del tratamiento.

Las principales modalidades de tratamiento son la cirugía, la quimioterapia, la radioterapia y la quimiorradioterapia combinada.

Entre los nuevos enfoques terapéuticos se encuentran la terapia biológica y la inmunoterapia. Un conocimiento más profundo de la biología y el comportamiento inmunológico de los tumores en el organismo permite, tras análisis detallados, actuar directamente sobre la estructura diana específica e impedir el crecimiento del tejido tumoral.

La terapia dirigida utiliza la acción directa de diversas sustancias, como las enzimas, para detener la formación y el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos tumorales (inhibición de la angiogénesis). Si se identifican mutaciones genéticas, el tratamiento se dirige a estas mutaciones.

La inmunoterapia utiliza el sistema inmunitario y sus defensas naturales para combatir las células cancerosas anormales y se centra en la supresión (inhibición) de los puntos de control del sistema inmunitario, denominados inhibidores de los puntos de control.

Este tratamiento no es adecuado para todos los pacientes, ya que no tendrá el efecto deseado a menos que las células tumorales produzcan proteínas específicas en su superficie que sean detectadas por las células del sistema inmunitario.

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