Opciones de tratamiento del bocio: control, medicación, yodo y cirugía

El tratamiento del bocio depende de la causa del agrandamiento de la glándula. La determinación de la forma de tratamiento también depende del grado del propio agrandamiento, las manifestaciones clínicas, los antecedentes médicos y las complicaciones de salud del paciente.

Es necesario un diagnóstico especializado y la determinación del tratamiento por un endocrinólogo.

Tratamiento conservador y seguimiento

El tratamiento conservador se basa en un control ambulatorio regular de la glándula tiroides. El seguimiento sin prescripción de tratamiento está indicado si el bocio no presenta síntomas y la glándula tiroides funciona fisiológicamente.

La terapia conservadora incluye la modificación del estilo de vida y la introducción de medidas dietéticas. En caso de bocio derivado de una carencia de yodo, está indicada la suplementación de la carencia de este mineral.

Tratamiento farmacológico

El tipo de tratamiento farmacológico también depende de la causa del bocio. Es la forma más común de tratamiento de los trastornos tiroideos.

En el hipotiroidismo, se utilizan principalmente sustitutos sintéticos de la hormona tiroidea, que al mismo tiempo eliminan los síntomas clínicos y a menudo pueden reducir la glándula a su tamaño original.

Por el contrario, en el hipertiroidismo están indicados los medicamentos que aumentan la producción de hormonas tiroideas. Los medicamentos tiroideos ralentizan o bloquean por completo el aumento de la producción de hormonas tiroideas.

En el proceso inflamatorio de la glándula tiroides, están indicados principalmente los corticosteroides (efecto antiinflamatorio).

Tratamiento con yodo radiactivo

En el raro caso de un bocio recurrente con imposibilidad de cirugía, se opta por el tratamiento con yodo radiactivo. El yodo radiactivo se absorbe en la sangre, que lo transporta a la glándula tiroides.

El yodo radiactivo destruye gradualmente la glándula y ésta se contrae y deja de producir cantidades excesivas de hormonas tiroideas. El tratamiento conlleva complicaciones como la destrucción completa de la función de la glándula y su hipofunción.

Tratamiento quirúrgico

La intervención quirúrgica se elige especialmente para el bocio excesivo que presiona las estructuras circundantes y causa complicaciones de salud asociadas.

También se opta por el tratamiento quirúrgico en caso de tratamiento farmacológico ineficaz, presencia de nódulos que alteran la función de la glándula y también en caso de presunción de cáncer de glándula.

Puede consistir en la extirpación de toda la glándula tiroides (estrumectomía) o en la extirpación de un lóbulo o parte del tejido de la glándula.

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